El gigante alem¨¢n Gross pierde por cuatro cent¨¦simas de segundo su tercera medalla de oro
ENVIADO ESPECIAL, Michael Gross es el rayo que no cesa. Por cuatro cent¨¦simas no alcanz¨® la consagraci¨®n absoluta, al no poder impedir el triunfo y la revancha de Estados Unidos en el relevo de 4 x 200 metros libres. Hab¨ªa salido, sin embargo, un segundo y 56 cent¨¦simas despu¨¦s que el norteamericano Hayes. Est¨¢ claro que no quiere dejar pasar ni una sola oportunidad de ser la figura de los Juegos. Se esperaba ver ganar a Morales en los 100 mariposa, pero venci¨® ¨¦l, quit¨¢ndole incluso el r¨¦cord mundial. Ya no llegar¨¢ a las cuatro medallas de oro, pero lleva dos (como r¨¦cords) y a¨²n le queda la tercera en los 200 mariposa, donde tambi¨¦n posee la plusmarca mundial. Todo esto ocurri¨® en la madrugada espa?ola del martes.
Al gigante alem¨¢n ni siquiera se le resisten las distancias cortas. Consigue poner en movimiento r¨¢pidamente sus dos metros de humanidad y ya no hay quien lo frene. Hayes le gan¨®, pero nad¨® el ¨²ltimo relevo de la prueba reina por equipos en 1.48.41. Gross lo nad¨® en 1.46.89, medio segundo menos que su r¨¦cord mundial, aunque no sea homologable al no tratarse del primer relevo.El alem¨¢n alcanz¨® ya al norteamericano casi a los 75 metros y lo super¨® pasados los 100. En el ¨²ltimo largo de piscina, sin embargo, Hayes, que tiene un final terror¨ªfico, volvi¨® sobre Gross, que algo cansado de la final anterior de 100 mariposa y del esfuerzo para emparejarse, no sac¨® provecho esta vez de su estatura. Era demasiado. Pero su superioridad hab¨ªa vuelto a quedar de manifiesto.
Mike Heath, plata en los 200 libres individual tras Gross, puso ya a Estados Unidos con ventaja en el primer relevo del equipo titular. El segundo alem¨¢n acort¨® distancias, y Float (que utiliza aparatos en las dos orejas porque es sordo) se volvi¨® a ir en la tercera posta, por lo queGross, como se esperaba, tuvo que hacer todo el trabajo. En la impresionante lucha qued¨® hecho a?icos el r¨¦cord mundial matinal de 7.17.87, por m¨¢s de dos segundos: 7.15.69 y 7.15.71.
Estados Unidos, el gran derrotado en tres pruebas de cinco, pese al ¨¦xito del relevo, perdi¨® ante Gross un t¨ªtulo con el que contaba. La RFA, que tambi¨¦n logr¨®, por medio de Schmidtke el t¨ªtulo del kil¨®metro contra reloj de ciclismo en pista, aprovech¨¢ndose en el vel¨®dromo de la ausencia de la RDA, lo hace mucho mejor, por el momento, que Ruman¨ªa, y adem¨¢s quita t¨ªtulos a los anfitriones.
S¨®lo un fallo
El albatros alem¨¢n, un gigante de otro planeta, parece destinado a ser el vengador de los ausentes. S¨®lo ha fallado una vez, porque luchaba contra m¨¢s que un rival. En cualquier caso, su figura se ha agigantado a¨²n m¨¢s de lo que ya aparenta. Con su cara que recuerda a un p¨¢jaro, y tras ganar los 100 mariposa, abandon¨® su seriedad de alto desgarbado para estallar de alegr¨ªa por un triunfo que no ten¨ªa ni mucho menos claro como el anterior de 200 libres, su mejor distancia. Gui?aba el ojo derecho porque le molestaba el sol en el podio y hab¨ªa subido a ¨¦l con gestos significativos.
"I'm happy. It's great" (Soy feliz. Es grande). Al igual que Lundquist la jornada anterior, las mismas palabras, los mismos gestos, s¨®lo que a bastantes cent¨ªmetros m¨¢s de altura y con un f¨ªsico mucho menos proporcionado. Tambi¨¦n sali¨® r¨¢pidamente del agua para expresar su alegr¨ªa, mientras Morales que daba desolado, abrazado a las corcheras. El sue?o del cubano-norte americano hab¨ªa durado 50 metros solamente, porque el gran Gross, pese a venirle cortos los 100, hab¨ªa tenido tiempo de superarlo en los ¨²ltimos instantes. los muchos cent¨ªmetros de diferencia de altura (de 2,01 a 1,87 metros) parec¨ªan haber sido decisivos.
Morales, un felino acu¨¢tico, que desliza m¨¢s que Gross pero no tiene su potencia, pas¨® el primer largo en 24.76, s¨®lo una cent¨¦sima menos que Gross, pero en cuanto viraron ambos se tuvo la sensaci¨®n de que muy dif¨ªcilmente podr¨ªa conservar su ventaja.
Gross ha conseguido aplicar incluso su potencia a la velocidad. Por algo mejor¨® recientemente durante los campeonatos alemanes (donde super¨® igualmente el mundial ahora batido de 200 libres) el r¨¦cord europeo de los 100 metros de mariposa, con 53.78, a 40 cent¨¦simas del mundial de Morales Ahora se ha puesto 30 cent¨¦simas por delante. Una nueva barrera, la de los 53 segundos, est¨¢ a punto de caer. La nataci¨®n contin¨²a imparable en su mejora de r¨¦cords.
Dos fracasos de EE UU
En la segunda jornada de la nataci¨®n cay¨® un tercer r¨¦cord mundial (o cuarto, con el doble del relevo). El canadiense Bauman, poseedor ya de la plusmarca de 400 estilos, pas¨® sus apuros, pero gan¨® su primera medalla de oro. A este ciudadano del mundo, nacido en Checoslovaquia, de padres checos, y que vivi¨® en Sur¨¢frica para acabar en Canad¨¢, le queda a¨²n por ganar el 200.
En 400, s¨®lo el brasile?o Prado, otro estudiante en Estados Unidos, antiguo plusmarquista mundial, le plante¨® dificultades. Bauman se puso en cabeza al final del tercer relevo de braza, tras escaparse Prado en mariposa y espalda, y aunque el brasile?o tuvo una reacci¨®n en el primer largo de libre, el canadiense, m¨¢s estilizado que el peque?o y potente Prado, resisti¨® y super¨® su r¨¦cord mundial por 12 cent¨¦simas, 4.12.41. Despu¨¦s de la eliminaci¨®n matinal de Gribble en los 100 mariposa, el fracaso norteamericano se acentu¨®, al no conseguir siquiera medalla ni Vasallo, cuarto tras remontar posiciones, ni Kostoff, sexto.
La otra decepci¨®n local fue en los 200 braza, aunque Susan Rapp hizo m¨¢s de lo esperado y acos¨® a la holandesa Ottenbrite, que logr¨® lo que no pudo conseguir su compatriota Verstappen en libre, la medalla de oro. La prueba, sin sovi¨¦ticas (en su gran prueba femenina) y alemanas orientales, fue muy pobre y adem¨¢s fall¨® la japonesa Nagasaki.
La otra alegr¨ªa norteamericana, pero con Kristin Otto y Birgit Meineke en el recuerdo, fue en los 200 libres femeninos. No consiguieron sus nadadoras dos medallas de oros esta vez, pero s¨ª oro y plata. La otra variante fue que Cynthia Woodhead no pudo lograr lo de los veteranos Lundquist y Caulkins. Esper¨® cuatro a?os, pero s¨®lo por la plata.
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