Refrigeraci¨®n, desecaci¨®n y Edmond About
Hace pocas semanas public¨® EL PAIS una cr¨®nica, enviada desde Par¨ªs, en la que se daba una noticia sensacional: el ginec¨®logo franc¨¦s, doctor J. L. Martineau, conserva a 65 grados bajo cero el cad¨¢ver de su mujer, muerta a consecuencia de un accidente de autom¨®vil, esperando que para el a?o 2030 el progreso cient¨ªfico har¨¢ posible resucitarla. Para esa fecha la se?ora Martineau tendr¨¢ 95 a?os, pero su marido espera, al parecer, que al ser resucitada no tendr¨¢ m¨¢s que los 49 a?os que ten¨ªa al morir.La posibilidad de devolver las actividades caracter¨ªsticas de la vida al cuerpo de una persona mantenido durante a?os a muy baja temperaturas y tratado previamente con un anticongelante a fin de evitar el da?o producido por la formaci¨®n de cristales de hielo despert¨® cierta curiosidad hace 20 a?os con motivo de los trabajos del f¨ªsico americano Ettinger, mencionados en el art¨ªculo de EL PAIS. Pero, como tambi¨¦n se menciona en el art¨ªculo, no ha vuelto a recibir mucha atenci¨®n y, en lo que yo s¨¦, no ha encontrado eco en la literatura cient¨ªfica.
La noticia me hace recordar el inter¨¦s despertado a mediados del siglo pasado por la posibilidad de restablecer la actividad vital de ciertos animales, previamente desecados, por el sencillo procedimiento de devolverles el agua que hab¨ªan perdido; es decir, rehidratarlos. Se basaba esta idea en repetidas observaciones realizadas por distintos investigadores sobre animales inferiores de muy peque?o tama?o (rot¨ªferos y tard¨ªgrados principalmente), que son capaces de permanecer desecados durante un tiempo muy superior a la duraci¨®n de su vida y de recobrar sus actividades vitales al ser rehidratados.
El fen¨®meno atrajo la atenci¨®n de muchos investigadores de aquella ¨¦poca y sirvi¨® al gran fisi¨®logo franc¨¦s Claude Bernard (1813-1878) para establecer el concepto de vida latente. Es pertinente mencionar al respecto un comentario de Cajal, en el que muestra extra?eza ante el inter¨¦s de Bernard por este fen¨®meno, cuyo significado no parece atraer la atenci¨®n de Cajal.
Pero el hecho debi¨® de atraer la atenci¨®n de los hombres de letras, como lo prueba la novela del escritor franc¨¦s Edmond About (1828-1885) El hombre de la oreja rota, que el art¨ªculo de EL PAI S me ha inducido a releer este verano. En ella se describen las peripecias de un coronel del ej¨¦rcito napole¨®nico, hecho prisionero por los rusos en una aldea alemana despu¨¦s de la retirada de Rusia, en 1813. Un tribunal militar ruso condena a muerte al coronel. El d¨ªa antes de la ejecuci¨®n, el prisionero es encontrado en su celda aparentemente muerto por congelaci¨®n. El m¨¦dico alem¨¢n encargado por los rusos de reconocer el presunto cad¨¢ver es un cient¨ªfico que ha dedicado su vida a estudiar los efectos de la desecaci¨®n sobre los seres vivos. Se da cuenta de que el coronel no est¨¢ muerto, sino solamente aletargado por efecto del fr¨ªo, y se plantea un grave problema de conciencia. Si no hace nada, el coronel acabar¨¢ por morir por congelaci¨®n; si lo reanima, cosa que ¨¦l se cree capaz de hacer, s¨®lo conseguir¨¢ que el coronel sea fusilado por los rusos. Opta, pues, por intentar la desecaci¨®n del cuerpo del coronel con la esperanza de que, pasado alg¨²n tiempo, podr¨¢ devolverlo a la vida. Compra el supuesto cad¨¢ver al suboficial ruso encargado de la prisi¨®n por cuatro botellas de k¨ªrsch y procede a su desecaci¨®n.
