Una 'madre alquilada' australiana se niega a entregar el hijo concebido por encargo
Una madre alquilada australiana que concibi¨® un hijo por inseminaci¨®n artificial ha decidido no entregar el reci¨¦n nacido a la pareja sin hijos que se lo encarg¨®. "Lo ¨²nico que una mujer puede sacar de todo esto es dinero", ha dicho la madre alquiler , cuyo nombre no ha sido revelado. "Pero no hay dinero en el mundo que pueda pagarte lo que has hecho".
El caso es resultado de los descubrimientos cient¨ªficos de los ¨²ltimos a?os, y sin duda hubiera levantado una gran pol¨¦mica legal hace tan s¨®lo unas semanas. Sucede, sin embargo, que el nacimiento del ni?o se ha producido en el Estado australiano de Nueva Gales del Sur, donde se acaba de estrenar una ley sobre concepci¨®n artificial, que establece claramente que el donante del esperma no tiene ning¨²n derecho legal sobre la criatura.Esta historia empez¨® hace poco m¨¢s de a?o y medio, cuando una pareja sin hijos de Sydney decidi¨® buscar un camino poco ortodoxo para conseguir el hijo que tanto deseaban. Ni los m¨¦dicos ni la v¨ªa de la adopci¨®n les, daban esperanza alguna, por lo que pusieron un anuncio en un peri¨®dico de barrio pidiendo alguien que estuviera dispuesto a "ayudar a una pareja sin hijos".
Se pusieron en contacto con una mujer, madre ya de seis hijos. Esta mujer no quer¨ªa otro hijo para s¨ª, pero no tuvo inconveniente en concebir otro para entregarlo a la pareja inmediatamente despu¨¦s del nacimiento. El acuerdo, evidentemente, no ten¨ªa valor legal alguno y depend¨ªa exclusivamente de la buena fe de todas las partes implicadas.
Todo parec¨ªa indicar que la madre de seis hijos era la candidata ideal para alquilar. No quer¨ªa m¨¢s hijos y su marido hab¨ªa amenazado con divorciase si se quedaba con el que no era suyo. Lo que nadie hab¨ªa previsto era la evoluci¨®n psicol¨®gica de una mujer a lo largo de su embarazo.
Una forma irreal
"Al principio", ha declarado, "es f¨¢cil ver las cosas de una forma irreal. Cuando a¨²n no hay beb¨¦, es f¨¢cil ser idealista. Creo que empec¨¦ a lamentarme cuando not¨¦ sus primeros movimientos( ... ) A veces los hombres que est¨¢n desesperados por tener hijos tienen grandes planes para su hijo y heredero. No quiero que mi hijo tenga que cumplir estas expectativas o se sienta presionado para cumplir los deseos y sue?os de otro".
Este caso ha popularizado algunos aspectos de la ley de Concepci¨®n Artificial recientemente aprobada en Nueva Gales del Sur. Si bien no trata directamente sobre las llamadas madres de alquiler, de hecho las dificulta al se?alar claramente que los donantes de esperma no tienen absolutamente ning¨²n derecho sobre las criaturas nacidas mediante inseminaci¨®n artificial. En cuanto a padres de tales criaturas, la nueva ley establecece que ser¨¢ el marido de la madre, a menos que pruebe que no consinti¨® en la inseminaci¨®n artificial.
Como resultado de esta nueva concepci¨®n legal, puede darse el caso de que una criatura no pueda tener padre legal, por no aceptarlo el marido de su madre y no poder reclamarlo el donante del esperma.
Frente a esta ley de Concepci¨®n Artificial del Estado de Nueva Gales del Sur, que s¨®lo trata de la paternidad, el Estado de Victoria -sede del equipo pionero en inseminaci¨®n artificial y congelaci¨®n de embriones- ha aprobado una ley que trata tambi¨¦n de la maternidad. De la misma forma que los donantes de esperma no tienen ning¨²n derecho ni obligaci¨®n con respecto a las criaturas que de ellos se deriven, tampoco las donantes de ¨®vulos pueden reclamar ninguna relaci¨®n legal con los beb¨¦s que de ellos nazcan.
Esta legislaci¨®n parece coincidir con la experiencia de esta madre alquilada de Nueva Gales del Sur, que preven¨ªa a las mujeres que puedan sentirse tentadas por la experiencia, sea por caridad o por dinero: "Va en contra de todos los sentimientos f¨ªsicos y emocionales".
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