Francia invade el mercado espa?ol del aceite
Leiseur puede conseguir el 50% del control del sector a trav¨¦s de Koipe y Carbonell
Cuando la pasada semana, tras una sesi¨®n de seis horas, se firm¨®, en la peque?a biblioteca de la sede central del Banco Hispano Americano, el protocolo entre Guy de Brignac, presidente del grupo franc¨¦s Leiseur Cotelle, y los altos cargos del Banco Hispano Americano para la venta de Carbonell al grupo franc¨¦s se estaba asistiendo a un vuelco importante en el control del mercado de aceites espa?ol.A la espera de que la Comisi¨®n de Inversiones Extranjeras y el Consejo de Ministros den el visto bueno a la operaci¨®n, y salvo que pueda consolidarse una oferta nacional que paralice esa operaci¨®n, una sociedad francesa, participada por un banco y una compa?¨ªa de seguros nacionalizados del pa¨ªs vecino, pasar¨¢ a controlar casi el 50% del mercado espa?ol de aceites de oliva y girasol, en el que hasta ahora se encontraba presente desde la adquisici¨®n, en el a?o 1980, del 49,9% del capital de Koipe.
Aunque se ha dado por segura la concesi¨®n de autorizaci¨®n por parte del Gobierno a esa operaci¨®n, los ¨²ltimos datos indican que se est¨¢ produciendo un intento de formar un grupo espa?ol, que contar¨ªa con el apoyo del propio Ministerio de Agricultura, para intentar conservar Carbonell en manos espa?olas.
Sin embargo, el propio Miguel Boyer, ministro de Econom¨ªa y Comercio, confirmaba a Alejandro Albert, presidente del Banco Hispano Americano, durante la recepci¨®n ofrecida por el presidente argentino, Ra¨²l Alfons¨ªn, que era bien recibida la operaci¨®n desde los despachos de la calle de Alcal¨¢.
El cierre de la operaci¨®n entre Leiseur y el Hispano Americano -que, seg¨²n el preacuerdo firmado, supondr¨¢ para las arcas de este banco unos ingresos de casi 4.500 millones de pesetas, el 75% de los cuales los recibir¨¢ al contado cuando se formalice el acuerdo- se produjo con una rapidez que sorprendi¨® en los propios medios especializados del sector. Leiseur, que conoc¨ªa desde hace tiempo las conversaciones de la multinacional anglo-holandesa Unilever, su gran rival en el mercado europeo de grasas, para adquirir Carbonell, daba un importante golpe de mano y en tan s¨®lo cinco d¨ªas consegu¨ªa firmar un preacuerdo para la compra de la empresa aceitera y colocar en ella los 3.000 millones de pesetas que le hab¨ªa autorizado su consejo de administraci¨®n para invertir en Espa?a.
Psicol¨®gicamente, la jugada de Guy de Brignac, el presidente director general del grupo -que se encuentra fuertemente implantado en B¨¦lgica, la Rep¨²blica Federal de Alemania y ?frica, y con presencia en el mercado de limpiezas y conservas-, era importante. Com¨ªa una pieza codiciada por su rival Unilever, que, seg¨²n fuentes del propio Banco Hispano Americano, no hab¨ªa ofertado por el total del grupo Carbonell, como era el deseo del vendedor, y le permit¨ªa presentarse a la junta de accionistas de Koipe con una baza importante de cara a los accionistas, a los que ofrecer¨¢ la posibilidad de intercambiar acciones del holding que pretenden formar con la incorporaci¨®n de Carbonell. De esta forma puede controlar dos de las principales compa?¨ªas aceiteras espa?olas por el precio pr¨¢cticamente de una sola.
La lucha por Koipe
Porque, en el fondo, el verdadero desencadenante de toda esta operaci¨®n ha sido la dificultad de conseguir, hasta ahora, el control de la compa?¨ªa Koipe, en la que el grupo franc¨¦s entr¨® directamente en 1980, en un momento en el que la sociedad vasca -fundada hace 30 a?os por un grupo de peque?os empresarios del sector aceitero, encabezado por Juan Alcorta, presidente de honor de la empresa, actualmente retirado de las funciones ejecutivas- ten¨ªa necesidad de dinero fresco a causa de la pol¨ªtica de control de precios sobre el girasol establecida por el Gobierno. La entrada de Leiscur signific¨® para Koipe un importante refuerzo a nivel de gesti¨®n y la modernizac¨ª¨®n de cara a la entrada de Espa?a en el Mercado Com¨²n.
