Nicaragua y la democracia
He le¨ªdo con bastante perplejidad el art¨ªculo de Pilar Brabo Democracia y participaci¨®n electoral publicado en su diario el mi¨¦rcoles 14 de noviembre. Decir que Nicaragua es una naci¨®n m¨¢s democr¨¢tica que EE UU o Espa?a, bas¨¢ndose en el nivel de afluencia ciudadana a las urnas, es algo temerario, por no decir poco serio.La autora pod¨ªa haber fundamentado sus cr¨ªticas a la pol¨ªtica centroamericana de la actual Administraci¨®n estadounidense de muchas maneras, puesto que argumentos no le faltan; sin embargo decidi¨® tratar el tema desde una ¨®ptica que exige rigurosidad y objetividad, condiciones que, a mi modo de ver, este art¨ªculo no re¨²ne.
En primer lugar, comparar la democracia nicarag¨¹ense con un pa¨ªs que celebra regularmente elecciones libres desde hace casi dos siglos o bien con otro que, aunque con una democracia joven, goza del reconocimiento internacional ganado a pulso en tres consultas electorales es bastante dif¨ªcil para un observador imparcial. Olvida la autora que en las primeras elecciones a Cortes en Espa?a ya actuaron grupos de todo el espectro pol¨ªtico y que en la actualidad hasta tienen cabida en las instituciones partidos que niegan la realidad espa?ola y apoyan movimientos armados contra nuestra democracia. Por el contrario, ?qu¨¦ se puede decir de Nicaragua o El Salvador, donde la oposici¨®n de derechas, en el primero, y la de izquierdas en el segundo, no ha intervenido en los comicios?
En segundo lugar, el argumento de la participaci¨®n se cae por su peso. No es extra?o que en pa¨ªses
Pasa a la p¨¢gina 12
Viene de la p¨¢gina 11
de s¨®lida tradici¨®n democr¨¢tica la concurrencia ciudadana a votar se retraiga (lo mismo sucede con Suiza). De hecho, la mayor afluencia que la autora atribuye a Europa se debe, sin lugar a dudas, a las grandes diferencias existentes entre los partidos pol¨ªticos europeos que producen una clientela electoral tambi¨¦n diversa, diferencias que no se dan al mismo nivel entre los partidos dem¨®crata y republicano. Con el mismo razonamiento se podr¨ªa legitimar la deplorable situaci¨®n salvadore?a.
En tercer lugar (y aunque a la autora le disguste), debido a las peculiaridades de nuestro sistema electoral de proporcionalidad en la atribuci¨®n de esca?os, Manuel Fraga podr¨¢ seguir disfrutando de vida pol¨ªtica y no estar acabado como Walter Mondale. Aunque ciertamente pueda discut¨ªrsele al inefable don Manuel su condici¨®n de "jefe de la oposici¨®n", no me negar¨¢ Pilar Brabo que pasar de 16 esca?os en 1977 a 106 actualmente es un salto nada despreciable. Por ¨²ltimo, es muy curioso que se haga notar en letra cursiva que el 68,8% del censo electoral norteamericano no ha votado a Reagan. Sin duda alguna Felipe Gonz¨¢lez se sentir¨¢ feliz sabiendo que, a pesar de las magnificados 10 millones de votos, hay otros 16 que no le han votado. Si Pilar Brabo no est¨¢ poniendo en tela de juicio la democracia misma, entonces opina sobre verdades de perogrullo o nos est¨¢ ense?ando a restar.
Una cosa s¨ª hay que agradecer a la autora. Poniendo ¨¦nfasis en que el Frente Sandinista ha obtenido casi el 55% de los votos sobre censo, los espa?oles recordamos viejos tiempos de votaciones ganadas al 99%. S¨®lo temo por la suerte de los que no han ido a votar o no lo han hecho por el comandante Ortega y su camarilla.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.