Ruidos
Antes de morir hagan una buena obra para con ustedes mismos, vayan a ver La ley de la calle, del monstruo Coppola, y contemplen una espl¨¦ndida lecci¨®n de po¨¦tica urbana, una tragedia griega escenificada en los traseros de una ciudad que podr¨ªa ser Nueva York. Doctores tiene la iglesia del cine y a ellos les dejo la ciencia, mientras yo me quedo con los caminos especulativos que derivan de una pel¨ªcula que, como todas las obras maestras, tiene eso que se llamaba diferentes niveles de lectura, antes de que la palabra nivel se convirtiera en una de las pesadillas del idioma.Asumo que el t¨ªtulo original, Rumblefish (Pez ruidoso), pueda tener una significaci¨®n subcultural de coyuntura, pero me atengo a lo que cada palabra quiere decir y la ligo a la met¨¢fora constante en la pel¨ªcula de los peces libres, en el r¨ªo libre, hacia el mar libre. Aunque el adolescente violento y sensible sea el due?o casi constante de la pantalla, en retaguardia queda uno de los tipos m¨¢s extraordinarios que haya creado el cine, El chico de la moto, un superviviente del anarcopesimismo constante en la cultura literaria y cinematogr¨¢fica norteamericana.
Ese h¨¦roe del pandillismo, a sus 21 a?os es ya un mito cansado y viejo, imposible l¨ªder de un mundo disgregado por la hero¨ªna y acobardado ante la sombra de una polic¨ªa, convertida en guardianes de un campo de concentraci¨®n de viejos alcoh¨®licos y j¨®venes drogadictos. Imposible otra rebeld¨ªa que no sea el ruido y el sue?o de la libertad en un mundo convertido en espacio natural para todos.
"Alguien tiene que devolver estos peces al r¨ªo", comenta El chico de la moto ante el espect¨¢culo de los peces encarcelados. Y aborda la operaci¨®n como un h¨¦roe solitario y fatal que cumple su destino tr¨¢gico.
El chico de la moto habr¨¢ sido un ruido, un ruido m¨¢s o menos molesto dentro de la normalidad aplastante de los mensajes del sistema. Ruido encerrado en su barrio. Rebelde de una rebeli¨®n intransferible. O miento. De esas rebeliones que con el tiempo pueden inspirar incluso a los dise?adores de modas y primaveras de El Corte Ingl¨¦s.
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