Para formalizar esa nueva uni¨®n hispano-francesa, el 30 de octubre de 1980 se firma un acuerdo, conocido como protocolo de La Carolina, en el que se establece que, para salvaguardar la mayor¨ªa espa?ola de los 15 miembros del consejo de administraci¨®n, "ocho ser¨¢n personas f¨ªsicas o jur¨ªdicas designadas por las acciones actualmente en circulaci¨®n" lo que aseguraba la mayor¨ªa espa?ola. Asimismo, en el citado protocolo se preve¨ªa que, en caso de problemas o faltas de entendimiento entre los accionistas, se recurrir¨ªa al reglamento de conciliaci¨®n y arbitraje de la C¨¢mara Internacional de Comercio, que se llevar¨ªa a cabo en Ginebra.
Tras una corta luna de miel entre ambas partes, se producen los primeros enfrentamientos serios. La direcci¨®n de Koipe se opone a los planes de gesti¨®n del accionista galo, considerando un error la estrategia que se pretende adoptar, y a partir de ese momento comienzan las hostilidades y la falta de entendimiento entre el principal accionista y la presidencia y direcci¨®n de la empresa. Leiseur se plantea, a partir de entonces, la toma directa del control de la sociedad con el menor coste posible, aunque en la estrategia que pone en juego no se reconoce p¨²blicamente que se desee controlar de iure la sociedad. El presidente de Leiseur, alegando incumplimientos por parte de la direcci¨®n de Koipe, comunica, en carta a Alcorta el 7 de febrero, la desvinculaci¨®n de su grupo de "cualquier obligaci¨®n" del protocolo firmado en 1980, que daba mayor¨ªa a los accionistas espa?oles en el consejo de administraci¨®n. Juan Alcorta responde que la postura francesa es "unilateral y carente de raz¨®n" y a partir de ese momento las posiciones se hacen pr¨¢cticamente irreconciliables y los accionistas franceses deciden pasar a la carga, para hacerse con el control en Koipe, a pesar de que lo desmientan p¨²blicamente.
En un primer momento, ofertan por la adquisici¨®n de un 15% del accionariado, lo que les colocar¨ªa en una mayor¨ªa del 65%, pagando las acciones a un 250%-255%, que se considera un precio razonable por parte espa?ola, pero siempre y cuando se garantizase la cotizaci¨®n m¨ªnima para evitar problemas al resto de los accionistas. La petici¨®n espa?ola no es aceptada, y el grupo Leiseur decide ofertar por el ciento por ciento del accionariado al 200% de su valor. Por parte espa?ola se pide que paguen todas las acciones al 250%, y la negativa del grupo franc¨¦s es rotunda, a pesar de que son poco m¨¢s de 400 millones de pesetas los que separar¨ªan las dos ofertas. Seg¨²n opiniones vinculadas a la propia Koipe, Leiseur dio marcha atr¨¢s porque se apercibi¨® a tiempo del peligro de hacerse con el total del capital de la empresa sin ning¨²n representante espa?ol en el accionariado, lo que podr¨ªa ocasionar problemas de imagen e incluso comerciales para sus intereses.
"Estrategia nefasta"
Sin embargo, a los pocos d¨ªas se produce un cambio de postura de Leiseur, al menos de cara a la galer¨ªa, y su presidente declara p¨²blicamente: "No buscamos el control de Koipe. Nuestro objetivo es poner fin a una estrategia que consideramos nefasta para el porvenir de la empresa". En conferencia de prensa, Guy de Brignac critica la gesti¨®n que se est¨¢ llevando a cabo en Koipe, y subraya que se est¨¢ produciendo una situaci¨®n que podr¨ªa hacerse cada vez m¨¢s delicada a consecuencia del insuficiente capital propio de Koipe (posee 2.847 millones de pesetas de capital y 6.871 millones de fondos propios en estos momentos).
El grupo franc¨¦s no ha querido en ning¨²n caso o¨ªr la m¨¢s m¨ªnima insinuaci¨®n de venta de sus propias acciones. Juan Alcorta, representante de los votos de los accionistas espa?oles en el consejo de administraci¨®n, propuso, al menos tres veces, al grupo franc¨¦s estudiar una oferta espa?ola para volver a adquirir el 49,9% del capital que ostenta Leiseur, a lo que ¨¦ste respondi¨® con un no rotundo. El Banco de Bilbao es el mayor de los accionistas espa?oles en Koipe, a trav¨¦s del Banco Industrial de Bilbao, con un 9% del capital.
La junta de accionistas, que se celebra a nivel extraordinario este fin de semana, va a ser, por el momento, el ¨²ltimo intento del grupo Leiseur por tomar totalmente las riendas de la compa?¨ªa y un postrero esfuerzo del resto del accionariado espa?ol por seguir manteniendo el control de la compa?¨ªa.
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