El Grupo Popular amenaza con pedir al Tribunal Constitucional la anulaci¨®n de los presupuestos de Justicia

Los aspectos m¨¢s destacados que se produjeron ayer en el debate del Pleno del Congreso sobre el proyecto de ley de Presupuestos del Estado para 1985 se centraron en la amenaza de pedir al Tribunal Constitucional la anulaci¨®n de los presupuestos del Ministerio de Justicia, realizada por el Grupo Popular, y la defensa del car¨¢cter democr¨¢tico de los comunistas espa?oles por parte del ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Miguel Boyer, en respuesta a determinadas alusiones del diputado conservador Pedro Schwartz.

Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Gallard¨®n, por el Grupo Popular, defendi¨® las enmiendas de su grupo a la secci¨®n 13 (presupuestos del Ministerio de Justicia) del proyecto de ley. Pidi¨®, por una parte, que se incrementaran los presupuestos del citado ministerio hasta 108.510 millones de pesetas -20.000 millones m¨¢s de los previstos- y acus¨® por otra al ministro de Justicia, ausente, de remitir unos presupuestos que no cuentan con el preceptivo informe del Consejo General del Poder Judicial.Los socialistas recordaron al Grupo Popular que este a?o no hab¨ªan presentado ninguna enmienda en los presupuestos al Consejo General del Poder Judicial. El debate se encresp¨®, y Ruiz Gallard¨®n afirm¨® que el acto de aprobaci¨®n de la secci¨®n 13 era nulo de pleno derecho y que la ¨²ltima palabra no la tendr¨ªan los millones de votos o la mayor¨ªa de diputados, sino el Tribunal Constitucional.

A continuaci¨®n el diputado conservador Jos¨¦ Ram¨®n Lasu¨¦n defendi¨®, infructuosamente, una enmienda de su grupo a la totalidad de la secci¨®n 12 (Asuntos Exteriores). Dijo que los servicios exteriores sufren una degradaci¨®n permanente, que el presupuesto es continuista y que tal continuismo procede de los tiempos de la dictadura de Primo de Rivera.

Indic¨® asimismo Lasu¨¦n que el presupuesto de Exteriores no garantiza la protecci¨®n y promoci¨®n de los ciudadanos e intereses espa?oles en el extranjero. Dijo que hay que revisar las prioridades, y que no es l¨®gico que casi un 25% de los fondos exteriores se dirijan a Latinoam¨¦rica mientras se desatienden otras zonas, como ?frica, con mayor inter¨¦s econ¨®mico para Espa?a. Afirm¨® tambi¨¦n que los ¨¦xitos del Gobierno en pol¨ªtica exterior consisten en convencer a los pa¨ªses occidentales de que son los socialistas m¨¢s moderados de Europa y hacer todo lo posible por ayudar al capitalismo internacional a instalarse en Espa?a.

El Pleno debati¨® posteriormente la secci¨®n 15 (Econom¨ªa y Hacienda). El diputado conservador Pedro Schwartz aprovech¨® la defensa de sus enmiendas para repetir que los escasos ¨¦xitos de la pol¨ªtica econ¨®mica, exportaciones y crecimiento econ¨®mico, son coyunturales y se deben a que el PSOE no ha cumplido su programa electoral. Le dijo a Boyer que era el menos malo de los ministros socialistas posibles para Econom¨ªa y Hacienda, pero le record¨® que no cumplen la promesa de creaci¨®n de 800.000 puestos de trabajo. Asimismo, le acus¨® de no abordar reformas estructurales imprescindibles del sistema econ¨®mico. El ministro Boyer no contest¨® a ninguno de estos argumentos y s¨®lo tom¨® la palabra para defender el comportamiento democr¨¢tico de los comunistas espa?oles, ante el silencio de Santiago Carrillo, tras unas alusiones de Schwartz al autoritarismo antidemocr¨¢tico del PSOE por tener ex comunistas en sus filas.

El debate termin¨® con la aprobaci¨®n de los presupuestos de Educaci¨®n y Ciencia, tras una detallada intervenci¨®n del ministro de ese ¨¢rea, Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall, para rechazar las acusaciones de disminuci¨®n de dotaciones a la ense?anza realizadas por el diputado conservador Francisco Soler Valero.

Previamente se produjo un incidente entre el diputado socialista Victorino Mayoral y Soler Valero. Mayoral reconoci¨®, inocentemente, que no hab¨ªa contestado a los argumentos expuestos por Soler Valero en su primera intervenci¨®n, y que lo iba a hacer cuando ¨¦ste ya hab¨ªa agotado su dos turnos reglamentarios de palabra y no pod¨ªa volver a replicarle. El conservador Miguel Herrero pidi¨® entonces otro turno de intervenci¨®n para el Grupo Popular, amenazando con ausentar a sus diputados.