Por una serie de circunstancias, el m¨¦dico alem¨¢n no llega a realizar su prop¨®sito de rehidratar el cuerpo desecado del coronel, que 46 a?os m¨¢s tarde pasa. a manos de la familia francesa de un profesor retirado de f¨ªsica y qu¨ªmica, la cual, con ayuda de un grupo de sabios franceses, lleva a cabo la resurrecci¨®n del mismo en el a?o 1859. El coronel se encuentra en su nueva vida en un mundo desconocido para ¨¦l; nadie recuerda ya a Napole¨®n I, por quien insistentemente pregunta. Va de sorpresa en sorpresa y pasa por una serie de situaciones extraordinarias, que About describe con magistral humorismo para regocijo del lector. Al fin, un mes despu¨¦s de haber vuelto a la vida, el coronel aparece muerto en su habitaci¨®n, en la que se encuentra tambi¨¦n un breve testamento que termina diciendo: "Viva el emperador de toda maneras".
La novela de About ha sido considerada como uno de los primeros ejemplos de ficci¨®n cient¨ªfica y es, en todo caso, un divertido y apasionante relato cuyo inter¨¦s no decae en ning¨²n momento. No es de mi competencia enjuiciar el m¨¦rito literario de la obra, pero creo que es de inter¨¦s ofrecer algunos comentarios acerca de su aspecto cient¨ªfico.
Es evidente que About, que hab¨ªa estudiado humanidades pero no ciencias en la Escuela Normal Superior de Par¨ªs, hizo un notable esfuerzo por conocer y ponerse en contacto con los cient¨ªficos de su ¨¦poca. Las biograf¨ªas de Claude Bernard mencionan la comida que el gran fisi¨®logo ofrece a About en un caf¨¦ de Par¨ªs. Pero ninguna de las biograf¨ªas de Bernard que conozco hace menci¨®n de los temas de conversaci¨®n durante la comida. S¨®lo un autor, el profesor norteamericano R. Virtanen, supone que en ella se trat¨® del tema que a Edmond About interesaba para su novela. Supone tambi¨¦n Virtanen que Claude Bernard hizo saber a About que los resultados obtenidos en los animales inferiores de muy peque?o tama?o no son aplicables necesariamente a los animales superiores y al hombre. Quiz¨¢ por ello no hay menci¨®n alguna en la novela de Claude Bernard, y ninguno de los cient¨ªficos que figuran en ella me parece indenticable con el eminente fisi¨®logo franc¨¦s.
El sabio que dirige con ¨¦xito la rehidrataci¨®n del cuerpo desecado del coronel lleva en la novela el nombre de Karl Nibor, y no me parece aventurado suponer que este personaje es la encarnaci¨®n novelesca de la figura de Charles Robin, un distinguido hist¨®logo franc¨¦s de la ¨¦poca y vicepresidente por entonces de la Sociedad de Biolog¨ªa de Par¨ªs, que ejerci¨® una notable influencia sobre Claudio Bernard. Karl es, simplemente, Charles traducido al alem¨¢n, y Nibor es Robin escrito al rev¨¦s. La identificaci¨®n de Karl Nibor con Charles Robin me parece justificada, adem¨¢s, por lo siguiente: al sacar el cuerpo desecado del coronel del triple f¨¦retro que lo contiene, se rompe una de las orejas; de ah¨ª el t¨ªtulo de la novela. El trocito de oreja desprendido es enviado para su an¨¢lisis histol¨®gico a Karl Nibor, quien env¨ªa un documentado informe en el que se presta particular atenci¨®n al estado de las c¨¦lulas de los tejidos y la sangre del trozo de oreja. El informe termina as¨ª: "En resumen, mi querido colega, he encontrado en este fragmento, poco m¨¢s o menos, todo lo que se encuentra en el cuerpo del hombre: cart¨ªlago, m¨²sculo, nervios, piel, pelos, gl¨¢ndulas, etc¨¦tera; todo ello en estado de perfecta conservaci¨®n. No se trata, pues, de un cad¨¢ver, sino de un trozo de hombre vivo cuyos humores y tejidos no se hallan en descomposici¨®n".
En vista de este informe, fechado en Par¨ªs en 1859, la familia francesa toma la decisi¨®n de proceder, bajo la direcci¨®n del propio Nibor, a la rehidrataci¨®n del cuerpo del coronel, someti¨¦ndolo con una serie de precauciones a una atm¨®sfera de vapor de agua.
