Absueltos los 46 neofascistas italianos supuestamente implicados en el 'golpe Borghese'
Los 46 neofascistas supuestamente implicados en el famoso golpe Borghese, condenados el 29 de mayo de 1977 por conspiraci¨®n pol¨ªtica por un tribunal de primera instancia, acaban de ser absueltos por el Tribunal de Apelaci¨®n de Roma.
La noticia ha provocado revuelo en los ambientes de la izquierda italiana y alegr¨ªa en los ambientes neofascistas. Entre los absueltos figuran personajes que se hallaban huidos desde hace a?os, como los terroristas neonazis Stefano delle Chiae y Remo Orlandini, hombres de absoluta confianza del pr¨ªncipe Junio Valero Borghese, El Pr¨ªncipe Negro -que fue ayudante de Benito Mussolini y falleci¨® hace 10 a?os en C¨¢diz-, adem¨¢s de ex oficiales del Ej¨¦rcito, como el ex diputado Sandro Saccucci, y exmiembros de los servicios secretos militares, como Amos Spiazzi. Todos ellos, condenados a penas que oscilaban entre los 10 a?os y los 8 meses, han sido absueltos porque, seg¨²n el tribunal de Roma, no hubo tal conspiraci¨®n.De hecho, en 1977 los supuestos golpistas ya hab¨ªan sido absueltos, en una primera sentencia tras siete a?os de proceso, de la acusaci¨®n de insurrecci¨®n armada, que les hubiese supuesto la condena a cadena perpetua. Ahora, hasta los fugitivos podr¨¢n volver tranquilamente. S¨®lo cinco de los 46 condenados en 1977 han sido condenados a algunos meses de c¨¢rcel por tenencia il¨ªcita de armas.
La historia del golpe Borghese surgi¨® a primeros de diciembre de 1970, cuando el Pr¨ªncipe Negro y sus secuaces del Frente Nacional pensaron imponer un r¨¦gimen autoritario en el pa¨ªs y se organizaron para marchar sobre Roma, donde pensaban ocupar desde la RAI-TV al Ministerio del Interior. Pero horas antes de que el golpe se pusiera en marcha, los 800 hombres reunidos recibieron contra¨®rdenes, con gran desilusi¨®n de los neofascistas.
En la sentencia de 1977, los jueces les absolvieron porque consideraron que la acusaci¨®n de insurrecci¨®n armada era demasiado fuerte y hasta demasiado importante. Ahora, ni siquiera se les considera culpables de conspiraci¨®n pol¨ªtica, porque se trataba s¨®lo, dicen, de un pu?ado de nost¨¢lgicos, casi rid¨ªculo, que no supon¨ªa ning¨²n peligro para la seguridad del Estado. Por eso, todos a la calle y en paz. El golpe Borghese habr¨¢ de ser borrado desde hoy del diccionario de los grandes esc¨¢ndalos italianos.
La izquierda italiana ha visto en esta sentencia, sin embargo, una esperanza para los encausados de Autonom¨ªa Obrera en ese otro famoso proceso -esta vez de terrorismo rojo- del siete de abril, cuyo mayor implicado es el profesor de Teor¨ªa del Estado y diputado radical electo Toni Negri, actualmente huido. Si los conspiradores neofascistas del golpe Borghese han sido considerados inofensivos, ?acaso pod¨ªan un pu?ado de estudiantes y profesores de Universidad, con su acciones de guerrilla urbana y sus lucubraciones de teor¨ªa revolucionaria, conspirar seriamente contra el Estado?, se preguntan muchos observadores. ?O habr¨¢ dos pesos y dos medidas para los acusados de subversi¨®n de derechas y los acusados de terrorismo izquierdista? La palabra la tienen ahora los jueces.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.