?xito de Camar¨®n en la VI Quincena de Flamenco de Sevilla

Camar¨®n de la Isla volvi¨® por sus fueros e hizo su reaparici¨®n en Sevilla el pasado d¨ªa 1 de diciembre ante un p¨²blico incondicional que abarrotaba el teatro nacional Lope de Vega. Comenzaba as¨ª la VI Quincena de Flamenco y M¨²sica Andaluza, organizada y patrocinada por la Direcci¨®n General de M¨²sica y Teatro, Teatros Nacionales, el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Sevilla.

Con la sesi¨®n dedicada a los cantes y bailes de C¨¢diz se abri¨® la programaci¨®n musical de la VI Quincena de Flamenco y M¨²sica Andaluza, pregonada el d¨ªa anterior por el inefable charlista, poeta y cantaor Amos Rodr¨ªguez.Camar¨®n de la Isla crea una de las mayores expectativas en toda manifestaci¨®n cultural donde interviene. Es un cantaor gitano a quien en los momentos de mayor ecuanimidad patriarcas del flamenco como Antonio Mairena o Manolo Caracol se?alaron como marcado por el estigma del cante, ese carisma especial que electriza con los hilos de su voz a gente de la m¨¢s diversa condici¨®n.

A la altura de su talla art¨ªstica s¨®lo estuvo en un taranto y dos buler¨ªas, de esa clase de buler¨ªas que llevan su sello inconfundible y que ning¨²n otro artista se atreve a interpretar.

Otro acontecimiento de la noche fue la actuaci¨®n de Pansequito, que confirma su vuelta al mundo art¨ªstico pleno de facultades, de ganas y de creatividad.

Programa discutible

Nace esta edici¨®n de la quincena un tanto a la sombra del ¨¦xito sin precedentes de la III Bienal, como puede constatarse en una lectura del programa: se repite en ¨¦l la obra de Mario Maya, que estrenara en la bienal, as¨ª como se dedica un d¨ªa a la guitarra flamenca, con la actuaci¨®n de los finalistas y el ganador del concurso al giraldillo del toque, concedido por el jurado de la bienal a Manuel Franco.La verdad es que la ¨¦poca del a?o no es precisamente la mejor para conseguir un cartel flamenco extenso y de calidad, a pesar de lo cual har¨¢n acto de presencia a lo largo de estos 15 d¨ªas en el Lope de Vega cantaores de la talla de Juan Pe?a (El Lebrijano), Jos¨¦ de la Tomasa, Paquera de Jerez (La Negra), Jos¨¦ Menese o Jos¨¦ Merc¨¦. En el baile, Manuela Carrasco, Angelita Vargas, El Biencasao, Pepa Montes y Ana Mar¨ªa Buenoa; a la guitarra, nombres como Pedro Bac¨¢n, Tomatito, Riqueni, El Rubio o Parrilla de Jerez.

Hay algunos puntos discutibles en la programaci¨®n. En efecto, en el desarrollo de ese buen cartel flamenco encajan dif¨ªcilmente. algunas inclusiones no flamencas, que parecen responder a la invocaci¨®n de m¨²sica andaluza. El primer equ¨ªvoco puede surgir en el modo de separar y representar en el programa ambas vertientes musicales, entremezcladas en el mismo; el segundo surge al preguntarse si el flamenco se incluye o se equipara a la m¨²sica andaluza.

Con todo el respeto debido a cualquiera de estas manifestaciones culturales hay que insistir que ni la guitarra cl¨¢sica (d¨ªa 10), ni la canci¨®n espa?ola o andaluza (d¨ªas 8 y 9, Juanita Reina; d¨ªa 11, Macarena del R¨ªo y Mar¨ªa Jos¨¦ Santiago), ni las comparsas y chirigotas gaditanas suponen una manifestaci¨®n representativa ni suficiente de lo que es la m¨²sica andaluza, lo cual no tiene nada que ver con la calidad o la gracia de estos artistas.

Los tiempos que corren, que d¨ªa a d¨ªa prestigian al flamenco como una forma de arte tradicional de gran calidad y de ampl¨ªsimas capacidades de comunicaci¨®n, son tiempo de delimitaci¨®n, de evitar que a la sombra del flamenco o apoy¨¢ndose en ¨¦l las buenas intenciones sugerir¨¢n al p¨²blico "que todo es un mismo saco", cuya confusi¨®n no traer¨ªa ventajas a largo plazo ni al flamenco y ni siquiera a las otras manifestaciones musicales andaluzas.

Habr¨ªa tambi¨¦n que resaltar algunos de los aciertos del planteamiento general de la quincena, donde efectivamente se percibe una orientaci¨®n ecl¨¦ctica en el abanico de artistas flamencos, que acoge a algunos que por diversas razones estaban apartados de los circuitos usuales del flamenco. Tal es el caso de Juanito Valderrama, que cuando se ci?e estrictamente a cantar flamenco se convierte en uno de los mejores representantes de la rama levantina del cante.