Renoir neorrealista
Seg¨²n Renoir, Toni es su primera pel¨ªcula conscientemente neorrealista. Rodada totalmente en interiores y exteriores naturales, con mayor¨ªa de actores no profesionales, la cinta parte de un caso real, de un fait divers inventariado por un comisario del Midi. Seg¨²n Fran?ois Truffaut, lo que sorprende en Toni es "el aspecto on¨ªrico de este suceso, el ritmo m¨¢gico de un drama cotidiano". Para Bazin, el filme es el primero de su obra influido por el entusiasmo frentepopulista, a la vez que una premonici¨®n de La r¨¨gle du jeu. Aunque formalmente parezca un poco descuidado, hijo de un rodaje que admit¨ªa un gran margen para la improvisaci¨®n, Toni es uno "de los cinco o seis filmes m¨¢s bellos de Renoir", en opini¨®n de Truffaut, que admira el primitivismo de la puesta en escena y recuerda, como instante memorable, aquel en que Toni chupa la espalda de Josefa para librarla del aguij¨®n de una avispa. Tambi¨¦n le divierte tener la sensaci¨®n de que Albert es la encarnaci¨®n del propio Renoir, que se caricaturiza a s¨ª mismo en ese personaje brutal y borrach¨ªn.Renoir, adem¨¢s de enorgullecerse del aspecto documental de Toni y de que su realismo sea muy libre, despreocupado de las obligaciones que crea el psicologismo aplicado a las motivaciones argumentales, asoci¨® siempre la filmaci¨®n de Toni a Marcel Pagnol. ?ste ten¨ªa su estudio muy cerca de donde rodaba Renoir, que, por las tardes, se sumaba alas partidas de petanca del equipo de Pagnol. Los dos directores se hicieron muy amigos, uno dirigi¨® secuencias de la pel¨ªcula del otro, se ayudaron a reescribir los di¨¢logos, etc¨¦tera.
Toni se emite esta noche a las 22
35 por la segunda cadena.
La an¨¦cdota es interesante, por lo que testimonia de la vitalidad de Renoir y por c¨®mo ¨¦sta se infiltra en Toni, una pel¨ªcula que huye de la verosimilitud y busca la realidad, en la que el director .experimenta y prueba la permanencia del hombre y sus problemas", actitud l¨®gica en quien, seg¨²n palabras de su mayor y mejor exegeta -Andr¨¦ Bazin- "es un moralista".
Pero volvamos al principio. Si Toni es, por sus especiales caracter¨ªsticas, la primera pel¨ªcula que puede calificarse como neorrealista, de acuerdo con los postulados que, a?os m¨¢s tarde, definir¨ªa un Zavattini, tambi¨¦n lo es por otra raz¨®n, de car¨¢cter biogr¨¢fico. Como meritorio de Toni figura un tal Luchino Visconti, un jovencito millonario que por aquellos a?os se sent¨ªa extra?amente fascinado por el fascismo -al menos, eso es lo que explica Gaia Servadio en su documentad¨ªsimo libro sobre el director italiano- y que, junto a Renoir, iba a crecer en todos los sentidos: como artista, como persona, ideol¨®gicamente, profesionalmente, etc¨¦tera. En 1942, ese mismo Visconti dirigir¨ªa Ossesione, la primera pel¨ªcula italiana neorrealista, inaugurando un movimiento que adquirir¨ªa renombre internacional de mano de Rossellini, y su Roma, citt¨¢ aperta. Pero el origen de todo est¨¢ en Toni, de. Jean Renoir.
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