Racismo y demagogia
Como en tantas otras ocasiones, ha hecho falta una situaci¨®n l¨ªmite y violenta para que los medios de comunicaci¨®n y autoridades pongan el grito en el cielo. Me refiero a los sucesos ocurridos en el pol¨ªgono Actur, de Zaragoza.No hace muchos a?os sucedi¨® algo parecido en el barrio de la Rochapea, en Pamplona, y tambi¨¦n en aquella ocasi¨®n el alcalde, se?or Balduz, se limit¨® a acusar de salvajes y racistas a los vecinos del barrio, que se opusieron a la instalaci¨®n de 40 barracones prefabricados, para marginados y tran se¨²ntes. Curiosamente, tambi¨¦n aquellos barracones eran provisionales. Se evit¨® el inicio del barraquismo institucional.
Para las autoridades es muy sencillo reaccionar de esta manera, pero los vecinos se preguntaban: ?por qu¨¦ no los instalan en el centro, o en una zona residencial de gente bien y puritana? Curiosamente, estas gentes apoyaban al alcalde en la idea de concentrar y aislar a familias gitanas y transe¨²ntes en la periferia de la ciudad, donde pudiesen ser controlados y no afeasen la est¨¦tica de la ciudad.
Muchas gentes se preguntan por qu¨¦ algunos gitanos tienen derecho a un piso-barrac¨®n y el resto de los ciudadanos las tiene que pasar moradas para poder comprarlo; pero, al margen de esto, ?es la mejor forma de evitar enfrentamientos, brotes racistas, etc¨¦tera, el imponer el asentamiento de grupos numerosos de gitanos, en determinadas zonas al margen de la opini¨®n y el sentir del resto de los habitantes? Esto ciertamente puede hacerse, o al menos intentarse, pero, por favor, no llamemos a esto integraci¨®n, y menos a¨²n soluci¨®n.
Los gitanos se oponen con todo
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Racismo y demagogia
Viene de la p¨¢gina 9derecho a integrarse al estilo payo en esta sociedad, m¨¢xima aspiraci¨®n de las autoridades, y deber¨ªan oponerse adem¨¢s a que se les con centre y a¨ªsle en zonas perif¨¦ricas de las ciudades, a pesar de la tentaci¨®n del barrac¨®n-piso ofrecido por las autoridades.Por otra parte, los pol¨ªticos y las gentes bien pensantes lo tienen f¨¢ cil dedic¨¢ndose a pontificar sobre racismos y violencias ajenas, en lugar de buscar soluciones estables que respeten las peculiaridades del pueblo gitano y el derecho de los payos a no ver interferidas mutuamente sus diferentes formas de vida. Esto exigir¨ªa, en primer lugar, estudiar y buscar asentamientos adecuados para las comunidades gitanas, en lugar de concentrarlas en zonas aisladas de la periferia de las ciudades.-
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