El sistema de etapas para la integraci¨®n de las frutas y hortalizas espa?olas en la CEE responde a criterios pol¨ªticos y no t¨¦cnicos

La CEE, dada la postura mantenida por Francia e Italia, considera a las frutas y hortalizas espa?olas como un bloque al que hay que aplicar en su totalidad -es decir, incluidos los agrios- el sistema de una primera etapa de cuatro a?os para su integraci¨®n. Los servicios de la Comisi¨®n Europea, indicaron fuentes comunitarias, han tenido que explicar crudamente a la parte espa?ola que la raz¨®n de esta postura no es t¨¦cnica, sino puramente pol¨ªtica. As¨ª lo quiere Francia. Condici¨®n indispensable.La etapa -con ligeras modificaciones- se llama desde hace alg¨²n tiempo "verificaci¨®n de la convergencia". Sobre ella se hab¨ªa montado todo un razonamiento t¨¦cnico. En algunos productos, Espa?a no est¨¢ en medida de aplicar desde la adhesi¨®n la normativa comunitaria. Los negociadores espa?oles quer¨ªan, por una parte, excluir a los agrios desde la adhesi¨®n -lo cual es t¨¦cnicamente l¨®gico-, y, por otra, ir sacando de este sistema de etapa, antes de concluidos los cuatro a?os, a los productos sobre los que se fuera verificando la convergencia con el r¨¦gimen comunitario. Y as¨ª, la CEE se ha visto obligada a explicarlo claramente: son cuatro a?os para todo el sector, porque Francia lo exige por motivos de pol¨ªtica electoral frente a sus agricultores.

La etapa, con mordazas comerciales y de ayudas, se aplicar¨¢, pues, seg¨²n la CEE, durante cuatro a?os, a todos los productos hortofrut¨ªcolas, y se terminar¨¢ autom¨¢ticamente en ese plazo, se haya "convergido o no", lo cual demuestra lo absurdo del bagaje t¨¦cnico con el que se rodea esta discusi¨®n, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la CEE. Lo que los diez debaten ahora es si tras la etapa los "mecanismos complementarios a los intercambios" -es decir, las limitaciones al comercio- se aplicar¨¢n durante seis a?os m¨¢s a todo el sector o s¨®lo a aquellos productos aut¨¦nticamente sensibles, los cuales, no incluir¨ªan a los agrios.

Francia quiere establecer ya esta lista de productos sensibles de la huerta, pues frenar¨ªa las pretensiones espa?olas para aplicar restricciones a la importaci¨®n en Espa?a de los productos continentales de la CEE -l¨¢cteos, c¨¢rnicos, ciertos cereales y otros, sobre los que la Comunidad quiere mayores precisiones- que son m¨¢s competitivos que los espa?oles. Otros pa¨ªses piensan que bastar¨ªa establecer durante el per¨ªodo de "verificaci¨®n de la convergencia" la lista de frutas y hortalizas sensibles a las que se aplicar¨ªan estos mecanismos. De la resoluci¨®n de este debate depende el que la CEE presente o no a Espa?a el mi¨¦rcoles una nueva declaraci¨®n sobre agricultura que rechaza la petici¨®n espa?ola de excluir a los c¨ªtricos del sistema de etapas, se?alaron fuentes comunitarias.

De cara a esa sesi¨®n de negociaci¨®n, lo ocurrido en la tarde del mi¨¦rcoles entre los embajadores de los diez en Bruselas constituye un mal augurio, dado que avanzaron muy poco en la elaboraci¨®n del paquete a presentar a Espa?a. Las divisiones internas entre los diez siguen siendo importantes, tanto en materia de vino como de aceite de oliva o de desarme arancelario. En cuanto a la pesca, tampoco progresa el expediente. Francia rechaza las nuevas propuestas de la Comisi¨®n que abogan por una generalizaci¨®n del sistema de licencias en toda la CEE. Par¨ªs insiste para que queden sobre la mesa las anteriores propuestas de la CEE, discriminatorias para Espa?a, pero que permiten llegar a un acuerdo con Portugal. Y este aspecto, que Francia quiere que figure: en acta formal, constituir¨ªa un peligroso precedente para el caso espa?ol. Pero Irlanda y el Reino Unido han insistido para que los expertos de pesca de los diez vuelvan a examinar la f¨®rmula de la Comisi¨®n.