Dos ultraderechistas solicitan su reinserci¨®n social tras arrepentirse por escrito y revelar el escondrijo de sus armas

Los jovenes ultraderechistas Antonio Salmer¨®n y Ricardo S¨¢enz de Ynestrillas -hijo del comandante del mismo nombre condenado por su participaci¨®n en la intentona golpista conocida, por Operaci¨®n Galaxia- recluidos en la c¨¢rcel de Meco en espera de juicio, han solicitado acogerse a la reinserci¨®n social, y, como prueba de su arrepentimiento, facilitaron ayer la localizaci¨®n, de las armas que ten¨ªan escondidas en un agujero en los montes de Toledo.

Los abogados de los dos j¨®venes presentaron ayer en la Audiencia Nacional su escrito de conclusiones provisionales en la causa que se sigue, contra ambos por el robo a punta de pistola de las armas a la dotaci¨®n de un coche patrulla de la Polic¨ªa Nacional cuando proced¨ªa a identificarles, en octubre de 1983, en la calle de Augusto Figueroa, en Madrid. Los dos j¨®venes iban acompa?ados en aquel momento por el presunto jefe del grupo, Gerardo L¨®pez Laguna, que se encuentra huido. Con las conclusiones de los abogados fue presentado el croquis (ver, gr¨¢fico adjunto) para localizar las armas.Igualmente, los abogados han entregado en el Ministerio del Interior un escrito donde ambos defensores, Antonio y Fernando Mu?oz Perea, solicitan que se apliquen a los dos ultraderechistas las medidas de gracia y reinserci¨®n social, "queriendo demostrar su. patente voluntad de arrepentimiento mediante la entrega a las autoridades de las armas que se utilizaron en los hechos que se persiguen".

Fernando Mu?oz Perea, abogado de Antonio Salmer¨®n, afirm¨® que tiene intenci¨®n de dar traslado de la petici¨®n de reinserci¨®n al Defensor del Pueblo, "con la esperanza de que la tramite en la misma medida en que lo ha hecho con personas de ideolog¨ªas diferentes".

S¨¢enz de Ynestrillas y Salmer¨®n fueron detenidos el 6 de abril de 1984 en Madrid, adonde se hab¨ªan trasladado desde Portugal para visitar a sus novias. En el momento de la detenci¨®n, a ambos les fueron ocupados documentos de identidad falsificados. Las armas de los polic¨ªas fueron recuperadas, pero no el resto de las armas del grupo, que se supon¨ªa estaban en poder de L¨®pez Laguna.

Recientemente, S¨¢enz de Ynestrillas y Salmer¨®n han enviado una carta dirigida al tribunal que los ha de juzgar, en la que se?alan que el per¨ªodo que han pasado en prisi¨®n les Iva hecho meditar sobre su vida pasada y que est¨¢n arrepentidos. "No estamos dispuestos", dice la carta, "a seguir por el camino que hab¨ªamos tomado, que est¨¢ destrozando nuestras vidas y la de nuestras familias; nos Zustar¨ªa, en cuanto sali¨¦ramos de prisi¨®n, reintegramos a la vida social nacional, seguir nuestros estudios y dejar de un lado todas estas chiquilladas que hemos venido cometiendo".

Los dos j¨®venes solicitan carta la libertad provisional. alegando que "no hemos hecho nada a nadie, o, como creemos que se dice en t¨¦rminos legales, no tenemos delitos de sangre". "Para que quede clara nuestra voluntad de no volver a reincidir, las armas -si a eso se le pueden llamar armas- con las que tuvimos el incidente no se las llev¨® el huido L¨®pez Laguna, sino que las escondimos en Pe?afiel, en los montes de Toledo, cerca de Cereceda. En una cueva que hay en la cara noroeste de Pe?afiel, a la entrada, junto a un ¨¢rbol y unas tapias".

Los letrados, en su escrito de conclusiones provisionales, reconocen la participaci¨®n de ambos j¨®venes en un delito de robo con intimidaci¨®n y otro de tenencia il¨ªcita de armas, por lo que solicitan la imposici¨®n de dos penas de seis meses y un d¨ªa. Tambi¨¦n solicitan una pena de un mes y un d¨ªa por falsificaci¨®n de documento de identidad.

Como calificaci¨®n alternativa, los letrados estiman que pudo darse el delito de atentado, en lugar del de robo con intimidaci¨®n. La pena que le corresponde es la misma. Los defensores estiman que no existe delito de pertenencia a banda armada, por no tener el grupo entidad suficiente.

El fiscal de la Audiencia Nacional solicit¨® recientemente penas de 14 a?os y 3 meses para Antonio Salmer¨®n; y de 8 a?os y 4 meses para Ricardo S¨¢enz de Ynestrillas, por pertenencia a banda armada, robo con intimidaci¨®n en concurso con atentado a la autoridad y otros.

El fiscal pide tambi¨¦n seis a?os y un d¨ªa de prisi¨®n para Eduardo Cubero Butrague?o, por colaboraci¨®n con banda armada, ya que ocult¨® en su domicilio a los tres j¨®venes, aun sabiendo su militancia y los hechos que hab¨ªan cometido.

Seg¨²n el escrito de conclusiones de la defensa, S¨¢enz de Ynestrillas y Salmer¨®n se relacionaron con un grupo de j¨®venes "que pretend¨ªa la legalizaci¨®n de la asociaci¨®n pol¨ªtica denominada Legi¨®n de San Miguel Arc¨¢ngel, que pretend¨ªa, dentro de la legitimidad pol¨ªtica, fines cristianos y nacionalistas". El grupo, seg¨²n el citado escrito, se reduc¨ªa a cuatro o cinco j¨®venes que carec¨ªan de medios econ¨®micos y estructura.

El 1 de octubre de 1983, siempre seg¨²n el escrito, ayudaron, a t¨ªtulo de favor, a una tercera persona para trasportar unas armas que calific¨® de inservibles. Las armas eran un subfusil naranjero y una pistola inutilizados y una escopeta antigua. Cuando circulaban por la calle de Augusto Figueroa fueron interceptados por la dotaci¨®n de un coche patrulla de la polic¨ªa. Los j¨®venes entregaron su documentaci¨®n, pero amenazaron con las armas que llevaban a los polic¨ªas, a los que desarmaron para proteger su fuga. Con la excitaci¨®n nerviosa olvidaron los carn¨¦s de identidad que estaban en poder de los agentes.