Autom¨¢tico

Mas all¨¢ de las rebajas de temporada, los saldos ocasionales o los descuentos por cup¨®n, los almacenes Filene's, de Estados Unidos, practican el Automatic Pricing Plan (APP), acorde con los tiempos de automoci¨®n presentes.El APP es un mecanismo de relojer¨ªa que funciona ininterrumpidamente durante cualquier estaci¨®n del a?o. Las ropas, restos en su mayor¨ªa de grandes marcas, salen a la venta notablemente rebajadas, pero adem¨¢s su etiqueta act¨²a como una mecha de consumo r¨¢pido. A los doce d¨ªas de estar expuestas, su precio de partida se reduce en un 25%. Seis d¨ªas m¨¢s tarde pasan a costar un 50% menos, y entre los 24 y 30 d¨ªas de su lanzamiento s¨®lo valen una cuarta parte. Llegado el d¨ªa 31 sin que se haya vendido, la prenda se entrega a una instituci¨®n de caridad. El consumo es as¨ª un torbellino con desag¨¹e en la beneficencia. La compra es as¨ª una teor¨ªa de juegos en la que cada participante debe preparar una estrategia acaso m¨¢s complicada que la que realiza en la oficina. Esperar hasta la ¨²ltima semana, donde una camisa de Givenchy puede costar 500 pesetas, parece la jugada m¨¢s clara, pero tambi¨¦n la m¨¢s ingenua. ?Qui¨¦n asegura que se encontrar¨¢ todav¨ªa all¨ª para esa fecha? El otro consumidor, a partir de aqu¨ª, no es ya un tipo en paralelo que repite nuestra condici¨®n frente a la compra. Es un rival camuflado en su estrategia.

La competencia obliga a ser sagaz, osado y prudente a la vez, medir los recursos y tener en cuenta los tiempos. ?El consumo? ?La producci¨®n? ?Qui¨¦n podr¨ªa decir que el trabajo se encuentra en una esfera o en otra? ?Qui¨¦n podr¨ªa asociar a estas alturas el consumo con una acci¨®n improductiva?

En verdad, todos los comercios de Estados Unidos, si se except¨²an los alt¨ªsimos, que basan precisamente su excitaci¨®n en la jactancia del precio, practican rebajas incesantes. Porque, a fin de cuentas, ?qu¨¦ cosa absoluta es el precio inicial?, ?qu¨¦ es el precio rebajado? S¨®lo la oscura pasi¨®n por los dogmas y un respeto por el Ogino-Knaus dar¨ªa explicaci¨®n de que, comprobado el placer de comprar, las rebajas s¨®lo existan en algunos per¨ªodos del a?o.