Los autores de los dos robos m¨¢s espectaculares del Reino Unido han introducido en la Costa del Sol 1.000 millones de pesetas

Los seis presuntos autores de los dos robos m¨¢s espectaculares de la historia reciente del Reino Unido (Security Express y aeropuerto de Heathrow, con un bot¨ªn de 7.500 millones de pesetas) han introducido en la Costa del Sol espa?ola cerca de 1.000 millones de pesetas, seg¨²n fuentes bancarias y policiales. Gran parte de este dinero permanece en cuentas corrientes y cajas de seguridad de diversos bancos, mientras el resto ha sido invertido en casas, apartamentos y chal¨¦s de lujo. Por su parte, los ladrones m¨¢s buscados por Sotland Yard han tomado precauciones para despistar a la polic¨ªa y a los periodistas, despu¨¦s de conocerse su presencia en Espa?a.

Los seis ladrones de lujo se instalaron en Espa?a a mediados de 1983, a?o en el que introdujeron en el pa¨ªs la mayor parte de las cantidades mencionadas. Los 1.000 millones fueron entregados en met¨¢lico y mediante algunas transferencias de bancos londinenses.Los bancos donde se encuentra depositado el dinero en la Costa del Sol son el Zaragozano, el de Andaluc¨ªa y el Atl¨¢ntico, aunque en medios policiales no se descarta que hayan utilizado alguna otra entidad.

Fuentes policiales de M¨¢laga han reconocido a EL PA?S que los funcionarios del grupo de delincuencia internacional mantienen una discreta vigilancia de los cinco ladrones -de los seis, uno fue detenido a principios de 1984 en Londres y mantiene todav¨ªa sus propiedades en Espa?a-. Asimismo, estas fuentes no descartan que Scotland Yard mantenga secretamente algunos funcionarios brit¨¢nicos en la Costa del Sol para vigilar a los cinco delincuentes que permanecen en Espa?a, ya que la polic¨ªa brit¨¢nica no puede actuar en el pa¨ªs si no es mediante la correspondiente rogatoria.

Seg¨²n las citadas fuentes, las inversiones en la Costa del Sol de los cinco autores de estos robos superan los 100 millones de pesetas, lo que es considerado en determinados medios policiales como una operaci¨®n de la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Judicial, que dirige Francisco Saavedra, para difuminar la imagen de que la Costa del Sol es poco menos que un refugio de delincuentes internacionales.

Medios policiales tambi¨¦n han explicado que es posible que Francisco Saavedra no tenga conocimiento de las pesquisas practicadas en M¨¢laga por el reducido grupo de funcionarios a cuyo cargo se hallan estas investigaciones. Por otra parte, tampoco se descarta que la cifra real de dinero introducido en el pa¨ªs sea incluso superior a la cifra detectada de 1.000 millones, puesto que podr¨ªan existir otros env¨ªos no conocidos por la polic¨ªa.

Los funcionarios del grupo de delincuencia internacional de la comisar¨ªa de M¨¢laga elaboraron recientemente un amplio informe sobre las inversiones y actividades de los ladrones, el cual, seg¨²n la polic¨ªa, fue enviado posteriormente a un juez de M¨¢laga.

Los cinco ladrones residentes en la Costa del Sol siempre han mantenido una vida reservada en la costa andaluza, pero tras hacerse p¨²blica su presencia en Espa?a han restringido sus salidas y sus contactos con sus amigos y no frecuentan discotecas ni bares. En alguna ocasi¨®n salen a "alg¨²n lugar tranquilo a tomar una copa", pero no suelen relacionarse con nadie, ni siquiera con sus propios vecinos.

Se mantienen "distantes" de la gente y no suelen verse entre ellos con frecuencia. Ninguno de los cinco ha querido hablar con la prensa.

Precauciones

El cerebro de la banda, Clifford Eric Saxe, de 58 a?os, que, seg¨²n Scotland Yard rob¨® 1.500 millones de pesetas a la compa?¨ªa de seguridad Security Express, contin¨²a viviendo en la urbanizaci¨®n La Capellan¨ªa, una de las m¨¢s lujosas de Benalm¨¢dena. All¨ª compr¨® dos amplios chal¨¦s -Villa Erika y Villa Gemma-, donde permanece escondido. La disposici¨®n de los chal¨¦s, que se encuentran pr¨¢cticamente unidos, permite a Cliff, como le llaman sus amigos, dominar desde las terrazas los accesos a ambas viviendas. Si el veh¨ªculo que se acerca no es conocido, Clifford Saxe se refugia inmediatamente en el interior de la villa.

Un amigo alem¨¢n de Saxe, Heinrich Lutzeler, permanece largo tiempo en su chal¨¦. La visita de dos redactores de EL PA?S a sus villas fue acogida con evidente desagrado por Heinrich Lutzeler, quien, tras ser informado de que los visitantes s¨®lo quer¨ªan conversar unos minutos con Clifford Saxe, respondi¨® que "Cliff no habla con periodistas, no se encuentra aqu¨ª y no volver¨¢".

Ronald John Knight y Frederick Gerald Foreman, ambos acusados por Scotiand Yard de haber tomado parte en el m¨¢s importante de los dos robos, en el que consiguieron evadir tres toneladas de oro del aeropuerto londinense de Heathrow sin dejar huella, viven en la urbanizaci¨®n La Alcazaba, una de las m¨¢s lujosas de Marbella.

Ronald Knigth lleva varios d¨ªas sin aparecer por su apartamento y por su casa de La Capellan¨ªa, en Benalm¨¢dena, que aparenta estar completamente cerrada. Por su parte, Frederick Foreman contin¨²a viviendo en su lujoso apartamento n¨²mero 841 de la Alcazaba, aunque no sale de ¨¦l ni siquiera para ba?arse en la piscina. Su hijo y su hija, ambos de una edad pr¨®xima a los 20 a?os, son los ¨²nicos ocupantes de la casa que en alguna ocasi¨®n salen al exterior.

Seg¨²n residentes de la urbanizaci¨®n, Foreman y Knight han instalado en sus apartamentos sofisticad¨ªsimos sistemas de seguridad. Foreman posee adem¨¢s del 841 otros tres apartamentos que tiene alquilados y Knight adem¨¢s del 2.512, en el que viv¨ªa, tambi¨¦n posee otro que alquila, el 2.413. John James Mason y Ronald James Everett contin¨²an viviendo en el edificio Parque de Marbella, aunque llevan varios d¨ªas sin ser vistos por sus vecinos.

Fuentes policiales de toda solvencia han explicado que es muy posible que el "salto de este asunto a la prensa puede que les haya hecho replantearse su situaci¨®n aqu¨ª, aunque mientras no exista un tratado de extradici¨®n con el Reino Unido pueden estar absolutamente tranquilos". Las mismas fuentes han comentado que es muy posible que en los ¨²ltimos d¨ªas los cinco ladrones se hayan reunido para intercambiar impresiones sobre su situaci¨®n en Espa?a.