Los procesos de desecaci¨®n y rehidrataci¨®n son descritos con gran minuciosidad en la novela, y About da una serie de detalles respecto a los instrumentos empleados y a las condiciones en que ambos procesos fueron realizados, que revelan una extensa informaci¨®n acerca de los conocimientos cient¨ªficos de la ¨¦poca. As¨ª, por ejemplo, se se?ala que el cuerpo humano contiene un 80% de agua. Esta cifra es algo m¨¢s elevada que la actualmente considerada correcta (60% a 65%), pero lo interesante es que About, a trav¨¦s del documento en que el m¨¦dico alem¨¢n describe el proceso de desecaci¨®n, tiene en cuenta los cambios de peso del cuerpo del coronel para juzgar el progreso de aqu¨¦lla. El coronel pesaba inicialmente 70 kilos, y su peso queda reducido a 20 kilos al dar por terminada la desecaci¨®n.
Parece indudable que About trat¨® en todo momento de documentar y justificar cient¨ªficamente su relato, pero no creo que trat¨® de convencer a nadie de la posibilidad de revivir el cuerpo de una persona desecada durante casi 50 a?os. Su objetivo principal fue, sin duda, escribir una historia divertida, cosa que evidentemente consigui¨®. Quiz¨¢ quiso tambi¨¦n hacer una advertencia acerca de los problemas que inevitablemente se presentar¨ªan a la persona revivida al encontrarse en un mundo muy diferente del que ella hab¨ªa conocido. La cr¨®nica de EL PAIS nada nos dice de las medidas que el doctor Martineau se propone tomar a este respecto. La moraleja de la novela de About podr¨ªa, pues, formularse as¨ª: suponiendo que los conocimientos cient¨ªficos hacen posible revivir a una persona mantenida en estado de desecaci¨®n durante medio sigoo, es evidente que dichos conocimientos no son suficientes para resolver los problemas con los que la persona en cuesti¨®n va a tener que enfrentarse al volver al mundo.
Hay en la novela de About un episodio que es, a mi parecerr, de gran actualidad. La mayor ilusi¨®n de su h¨¦roe es ascender a general, pero cuantas gestiones hace para conseguirlo resultan infructuosas. Nadie le hace caso, sus razonamientos no son comprendidos y acaban tom¨¢ndole por loco. Al escapar del veh¨ªculo que le conduce al manicomio tropieza con un antiguo subordinado, ahora mariscal de Francia, que lo reconoce y le brinda su protecci¨®n. "Hombres como t¨²", le dice, "no los tiene Francia por docenas para poder tirarlos a la basura". Con su ayuda, el coronel es recibido por Napole¨®n III, quien, informado de su historia, le promete su inmediato ascenso a general. Pero unos d¨ªas m¨¢s tarde recibe del Ministerio de la Guerra un comunicado que comienza as¨ª: "Se?or coronel: al preparar el decreto imperial que le elevaba a la categor¨ªa de general de brigada encontramos un obst¨¢culo insuperable: su acta de nacimiento. En ella consta que ha nacido usted en 1789; tiene usted, por tanto, 70 a?os cumplidos. Siendo 60 a?os la edad de jubilaci¨®n de los coroneles, 62 la de los generales de brigada y 65 la de los generales de divisi¨®n, me veo precisado a pasarlo a la reserva con el grado de coronel". Sigue una serie de consideraciones legales en las que About, utilizando h¨¢bilmente la prosa burocr¨¢tica, hace numerosas consideraciones humor¨ªsticas acerca de la incapacidad de las leyes para resolver el caso.
La desesperaci¨®n del coronel al recibir el documento es f¨¢cil de comprender." ?T¨² eres feliz!", grita al mensajero que se lo entrega, "No te proh¨ªben defender ni servir a tu patria". Al d¨ªa siguiente aparece muerto en su habitaci¨®n. El mismo d¨ªa se recibe un despacho de su amigo el mariscal, que el infortunado coronel no tiene oportunidad de leer. En ¨¦l se dice que el emperador lo ha ascendido a general "con nombre extranjero".
Quiz¨¢ esta ingeniosa y h¨¢bil f¨®rmula, atribuida por About a Napole¨®n III, pudiera servir para solucionar algunos de los problemas creados en la actualidad por la rigidez de las normas de jubilaci¨®n. Tales problemas afectan a personas que, como el coronel de la novela, no encuentran otro obst¨¢culo para poder llevar a cabo sus deseos que su partida de nacimiento.
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