Paul Taylor es uno de los pocos que hacen danza abstracta, seg¨²n su primera bailarina
"Paul Taylor no tiene una t¨¦cnica determinada pero conoce todas las t¨¦cnicas y todas las utiliza, porque no se limita a ninguna de ellas. As¨ª, puede usar cualquier movimiento que se le ocurra", dice Susan Macguiren, una de las bafiarinas de la Paul Taylor Dance Company, que se present¨® ayer en el teatro Monumental de Madrid. "Sin embargo", dice la primera bailarina, Bettie de Jong, "su estilo es perfectamente reconocible". Y a?ade: "Es de los pocos que hacen danza abstracta".
Para las dos bailarinas de la Paul Taylor Dance Company, una de las m¨¢s importantes aportaciones del bailar¨ªn y core¨®grafo que pone nombre a esta compa?¨ªa neoyorquina, es el hecho de haber elevado el nivel de la danza al terreno dram¨¢tico. El mimo, que es parte de la formaci¨®n de algunos de los bailarines de la compa?¨ªa, es una faceta importante, pero "no fundamental"."La gente sale de ver la danza de Paul Taylor con una sensaci¨®n de energ¨ªa muy fuerte", dice Bettie de Jong. "Porque Taylor tiene la virtud de haber sido capaz de transmitir su energ¨ªa a todos los bailarines de su compa?¨ªa". Mar¨ªa de ?vila, d¨ªrectora del Ballet Nacional de Espa?a, opina que es una compa?¨ªa estupenda, "uno de los mejores ballets contempor¨¢neos del momento". Tambi¨¦n para el bailar¨ªn espa?ol V¨ªctor Ullate, ex director del Ballet Nacional Cl¨¢sico, Paul Taylor es uno de los core¨®grafos contempor¨¢neos m¨¢s importantes. "Su compa?¨ªa tiene una forma muy actual de bailar", dice Ullate. "Su estilo es muy particular; muy de calle. Se camina con ritmo, se corre con ritmo, hay muchas salidas, mucho movirniento. Le va a gustar mucho, sobre todo, a la gente joven. Sus bailarines no observan una formaci¨®n totalmente cl¨¢sica. Es el baile por el baile y se hace como un juego".
La fuerza de la competencia
La Paul Taylor Dance Company ha actuado en m¨¢s de 300 ciudades norteamericanas y ha visitado m¨¢s de 50 pa¨ªses. Si antes no hab¨ªan actuado en Espa?a es porque "quiz¨¢ no hab¨ªa empresarios aqu¨ª interesados en nuestro trabajo", argumenta Bettie de Jong, que no acierta a explicar por qu¨¦ la danza tiene un centro geogr¨¢fico y vital llamado Estados Unidos y, m¨¢s concretamente, Nueva York. "Por alguna extra?a raz¨®n", dice, "los ¨²ltimos a?os est¨¢n dando un incre¨ªble n¨²mero de figuras importantes". "Quiz¨¢ la ventaja est¨¢ en que en Estados Unidos no estarnos limitados por la tradici¨®n, como en Europa; quiz¨¢ se deba a que todav¨ªa se aprecia mucho la iniciativa personal", agrega.El sistema vigente estadounidense que hace posible el esplendor de la danza no se sustenta, sin embargo, en ballets nacionales o subvenciones estatales. "Ni siquiera las m¨¢s grandes compa?¨ªas de danza", dice la primera bailarina de la compa?¨ªa, "cuentan con ayuda estatal ninguna. La enorme competencia existente obliga a la superaci¨®n constante; es u? sistema duro, dur¨ªsimo, pero eficaz... Esto no significa que yo est¨¦ en contra de los ballets nacionales, aunque el caso dan¨¦s, en el que los bailarines son funcionarios, me parece aberrante. Me parece maravilloso que el Estado pague a los bailarines, pero est¨¢ demostrado que el resultado final no es tan brillante".
La variedad de t¨¦cnicas y estilos de los que se alimenta la danza de Paul Taylor son la causa de que, seg¨²n los aficionados, sean tan diferentes entre s¨ª las coreograf¨ªas del bailar¨ªn, que ha creado 80 para su propia compa?¨ªa. La presentaci¨®n en Madrid, con 16 funciones -desde ayer hasta el 7 de julio- y nueve coreograf¨ªas distintas, ofrece la posibilidad de conocer el trabajo de esta compa?¨ªa, que cumple su 29? aniversario.
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