Oleada de violencia en la India tras el asesinato de Indira Gandhi por tres guardias sijs de su escolta

El asesinato de la primera ministra de la India, Indira Gandhi, de 66 a?os, a manos de tres miembros de su servicio de seguridad provoc¨® ayer numerosos brotes de violencia en las principales ciudades del pa¨ªs, que ocasionaron la muerte de al menos una persona y un cierto n¨²mero de heridos. Seg¨²n anunci¨® la agencia de noticias india, PTI, el Gobierno federal impuso el toque de queda en las localidades en las que la poblaci¨®n hab¨ªa salido a la calle para controlar la agitaci¨®n y los disturbios ocurridos tras el anuncio del asesinato.

La desaparici¨®n de Indira Gandhi aumenta el peligro de inestabilidad pol¨ªtica en una de las regiones m¨¢s conflictivas del mundo. Rajiv Gandhi, de 39 a?os de edad, hijo de la mujer que durante m¨¢s de 15 a?os ha dirigido los destinos de la democracia m¨¢s poblada del mundo, fue designado urgentemente como jefe de un Gobierno de crisis integrado por cuatro ministros.En Nueva Delhl y Calcuta, grupos de indios atacaron a ciudadanos sijs, f¨¢cilmente identificables por sus barbas y su cabello enroscado sobre la cabeza, y a ¨²ltimas horas de la tarde se registraban graves incidentes, con atentados contra taxis, autobuses y tranv¨ªa, muchos de cuyos conductores son de religi¨®n sij.

En una llamada a la oficina de la agencia Associated Press en Nueva Delhi, un comunicante an¨®nimo se atribuy¨® el asesinato en nombre de los 12 millones de fieles de la comunidad sij, una parte de los cuales se declara favorable a la creaci¨®n de un Estado independiente en el noroeste de la India.

Indira Gandhi, de 66 a?os, recibi¨® cuatro disparos en el est¨®mago y tres en el pecho cuando sal¨ªa de su residencia en Nueva Delhi para dirigirse a si, oficina, al otro lado de la calle. Dos de los agresores cayeron, despu¨¦s de cometer el crimen, bajo el fuego del resto de la escolta, mientras el tercero era detenido en el lugar del suceso. Fuentes del servicio de seguridad de la primera ministra aseguraron que ¨¦sta fue acribillada cuando acababa de rodar una escena para un programa de la televisi¨®n brit¨¢nica, dirigido por Peter Ustinov, quien, parece haber recogido im¨¢genes del magnicidio.

El cuerpo de Indira Gandhi ser¨¢ incinerado el pr¨®ximo s¨¢bado en la pira funeraria, que ser¨¢ encendida por su hijo al t¨¦rmino de una ceremonia en la que se espera la asistencia de numerosos jefes de Estado.

Decenas de miles de personas ocuparon las calles de las principales ciudades del pa¨ªs vitoreando a la asesinada hija de Jawaharlal Nehru, primer jefe del Gobierno en los 37 a?os de independencia de la India. El conflicto con la comunidad sij, agravado el pasado d¨ªa 6 de junio con el asalto por parte del Ej¨¦rcito al. Templo Dorado de Amritsar, en el que murieron 800 personas, es la herencia m¨¢s dificil que deja Gandi.

El asesinato de la dama de hierro india puede tener, a juicio de los expertos, serias implicaciones para la dif¨ªcil unidad nacional del pa¨ªs. "La democracia est¨¢ asegurada", seg¨²n la opini¨®n de diplom¨¢ticos occidentales, pero no se descarta un papel creciente del Ej¨¦rcito en la vida pol¨ªtica.

Casi todos los dirigentes mundiales expresaron su condena por el asesinato de la dirigente india. El presidente norteamericano, Ronald Reagan, dijo que este "brutal asesinato es un vivo recuerdo de la amenaza terrorista que nos afecta a todos". El rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, enviaron telegramas de condolencia al presidente indio.