Las armas de Pinochet impusieron su fuerza para acallar a tiros la doble jornada de protesta
ALEJANDRO DEL R?O El r¨¦gimen militar chileno apel¨® una vez m¨¢s, ante la reciente protesta opositora, al principal recurso que ha empleado durante 11 a?os para mantenerse en el poder: la fuerza directa de las armas. Como resultado, ocho chilenos y un sacerdote franc¨¦s perdieron la vida, la mayor¨ªa de ellos por impacto de bala, y la violencia se adue?¨® de una protesta concebida por toda la oposici¨®n chilena como el ¨²nico m¨¦todo eficaz para acelerar el tr¨¢nsito a la democracia. La Iglesia cat¨®lica pidi¨® una investigacion justa para encontrar y castigar al autor de los disparos que causaron la muerte del sacerdote galo.
oblig¨® al Gobierno a reemplazar su equipo m¨ªnisterial y a permitir una apertura pol¨ªtica que legit¨ªm¨¢, por primera vez en la d¨¦cada, a los partidos. La suspensi¨®n de la serie de protestas a limes del a?o pasado permiti¨® un alivio de la presi¨®n contra el r¨¦gimen militar que s¨®lo se vio roto cuando se reanudaron las jornadas de protesta en marzo de este a?o, que determinaron el. fin del equipo econ¨®mico de los Chicago boys.Aun cuando no se sabe todav¨ªa c¨®mo reaccionar¨¢n las esferas militares tras esta protesta, por lo menos la oposici¨®n exhibe como un logro el que no se haya podido materializar la amenaza de Pinochet de "repetir el 11 de septiembre", debido a que no contar¨ªa con el respaldo suficiente dentro de los cuarteles ni entre la derecha econ¨®mica y pol¨ªtica, que sustent¨® el golpe de 1973.
Las jornadas del martes y del mi¨¦rcoles en Chile demostraron que Pinochet mantiene su capacidad para provocar muertes, pero tambi¨¦n probaron que la situaci¨®n de violencia a la que la dictadura ha arrastrado al pa¨ªs s¨®lo puede empeorar si Pinochet se empecina en seguir gobernando apoyado tan s¨®lo en las fuerzas militares. Nueve v¨ªctimas fatales, m¨¢s de 80 heridos (17 de ellos de bala) y por lo menos 700 detenidos en todo el pa¨ªs no bastaron para acallar el r¨ªtmico sonido de las cacerolas vac¨ªas que durante dos noches repiquete¨® en el o¨ªdo de los militares.
Y tal vez la v¨ªctima m¨¢s simb¨®lica de esta nueva jornada sea el cura obrero franc¨¦s Andr¨¦ Jarlan, un misionero de 44 a?os que viv¨ªa y predicaba en una peque?a casa de madera en la villa de emergencia de La Victoria, en las afueras de Santiago. Cuando fue tiroteado por la polic¨ªa, Jarlan estaba leyendo la Biblia.
Seg¨²n denunci¨® ayer el tambi¨¦n sacerdote franc¨¦s Pierre Dubois, los disparos que causaron la muerte de su compa?ero fueron hechos por "carabineros desde furgones policiales", seg¨²n informa, por su parte, la agenc¨ªa de noticias France Presse. La agresi¨®n tuvo lugar cuando el padre Dubois volv¨ªa del funeral por una v¨ªctima de la represi¨®n. La polic¨ªa reaccion¨® afirmando que "todas las declaraciones atribuidas al sacerdote franc¨¦s ser¨¢n rechazadas de forma sistem¨¢tica hasta que la justicia haya esclarecido las circunstancias de este dram¨¢tico hecho".
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