Ford impide la entrada en la factor¨ªa de Almusafes, desde 1979, a dos sindicalistas
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An¨ªbal Garc¨ªa y Ernesto Bosc¨¢, dos sindicalistas de la factor¨ªa de Ford Espa?a en Almusafes (Valencia) que fueron despedidos en 1979, vuelven a presentarse a las elecciones sindicales que hoy se celebran en la f¨¢brica a pesar de que su peculiar situaci¨®n laboral y jur¨ªdica les impide entrar en el centro de trabajo y realizar campa?a. Los sindicalistas forman parte de la candidatura del Colectivo Unitario y Aut¨®nomo de Trabajadores (CUAT), que es una plataforma sindical integrada por sectores radicales que abandonaron CC OO.
Desde la fecha de su despido, a finales de 1979, An¨ªbal Garc¨ªa, oficial de mantenimiento, y Ernesto Bosc¨¢, especialista, perciben su sueldo en casa de forma religiosa mientras los tribunales de justicia y la empresa encuentran una salida a este contencioso ins¨®lito en nuestro pa¨ªs. A pesar de que las distintas instancias de la Administraci¨®n de Justicia han considerado improcedente el despido, la direcci¨®n de Ford Espa?a se ha negado a la readmisi¨®n formal de los dos dirigentes sindicales.
La v¨ªa de los recursos se agot¨® el pasado 29 de mayo, cuando el Tribunal Supremo ratific¨® la sentencia de la Magistratura de Trabajo n¨²mero 8 de Valencia y conden¨® a Ford Espa?a a la indemnizaci¨®n o la readmisi¨®n de los dos sindicalistas. Portavoces de la empresa se?alaron ayer a este peri¨®dico que el caso se encuentra pendiente de un tr¨¢mite de la Magistratura de Trabajo, si bien recalcaron su oposici¨®n a que los dos sancionados se reincorporen a sus empleos.
Quieren trabajar
An¨ªbal Garc¨ªa y Ernesto Bosc¨¢, militantes del Movimiento Comunista del Pa¨ªs Valenciano, se han negado en reiteradas ocasiones a aceptar distintas ofertas de indemnizaci¨®n que representantes empresariales les han ofrecido. "Nosotros", han manifestado, "queremos trabajar y no estamos dispuestos a aceptar ninguna suma de dinero. Nuestra situaci¨®n puede parecer c¨®moda, pero en realidad supone un intenso desgaste psicol¨®gico. La empresa se niega a la readmisi¨®n para evitar la posibilidad de que vuelva a surgir en la Ford una alternativa sindical radical".Los dos sindicalistas fueron despedidos por segunda vez en 1982 por asistir a una reuni¨®n del comit¨¦ de empresa, al que pertenecen desde hace cinco a?os, y entrar en el recinto de la f¨¢brica.
Expertos en derecho laboral han comentado que esta absurda situaci¨®n podr¨ªa mantenerse de forma indefinida, ya que los dos trabajadores forman parte, a todos los efectos, de la plantilla de Ford. La actitud de la empresa decide en ¨²ltima instancia si los dos sindicalistas pueden incorporarse de forma real y activa a sus antiguos empleos.
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