Don Juan Carlos pide a los espa?oles un esfuerzo "en el camino hacia la modernidad"

"Espa?a y los espa?oles necesitamos de cada uno de nosotros y de nuestros pueblos un esfuerzo m¨¢s, porque hemos andado ya lo m¨¢s dificultoso del camino hacia la modernidad", dijo el rey Juan Carlos en el discurso que pronunci¨® al mediod¨ªa de ayer desde el balc¨®n del Ayuntamiento de Santander, en el transcurso de su primera visita oficial a Cantabria. El Rey dijo en la capital de la regi¨®n que no debemos detenernos en los umbrales de un nuevo siglo, cuando las naciones del mundo se preparan para el salto grandioso y plural a otra era.

Durante todo el recorrido por tierras c¨¢ntabras, los Reyes recibieron muestras de afecto y cordialidad, que alcanzaron mayor vibraci¨®n en la capital de la comunidad y en Torrelavega. En esta ciudad se produjeron algunos incidentes, cuando un grupo de vecinos se enfrent¨® al alcalde con gritos y pancartas.Los Reyes comenzaron su jornada en Laredo, en donde en su primer discurso el Jefe del Estado defendi¨® la necesidad de un desarrollo arm¨®nico basado en posibilidades t¨¦cnicas, industriales y tur¨ªsticas. El Rey manifest¨® que "los problemas de Espa?a son muchos, pero no debemos tener ninguna duda sobre las posibilidades de progreso de nuestra naci¨®n". Como ya hizo en viajes anteriores, don Juan Carlos incidi¨® en el tema del proceso auton¨®mico, del que dijo que "se define como una maduraci¨®n de la Espa?a plural dentro de la unidad inalterable de la patria".

En Santander, en donde miles de personas aguardaban a los Reyes en la plaza que lleva el nombre del anterior jefe del Estado, don Juan Carlos afirm¨® que hemos de hacernos responsables ante los problemas que nos acucian, "con la voluntad de Estado y la insobornable identificaci¨®n de unidad nacional, esencial a la vocaci¨®n hist¨®r¨ªca de la Corona".

Proclam¨® asimismo su fe en el la capacidad del pueblo espa?ol para superar las circunstancias adversas. "Recojo con profunda atenci¨®n", afirm¨® el Rey, "los problemas que con realismo, tal como hacen nuestras autoridades, se plantean en cada plaza mayor de Espa?a, en cada pueblo, en los rincones apartados, en el interior, y en nuestros litorales e islas".

En la Men¨¦ndez Pelayo

Tras la apertura del curso de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo, a la que asistieron los Reyes acompa?ados del rector de la misma, Santiago Rold¨¢n, y del presidente del Instituto de Cooperaci¨®n Iberoamericana, Luis Y¨¢?ez, la comitiva real se traslad¨® a Santillana del Mar, en donde se celebr¨® el almuerzo oficial con la participaci¨®n de todas las autoridades auton¨®micas y provinciales.

Posteriormente, tras contemplar una voladura a cielo abierto de la Compa?¨ªa Asturiana de Zinc, en Reoc¨ªn, los Reyes llegaron a Torrelavega, en donde fueron acogidos cordialmente, pero con varias pancartas en las que se pretend¨ªa denunciar ante don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa las supuestas irregularidades que comete el alcalde de la poblaci¨®n, contra el que hubo silbidos y gritos de "?Fuera, fuera!" cuando apareci¨® en la puerta del ayuntamiento, pero tambi¨¦n aplausos de numeroso p¨²blico. El sector de la poblaci¨®n enfrentado con el alcalde tambi¨¦n expres¨® su descontento exhibiendo pancartas con leyendas tales como Con Rotella y su cuadrilla, la democracia no ha llegado. La llegada,de los Reyes termin¨® con esta situaci¨®n en la que dominaba el ambiente de hostilidad hacia el alcalde.

Don Juan Carlos pronunci¨® en Torrelavega el ¨²ltimo discurso de la jornada, en el que afirm¨®: "Debemos convertir a Espa?a entera, con sus valles, monta?as y litorales, en una tarea com¨²n en la que la incitaci¨®n creadora nos una y estimule". "Para ello", dijo tambi¨¦n el Rey, "necesitamos paz, di¨¢logo y una colaboraci¨®n cont¨ªnua entre todas las regiones, sean vecinas o distantes. Somos una naci¨®n creativa y ejemplar en sus hechos universales, que necesita ahora concentrar las energ¨ªas propias para dar el salto hacia el pr¨®ximo siglo". Los Reyes volvieron a Madrid desde Torrelavega, ya que a causa de la niebla no pudieron trasladarse a la localidad de Potes, en los Picos de Europa.

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