Depuraci¨®n en la Polic¨ªa de Hacienda, ligada a los 'escuadrones de la muerte' salvadore?os

La Polic¨ªa de Hacienda salvadore?a, acusada de mantener estrechos v¨ªnculos con los escuadrones de la muerte, ha desmantelado su secci¨®n de inteligencia. Los 27 agentes que integraban la plantilla han sido incorporados al Ej¨¦rcito y trasladados a zonas de combate, mientras su director era asignado a la Embajada en Paraguay.

Con estas medidas, el presidente salvadore?o, Jos¨¦ Napole¨®n Duarte, trata de rescatar para su Gobierno una imagen de honorabilidad, al mismo tiempo que cumple las promesas formuladas durante la campa?a electoral de poner fin durante su mandato a la violencia institucional.Son ya seis los jefes militares removidos de sus cargos en el ¨²ltimo mes. A algunos se les ha premiado con cargos diplom¨¢ticos en el exterior y otros fueron becados para realizar cursos especializados en Washington.

S¨®lo un coronel llamado Francisco Mor¨¢n, que fue ex jefe de la Polic¨ªa de Hacienda en su etapa m¨¢s negra y que hasta hace poco tiempo era presidente de la empresa el¨¦ctrica del R¨ªo Lempa, ha sido destituido sin contrapartida.

Ninguno ha sido llevado ante los tribunales, en contra de los planteamientos que Jos¨¦ Napole¨®n Duarte formul¨® en la campa?a electoral, cuando promet¨ªa investigar los cr¨ªmenes y juzgar a los responsables.

La instituci¨®n militar no parece dispuesta por el momento a que se siente en el banquillo de los acusados a sus oficiales. No importa que durante los 10 primeros d¨ªas de mandato de Duarte haya habido a¨²n 45 asesinatos.

La campa?a de saneamiento de la jefatura castrense ha seguido hasta ahora f¨®rmulas de autodepuraci¨®n, sin involucrar directamente a la presidencia salvadore?a. Se trata, en todos los casos, de ¨®rdenes de traslado, firmadas por el alto mando, dentro de una pol¨ªtica de renovaci¨®n que se presenta con caracteres de absoluta normalidad.

Recomendaci¨®n de EE UU

Jos¨¦ Napole¨®n Duarte no ha hecho nada que no hubieran recomendado los propios norteamericanos antes de las elecciones. El vicepresidente de Estados Unidos, George Bush, pidi¨® en diciembre el relevo de algunos militares implicados en la guerra sucia. Por su parte, el secretario de Estado norteamericano George Shultz, entreg¨® en enero una lista de 10 militares que deb¨ªan ser destinados al extranjero.A los dos oficiales destituidos entonces se suman los seis ¨²ltimos. Con ellos est¨¢ a punto de ser satisfecha la demanda. Lo que el presidente Duarte presenta como cumplimiento de un compromiso de campa?a no es para la oposici¨®n m¨¢s que un maquillaje superficial que cuenta con el consenso de los norteamericanos y de los propios jefes militares, convencidos de que los escuadrones de la muerte entorpecen en este momento la supuesta profesionalizaci¨®n de la guerra.

Amplios sectores de la sociedad salvadore?a, no s¨®lo los que apoyan a la izquierda, consideran, sin embargo, que la muerte de 40.000 civiles en los ¨²ltimos cuatro a?os no puede saldarse con destinos diplom¨¢ticos y becas de estudios que m¨¢s parecen premio que castigo.