Sobre los pilotos

La desfachatez que expresa la carta de don Jos¨¦ Mar¨ªa C¨¢novas publicada en EL PAIS del 11 de julio, referida a la huelga de los pilotos, no debe quedar sin respuesta. Es indudable que a casi todos los habitantes de este pa¨ªs nos gustar¨ªa que para Hacienda nos retuvieran cada mes 177.283 pesetas, como le ocurre a don Jos¨¦ Mar¨ªa, ya que son referencia de un aut¨¦ntico sueldazo. Del mismo modo, casi ninguno de nosotros llorar¨ªa una retenci¨®n anual pr¨®xima al, 45%, que implica, seg¨²n la escala de gravamen de 1983, una base imponible superior a los 12 millones de pesetas. En torno a esto comprendo que aseguren los pilotos que su actual huelga no se circunscribe a motivaciones econ¨®micas. ?Faltar¨ªa m¨¢s! En cuanto al n¨²mero de horas de trabajo, variable pero inferior casi siempre a 60 al mes, representa menos de la mitad de las que trabaja la gran masa de poblaci¨®n activa, probablemente muchas menos que las que pierden los millones de parados buscando empleo y, de forma insultante, much¨ªsimas menos que las que dedican algunos profesionales a trabajos casi siempre ingratos, mal remunerados y de elevad¨ªsima responsabilidad, como puede ser el de los m¨¦dicos rurales, con horario de 24 horas al d¨ªa. Hablando de responsabilidades, que me expliquen qu¨¦ diferencia existe entre la de los pilotos de avi¨®n y la del resto de los trabajadores que se ocupa del transporte de pasajeros, como pueden ser los conductores de autob¨²s, salvo porque los controles y medios t¨¦cnicos con que cuentan los modernos aviones disminuyen la probabilidad de accidente a¨¦reo muchas veces con respecto a la que existe de accidente en la carretera. Lo que ocurre es que aqu¨¦l es espectacular, introduciendo un componente de terror en el inconsciente colectivo que subjetiviza hacia una sobreestimaci¨®n de la responsabilidad.No espero que esta carta sirva para la reflexi¨®n de un gremio que se muestra extremadamente corporativista e insolidario, pero s¨ª para que adviertan el estado de opini¨®n que ha creado una huelga que ya se ha denominado de los conductores de autob¨²s distinguidos. Con el deseo ¨ªntimo de que la pierdan.-