La Joven Orquesta Nacional de Espa?a se prepara para su primera gira art¨ªstica
Ante su primera gira art¨ªstica, la cuerda de la Joven Orquesta Nacional de Espa?a (JONDE) tom¨® posesi¨®n del colegio universitario Mar¨ªa Cristina, de San Lorenzo de El Escorial, edificio anejo al monasterio de Juan de Herrera. Los mismos altos claustros que en tiempos habitaron monjes agustinos y la misma luz que un s¨¢bado de agosto desciende por las claraboyas acogen desde el pasado d¨ªa 3 de agosto a los int¨¦rpretes m¨¢s j¨®venes, devorados por una pasi¨®n exquisita: la m¨²sica.
El viento de la formaci¨®n musical se encuentra concentrado en el castillo-palacio de Magalia, en las. Navas del Marqu¨¦s, pero un mismo arco se tensa en el aire, porque, despu¨¦s de la brillante presentaci¨®n el pasado 15 de enero en Madrid -que hizo decir a L¨®pez Cobos: "El futuro ha comenzado"-, la Joven Orquesta se pondr¨¢ de nuevo in marcha el pr¨®ximo domingo. Al curso que termina el pr¨®ximo 24 de agosto asisten los 51 miembros de la JONDE, 39 aspirantes y 37 invitados. Ayer se desplazaron a Magalia para ensayar al completo, antes de dar sus primeros conciertos: el 19 en la misma Magalia, el 20 en ?vila y los d¨ªas 23 y 24 en Segovia y Valladolid, respectivamente, antes de la prueba de fuego del d¨ªa 25 en el Festival Internacional de Santander, que con el concierto de Gij¨®n, el d¨ªa 26, dar¨¢n paso a la gira por Galicia, desde Ribadeo (el 27 de agosto) hasta Lugo (el 9 de septiembre), pasando por villas y ciudades del interior y de la costa.Para el tambi¨¦n joven director Edmond Colomer, de 32 a?os, batuta de la Hertfordshire Chamber Orchesta, de Londres, la situaci¨®n de la Joven Orquesta . es bastante ideal; pretende contribuir a la formaci¨®n de m¨²sicos j¨®venes". La idea no es, ni ha sido nunca, formar una orquesta profesional. Colomer subraya el car¨¢cter eminentemente pedag¨®gico de la experiencia: "No cobran ni un duro, est¨¢n becados. La orquesta es para formarse, no para vivir".
El arte por el arte
De los claustros y pasillos del colegio universitario Mar¨ªa Cristina brotan entremezclados los sonidos de violines, chelos, contrabajos, que por su diversidad de fuentes y partituras no se convierten en una melod¨ªa ¨²nica. Pero una tonalidad quebradiza parece envolver el entorno que habitaron los monjes agustinos. Franquear la entrada del antiguo convento supone profanar con el tiempo la exquisitez de unos muchachos enamorados de su arte. "A muchos m¨²sicos profesionales no les interesa la m¨²sica, sino el dinero", manifiesta con convicci¨®n Imma Grimalt, catalana de 22 a?os, que abraza el contrabajo con una violenta dulzura. Confiesa que su relaci¨®n con el instrumento es "amistosa y directa. Si no me relaciono con ¨¦l, no puedo tocarlo". Imma lo escogi¨® porque "me encanta hacer el bajo, sentir todo el peso de la orquesta encima tuyo. Te sientes el coj¨ªn y la base. Tocando el bajo siento toda la orquesta detr¨¢s, siento m¨¢s la armon¨ªa".La franqueza es una constante entre los j¨®venes que. integran la formaci¨®n. Hablan sin temor de lo que prefieren, como Paco Lozano, de Segorbe, Castell¨®n, que piensa en voz alta: "Despu¨¦s de aqu¨ª, una orquesta profesional; excepto los que van de solistas". Imma interviene y propone que es mejor una orquesta de c¨¢mara, quiz¨¢ porque coincide con Paco en afirmar que entre los m¨²sicos est¨¢ m¨¢s asimilado el "sentido de funcionario" que el de artista. Silvia Talisca, viola de 25 a?os, barcelonesa, tercia en el debate con un punto de reflexi¨®n: "Muchos profesionales no se han planteado por qu¨¦ tocan. A nosotros nos gusta tocar, es muy distinta esta orquesta de las profesionales". Sin embargo, rechazan para s¨ª el calificativo de exquisitos o de privilegiados.
Siempre la m¨²sica
"La diferencia entre una orquesta tradicional es que el m¨²sico profesional se ha hecho m¨²sico para comer. Es una diferencia de estilo y de convivencia", sentencia Silvia. Los j¨®venes miembros de la JONDE, de edades comprendidas entre los 16 y los 25 a?os (aunque si ingresan con 24 a?os pueden permanecer tres m¨¢s en la orquesta), son en su mayor¨ªa valencianos y catalanes, aunque proceden de toda Espa?a. Una corriente com¨²n de afecto y camarader¨ªa preside las relaciones entre los integrantes de la Joven Orquesta. "Cuando les preguntas por sus aficiones", precisa Javier Mu?iz, tutor y encargado de prensa, "la respuesta suele ser invariable: la m¨²sica. No viven para otra cosa. Mar¨ªa Ros, por ejemplo, es una practicante de la guitarra y el chelo que desde que se levanta, a las ocho, hasta las doce, en que se acuesta, no deja de ensayar". "Todo el tiempo libre lo suelen dedicar a la m¨²sica", asegura Mu?iz con esa ternura que parece envolver todo el convento, que es universidad en el per¨ªodo lectivo.Junto a los balcones llamados de la botica, donde se tend¨ªan los enfermos para respirar el aire sirra, contemplaciones de la sierra, El¨ªas Arizcuren, chelista de la nacional y profesor de los conservatorios de Utrech y Rotterdam, se toma su tiempo con un joven amante del violonchelo, Joaco Ruiz, madrile?o, que con 16 a?os es el m¨¢s joven integrante de la orquesta. Las seis suites de Johann Sebatian Bach se atirantan en el arco. "Sin acento en las corcheas", le dice con suavidad Arizcuren a su pupilo, que repite con los ojos muy abiertos, mientras una compa?era asiste en silencio. La tarde declina sobre el monasterio, y Arizcuren insiste: "Tienes que ser m¨¢s intenso". "Son 11 profesores", relata Mu?iz, "est¨¢n encantados con el nivel que han encontrado en los chicos".
Carmen Santonja, la mitad de Vainica Doble, est¨¢ sentada con su hermana en un rinc¨®n del claustro. No tiene conciertos este verano y escucha con deleite las r¨¢fagas que caen sobre los parterres desde galer¨ªas y ventanas. Alex Loscertales, de 24 a?os, toca el viol¨ªn en camiseta y posa junto a su Compa?ero Juan Mart¨ªn, de 18, ante una ventana que da a la fachada del monasterio de San Lorenzo. El viento agita un brazo de mimosas, y Juan cuenta su primer flechazo con la orquesta. "Solicit¨¦ venir aqu¨ª al cursillo y me aprobaron, Me qued¨¦ con la orquesta, y la orquesta se qued¨® conmigo". Es pr¨®digo en elogios: "Esto es magn¨ªfico, y aprendes un mont¨®n. Y el ambiente que se respira, todo m¨²sica. Es precioso esto". Alex, violinista de Barcelona, corrobora: "Se trata de un trabajo en conjunto bien hecho, cosa rara en Espa?a". Y apunta con sorna: "Somos la promoci¨®n antifranquista".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.