Liverpool y Sevilla rinden homenaje al autor y pensador heterodoxo Jos¨¦ M. Blanco White
En una fecha algo arbitraria -el 143? aniversario de su muerte-, Sevilla, la ciudad en la que naci¨®, y Liverpool, aquella en la que fue enterrado, se han puesto de acuerdo para rendir homenaje a Jos¨¦ Mar¨ªa Blanco White, te¨®logo, escritor, periodista y heterodoxo espa?ol que fue uno de los desafortunados precursores del exilio pol¨ªtico en nuestro pa¨ªs. Las autoridades municipales de ambas ciudades acudieron ayer al lugar en que se encuentra la tumba del pensador, en los jardines de William Roscoe, en pleno centro de Liverpool, para descubrir dos placas conmemorativas, en castellano y en ingl¨¦s, que recuerdan la memoria de Blanco White.
La delegaci¨®n sevillana, cuya amplitud sorprendi¨® a los ingleses, estaba integrada por representantes de todos los grupos pol¨ªticos de la ciudad y de la Diputaci¨®n y por miembros de la universidad. En total, 17 personas. "Quer¨ªamos que este homenaje tuviera un aspecto institucional; por eso hemos venido tantos", explica el vicepresidente de la Diputaci¨®n, Salvador S¨¢nchez Serrano.Los sevillanos se quedaron encantados con el recibimiento de Liverpool. Los ingleses, que desconocen en t¨¦rminos generales la figura de Blanco White, aunque sea el ¨²nico extranjero que figura en el Dictionary of National Biography, reaccionaron con rapidez ante la iniciativa espa?ola y organizaron dos peque?as exposiciones, con libros, cuadros y documentos de la ¨¦poca, y un acto acad¨¦mico en el Ateneo de la ciudad. Blanco White, nieto de irlandeses y perfecto angloparlante, fue m¨¢s conocido en el siglo XIX que en nuestros d¨ªas. Pero, como ocurre casi siempre en el Reino Unido, el desconocimiento de la figura del escritor no impide que exista un gran especialista, que prepara una tesis sobre su filosof¨ªa religiosa. Se trata del reverendo Tony Cross, miembro de la Iglesia unitaria, a la que perteneci¨® Blanco en los ¨²ltimos seis a?os de su vida.
Rastro del pensador
"White lleg¨® naturalmente a la Iglesia unitaria, despu¨¦s de ser sacerdote cat¨®lico y pastor anglicano, porque era un gran liberal, y nuestra iglesia es la ¨²nica que no tiene un solo dogma", explica Cross. E¨ª reverendo unitario reconoce que su congregaci¨®n "mantiene relaciones amigables con las otras iglesias protestantes, pero que no ha alcanzado todav¨ªa un alto grado de respetabilidad precisamente por esa ausencia de jerarqu¨ªas, dogmas y esquernas". Blanco White, dentro de las antipat¨ªas de los reaccionarios espa?oles, era tan heterodoxo, a?ade Cross, que incluso criticaba a la Iglesia unitaria por no ir lo suficientemente lejos. Hoy se sentir¨ªa m¨¢s contento: la mayor¨ªa de los unitarios son activos militantes pacifistas que trabajan contra la carrera de armamentos. El propio Tony Cross es votante socialista y miembro de la Campa?a pro Desarme Nuclear (CND).El rastro del pensador en Liverpool no es dif¨ªcil de seguir, aunque si Blanco resucitara hoy d¨ªa le resultar¨ªa m¨¢s f¨¢cil reconocer Sevilla que su ciudad de adopci¨®n. El antiguo centro industrial de Inglaterra se ha convertido en una ciudad amarga, con un ¨ªndice de paro cercano al 20% y con barrios, f¨¢bricas y dep¨®sitos portuarios abandonados, leprosos y fantasmales. El Liverpool que ¨¦l conoci¨® era un emporio de riqueza, con un puerto superactivo y el tr¨¢fico comercial m¨¢s importante de Europa. Blanco White am¨® la ciudad, aunque ello no fuera ¨®bice para que la atacara por sus contactos con el comercio de esclavos.
Blanco fue, fundamentalmente, un hombre tolerante, y as¨ª lo valoran un¨¢nimemente espa?oles e ingleses. En la placa colocada por la Diputaci¨®n en la casa en que naci¨® se lee: "La ciudad de Sevilla le agradece una vida dedicada a combatir la intolerancia". Los brit¨¢nicos de su ¨¦poca resaltaron tambi¨¦n esa virtud. El que despu¨¦s ser¨ªa cardenal Newman coment¨® en muchas cartas la personalidad de su amigo espa?ol: "Puedo dejar de creer en las ideas de Blanco, pero nunca podr¨¦ dudar de la veracidad de las cosas que cuenta". Tal vez por eso, Blanco, odiado y calificado de traidor en Espa?a, fue un gran difusor de la realidad de nuestro pa¨ªs en el siglo XIX. Sus Cartas de Espa?a, publicadas en ingl¨¦s y c¨®n seud¨®nimo, atrajeron a buen n¨²mero de viajeros ingleses, y al mismo tiempo que recib¨ªan el impacto de nuestra cultura, dejaban tambi¨¦n su influencia.
Jos¨¦ Mar¨ªa Blanco White (que se llamaba realmente Blanco Crespo) sali¨® de Espa?a el 23 de febrero de 1810, despu¨¦s de haber sido director del ¨®rgano de la Junta de C¨¢diz, El Semanario Patri¨®tico, y nunca m¨¢s volvi¨®. Su llegada al puerto de Falmouth (Inglaterra) no fue muy estimulante: "Estaba convencido de que el clima me iba a matar. Cre¨ª que estaba llegando a mi tumba" Los 31 a?os que vivi¨® en Gran Breta?a se convertir¨ªan despu¨¦s en los m¨¢s felices de su vida.
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