Los tres polic¨ªas que mataron al 'grapo' Mart¨ªn Luna, procesados

La Audiencia Provincial de Barcelona ha procesado a los tres inspectores del Cuerpo Superior de Polic¨ªa que participaron en la muerte del dirigente de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) Juan Mart¨ªn Luna, ocurrida el 5 de diciembre de 1982 en Barcelona. En el auto judicial se procesa a estos inspectores del Cuerpo Superior de Polic¨ªa, todos ellos pertenecientes a la Brigada Regional de Informaci¨®n de Barcelona, "por un presunto delito de homicidio". La Audiencia ha decretado la libertad provisional de los procesados, aunque les fija una fianza de 12 millones de pesetas.

El auto de procesamiento fue firmado el pasado 29 de noviembre por los magistrados Jos¨¦ Francisco Valls, Margarita Robles y Carlos Jou Juanola, este ¨²ltimo en calidad de suplente, ya que el presidente de la sala se encontraba enfermo. Seg¨²n el texto judicial, contra el que piensa recurrir la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa, Mart¨ªn Luna sac¨® una pistola cuando recibi¨® el alto de la polic¨ªa. Sin embargo, los inspectores dispararon "sin soluci¨®n de continuidad" y "a corta distancia".El procesamiento de estos tres inspectores ha causado fuerte malestar en la corporaci¨®n policial, que, a trav¨¦s de sus dos principales sindicatos, reaccion¨® ayer denunciando la situaci¨®n de indefensi¨®n jur¨ªdica en que se encuentran los funcionarios que se ven afectados por procedimientos judiciales en actos de servicio. El auto deniega el procesamiento de Manuel Ballesteros, director del Mando ?nico para la Lucha Contraterrorista (MULC) cuando ocurrieron los hechos.

La querella que ha dado lugar a este procesamiento fue presentada por la viuda y los padres del dirigente de los GRAPO fallecido. La muerte de Mart¨ªn Luna se produjo por "una doble perforaci¨®n cardiaca de uno de los 10 disparos realizados por la polic¨ªa".

La actuaci¨®n policial en la muerte de Mart¨ªn Luna fue calificada por el ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo, de "correcta, ejemplar y meritoria". En su primera intervenci¨®n en el Congreso, este ministro dijo que "no hubo otra forma de detenerle".

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