Jorge Luis Borges: "La literatura fant¨¢stica naci¨® con el hombre y est¨¢ en el primer cap¨ªtulo del G¨¦nesis"

Jorge Luis Borges habl¨® cerca de dos horas en la lecci¨®n inaugural del curso sobre literatura fant¨¢stica que organiza estos d¨ªas Ediciones Siruela, en Sevilla, en colaboraci¨®n con la UIMP. Cordial, imaginativo, r¨¢pido e ir¨®nico, Borges hizo las delicias del auditorio que abarrotaba la sala. Habl¨® sobre lo divino y lo humano, y s¨®lo fue solemne cuando defini¨® lo que para ¨¦l es la literatura: "Escribir es so?ar, so?ar sinceramente. Si uno cree en la f¨¢bula, puede escribir"`. Y afirm¨®: "La literatura fant¨¢stica nace con el hombre. Est¨¢ en el primer cap¨ªtulo del G¨¦nesis".

Santiago Rold¨¢n, rector de la UIMP, y Jacob¨® Fitz-James Stuart, director de Ediciones Siruela, presentaron al maestro a un auditorio que abarrotaba el local habilitado en el hospital de los Venerables, donde se desarrollan los cursos, y entre el que se encontraba, como alumna de este curso, Carmen Romero, esposa del jefe de Gobierno. El poder de convocatoria de Borges fue tal que consigui¨® algo ins¨®lito: para escucharle, m¨¢s de 500 sevillanos llegaron antes de la hora fijada para el acto.Borges fue muy serio cuando habl¨® de literatura: "Escribir es so?ar sinceramente. si uno cree en la f¨¢bula, puede escribir. No se escribe gracias a las palabras, sino a pesar de ellas". Hizo un canto a la inspiraci¨®n: "Yo antes de escribir, percibo algo, una sugesti¨®n, y s¨®lo entonces puedo acometer la obra. Lo importante de la literatura est¨¢ en su capacidad para sugerir. Cuanto m¨¢s ambigua y sugestiva sea la creaci¨®n, cuanto m¨¢s se distancie del creador, mejor es la obra". Y fue m¨¢s lejos: "En realidad, escribir es cuesti¨®n de cabeza, cuesti¨®n de o¨ªdo. Lo importante no es la met¨¢fora, sino la cadencia le la frase, la musicalidad. Por eso son tan dif¨ªciles las traducciones. La m¨²sica casi nunca se puede traducir de un idioma a otro". Neg¨® haber comentado nunca que prefiera leer El Quijote traducido al ingl¨¦s.

Habl¨® de la mujer, de la que se le dijo que estaba poco presente en su obra: "La mujer siempre est¨¢ presente en mi vida. A veces pienso que escribo para liberarme de esa obsesi¨®n. Pero no lo consigo, s¨®lo una cosa no hay en la Tierra: el olvido". Habl¨® del valor y del miedo: "Hay dos clases de valor: el f¨ªsico, del que carezco, y el ¨¦tico, que creo poseer. El verdadero miedo es el miedo al presente. El pasado y el futuro son siempre menos amenazantes que el presente". Y habl¨® de su pa¨ªs, de la m¨¢s misteriosa de las guerras, para afirmar que no le hubiera gustado hacer la investigaci¨®n. que encargada a S¨¢bato: "Es algo terrible. Algo que hay que hacer, pero si me lo hubieran pedido hubiera dicho que lo hiciera otro".

Tambi¨¦n habl¨® de la gloria literaria: "Es una equivocaci¨®n, muy grata conmigo, pero una equivocaci¨®n". De la ense?anza: "Es dif¨ªcil ense?ar algo. De ni?o quer¨ªa ser maestro, pero mi padre me dijo que la ense?anza es in¨²til, que cada cual debe salvarse por s¨ª mismo. Luego he ejercido como profesor y creo que s¨ª, que es imposible ense?ar algo, pero se puede ense?ar el amor por ese algo. ?sa es la ¨²nica tarea v¨¢lida del profesor. Yo, a mis alumnos, siempre les dije que leyeran lo que les agradara". De los mitos: "El fin del laberinto, si es que existe, es estimular la inteligencia para encontrarlo. Los enigmas siempre son mucho m¨¢s importantes que las soluciones". De Dios: "Me parece inveros¨ªmil que alguien sea cristiano practicante. No puedo creer en un dios personal, en un se?or qu¨¦ es uno y tres al mismo tiempo. Creo que el mundo est¨¢ ya lleno de misterios hermosos, y no necesitamos inventar uno m¨¢s".