El cine en las venas
En Europa son raros los novelistas o dramaturgos que escriben guiones de cine. En Estados Unidos son menos raros, y la paradoja hay que buscarla en el hecho de que el cine europeo es, pese a esta circunstancia, m¨¢s proclive que el norteamericano a acercar la literatura a la pantalla.TrumanCapote fue de una estirpe de escritores norteamericanos no s¨®lo impregnados de cine en cuanto tales escritores, sino tambi¨¦n involucrados profesionalmente por la escritura cinematogr¨¢fica considerada en s¨ª misma.
La literatura de todos ellos tienen que ver con el cine, muchas de sus obras fueron convertidas en pel¨ªculas; pero es que, adem¨¢s, escribieron con todo rigor y humildad guiones de cine, a veces de manera an¨®nima, y esto no siempre resulta f¨¢cil para un literato puro, ya que se ve obligado en esta tarea a desterrar su tentaci¨®n de estilo. Capote era de los pocos de su especie que pose¨ªan esa facilidad de desdoblamiento. Alguno de sus relatos fueron llevados al cine -recordemos Desayuno con diamantes, una buena comedia de Blake Edwards, y A sangre fr¨ªa, excelente filme, mezcla de documento social y de relato negro, de Richard Brooks- y ambas novelas, le¨ªdas en libro, llaman por s¨ª solas a la puerta de la pantalla. Los relatos literarios m¨¢s puros de Truman Capote llevan el cine en la sangre.
Intervino Capote como guionista en dos buenas pel¨ªculas: Beat the devil, de John Huston, y Suspense, de Jack Clayton. Especialmente en el segundo su aportaci¨®n fue decisiva, y esto es mucho decir, porque si bien la pel¨ªcula es s¨®lo aceptable tirando a buena, el soporte literario aportado por Capote es de calidades poco comunes, que hay que situar cerca de la perfecci¨®n.
Un trabajo exigenteEl enfoque cinematogr¨¢fico que Capote dio al relato de Henry Miller Otra vuelta al tornillo es impecable y su desarrollo est¨¢ lleno de conocimiento del medio. Jack Clayton, que tradujo a im¨¢genes este gui¨®n con mucho y buen oficio, deterior¨® en parte el exigente trabajo de Capote con algunas f¨¢ciles incursiones, al final del filme, en un barroquismo de juegos fotogr¨¢ficos y sonoros pasados de rosca. Pero la pel¨ªcula se salva porque tras estos excesos hay un gui¨®n de alta calidad y, sobre todo, de no menos alto dominio del lenguaje y la estructura espec¨ªfica del relato cinematogr¨¢fico.
Tal dominio es tambi¨¦n parad¨®jico, porque Capote, que no se prodig¨® como guionista, se manifest¨® en Suspense casi como un escritor rata de estudio, como un endiablado guionista chusquero con docenas de a?os de profesi¨®n a sus espaldas, y no era en absoluto as¨ª. Truman Capote pas¨® por el cine, como por todos los lugares donde se detuvo, de largo. Sembr¨® su pasi¨®n por lo perfecto y se fue.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.