Los marroqu¨ªes y el Congreso libio aprobar¨¢n hoy un¨¢nimemente la propuesta de Hassan II y Gadafi para unir sus dos Estados
El pueblo marroqu¨ª aprobar¨¢ hoy, con una asombrosa unanimidad que puede superar el 99,00%, la propuesta del rey Hassan II de una uni¨®n de Estados entre Libia y Marruecos, en la que se prev¨¦ que "toda agresi¨®n contra uno de ellos ser¨¢ considerada como una agresi¨®n contra el otro"Simult¨¢neamente, y con el mismo entusiasmo, el Congreso General (Parlamento) libio ratificar¨¢ la uni¨®n. Felices -pueden decirse- los gobernantes como el rey Hassan II y el coronel Muamar el Gadafi, que cuentan con unos partidos pol¨ªticos de derechas, izquierdas, conservadores y radicales en los cuales pueden suscitar tales unanimidades.
Durante una semana tuvieron lugar m¨ªtines p¨²blicos de los l¨ªderes pol¨ªticos de todas las tendencias que abogaron fervientemente por el s¨ª a la uni¨®n de Estados libiomarroqu¨ª. Aunque cuando fue anunciada por primera vez el 13 de agosto, tras la entrevista cumbre de Uxda, la uni¨®n suscit¨® una cierta hilaridad entre la oposici¨®n marroqu¨ª, en un segundo an¨¢lisis todos han encontrado en ella aspectos positivos.M'Hamed Bucetta, secretario general de Istiqlal, declaraba que ella responde a los ideales unionistas permanentes de su partido, porque "permitir¨¢ acabar con todas las secuelas del colonialismo y con todas las entidades min¨²sculas". El l¨ªder comunista Ali Yata proclamaba su satisfacci¨®n por "sus implicaciones para el fortalecimiento de la unidad territorial y eliminar las secuelas del colonialismo". El comit¨¦ central del partido socialista marroqu¨ª, reunido en sesi¨®n extraordinaria el 18 de agosto, proclamaba que "bendice este primer paso en el camino de la unidad del Magreb", aunque apostillaba que "este paso hist¨®rico depender¨¢ del papel que se conceder¨¢ a las masas populares".
Oficialmente, y en los tres folios del pre¨¢mbulo de exposici¨®n de motivos que preceden a los 16 art¨ªculos del tratado, se habla fundamentalmente de "necesidad de uni¨®n de la naci¨®n ¨¢rabe".
Disgustos africanos
Algunos presidentes africanos, como Hufuet Boigny, de Costa de Marfil, y Omar Bongo, de Gab¨®n, que tanto han apoyado a Marrue cos en la Organizaci¨®n de la Uni dad Africana, han hecho patente su disgusto al rey Hassan II y le han reprochado que no les informara previamente de su intenci¨®n. Hufuet Boigny, en particular, se ha negado a recibir a posteriori a un emisario marroqu¨ª. "S¨®lo la prensa espa?ola ha querido ver en esta uni¨®n una amenaza a causa de Ceuta y Melilla", me dec¨ªa ayer el embajador de Marruecos en Madrid, Abdelhafid Kadiri, con quien coincid¨ª en el avi¨®n de regreso a Rabat. "Os hab¨¦is puesto inmediatamente a contar aviones y misiles y a levantar a la opini¨®n p¨²blica espa?ola contra Marruecos", afirmaba el diplom¨¢tico marroqu¨ª, que, no obstante, se declar¨® muy satisfecho con la intervenci¨®n televisada del ministro, Fernando Mor¨¢n, respecto a la uni¨®n.
Parad¨®jicamente, el partido comunista marroqu¨ª ha visto en la aludida intervenci¨®n de Mor¨¢n exactamente lo contrario que el embajador Kadiri.
La visita de don Juan
En una reciente edici¨®n, el diario del partido, Al Bayane, estimaba que, con su intervenci¨®n, el ministro espa?ol quer¨ªa "minimizar la reivindicaci¨®n marroqu¨ª sobre Ceuta y Melilla", recordada no obstante por el propio rey Hassan II en su discurso del 20 de agosto. Para los comunistas marroqu¨ªes, la primera reacci¨®n espa?ola al anuncio de la uni¨®n fue la visita a Melilla el 19 de agosto de don Juan de Borb¨®n, "a los pocos d¨ªas de la firma del tratado de Uxda y acompa?ado por una unidad de la Marina de guerra espa?ola". La mayor¨ªa de los diarios espa?oles est¨¢n otra vez, desde hace unos d¨ªas, prohibidos en Marruecos, y oficialmente en Rabat se declaran irritados por la reacci¨®n de la prensa espa?ola. Lo cierto es que la uni¨®n de Estados que se proclamar¨¢ hoy resulta dif¨ªcil de encasillar en el derecho internacional y en el derecho constitucional. No es una federaci¨®n ni una confederaci¨®n, y mucho menos una fusi¨®n. Por las competencias de los ¨®rganos comunes, tampoco parece que pueda afirmarse que sea ni siquiera una uni¨®n.
Solidaridad militar
Lo ¨²nico verdaderamente consistente y bien expl¨ªcito es la solidaridad militar que consagra de hecho y de derecho la existencia de dos bloques pol¨ªtico-militares en el Magreb. En cualquier caso, y sea cual sea el futuro de la uni¨®n libio-marroqu¨ª, ¨¦sta ha tenido ya como efecto el relegar a un plano totalmente secundario las elecciones legislativas del pr¨®ximo 14 de septiembre, que la oposici¨®n marroqu¨ª consideraba, antes de ser anunciada la uni¨®n, como decisivas y cruciales para el futuro de Marruecos. Hasta ahora, el pa¨ªs ha estado movilizado en campa?a a favor del s¨ª en el refer¨¦ndum de la uni¨®n. Al principio de la semana que viene comienza en Marruecos, del 6 al 9 de septiembre, un largo puente festivo debido a la pascua del cordero o aid. Los partidos pol¨ªticos, que han gastado sus energ¨ªas en campa?as unitarias entre Estados, dif¨ªcilmente podr¨¢n llevar a cabo ahora una campa?a electoral de signo negativo.
En cualquier caso, las fiestas les van a impedir encontrar interlocutores. Inmediatamente despu¨¦s de las elecciones, el 15 y el 16 de septiembre, Marruecos entra en otros dos d¨ªas de fiesta, porque el rey Hassan II casa a su hija mayor, la princesa Lalla Mariam, con el hijo del actual ministro de Informaci¨®n y ex embajador en Madrid, Abdellatif Filali.
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