La alternativa rockera de Ramonc¨ªn
En este reventante mes de Julio Ermitas, Ramonc¨ªn tuvo el honor y el placer, desde un famoso concierto que dio en televisi¨®n, de tomar la alternativa, pasando de una caliginosa oposici¨®n novillera al rutilante poder del pincha y corta.Un magn¨ªfico grupo mixto, que sab¨ªa lo que se hac¨ªa, tuvo la delicada misi¨®n de mimar y sincronizar con la voz intropropulsada del chulo de terciopelo que intentaba hacer llegar, cantando, a la juventud un discurso que realmente les dijera algo que les convenciera por su accesibilidad. Y aqu¨ª Ramonc¨ªn convenci¨® ortodoxamente, como si dij¨¦ramos.
Ramonc¨ªn tuvo en principio un p¨²blico lanzatomates de tomo y lomo, al que provocaba desde su eslogan del rey del pollo frito al fondo a mano derecha, y que en modo alguno correspond¨ªa lo deseable a sus fintas de resoluto, como un rey se merece, porque es obvio que en el microcosmos art¨ªstico, al p¨²blico (v¨¦anselas secciones de esquelas musicales) no se le debe agredir ni provocar. Al respetable hay que, l¨®gicamente, respetarle y, m¨¢s a¨²n, sugerirle, al margen de la hipot¨¦tica delectaci¨®n de puertas adentro que va incluida en el precio de la entrada.
El discurso pol¨ªtico de Ramonc¨ªn, con cantos a Nicaragua y a la libertad, fue acertadamente rubricado con el aplauso del auditorio y, como siempre ocurre en la historia de la pol¨ªtica, las onomatopeyas (las de Ramonc¨ªn eran ?guauuu!) no se explican jam¨¢s, y menos a¨²n se le ponen subt¨ªtulos denotativos.
Ramonc¨ªn apareci¨® en televisi¨®n con una dicci¨®n filial a la versi¨®n vallecana del vasco Andi¨®n y con una performance al modo del rubio de oro, pero quit¨¢ndose un pelo de la boca adherido al micr¨®fono en un gesto patricio de aversi¨®n por lo plebeyo, en una mueca apol¨ªnea de ropa dionisiaca del corte brit¨¢nico. Ramonc¨ªn gusta, o no, porque s¨ª, a veces sin mayor explicaci¨®n. La m¨²sica, el arte, la cultura, la vida misma, pueden ser una buena excusa para hacer pol¨ªtica de/con ellas y asegurarse as¨ª el caviar...,-
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