Plazos caros, comida de pobres
Las entidades financieras tienen fama de cobrar caros sus servicios, aunque son ¨²tiles en determinados casos
Los consumidores espa?oles no suelen pensar en las financieras m¨¢s que a la hora de adquirir un autom¨®vil. ?sa es una actitud muy comprensible, ya que facilitar las ventas de coches supone casi la mitad del total de la actividad de las entidades de financiaci¨®n, concretamente 93 empresas, frente a 45 que trabajan en el descuento de efectos o 25 en los bienes de equipo.Pero, en muchas ocasiones, la venta a plazos de otros art¨ªculos de consumo tambi¨¦n pasa inevitablemente por la utilizaci¨®n de los servicios de estas empresas, aunque el comprador apenas se d¨¦ cuenta de ello, ya que los vendedores se ocupan directamente de resolver los escasos problemas burocr¨¢ticos con la financiera.
De una manera consciente, sin embargo, el consumidor siente cierta prevenci¨®n a la hora de acudir a las financieras. El recuerdo de los abusos cometidos hasta 1965, a?o en que se publica la ley de Ventas a Plazos, que regula esta actividad, contin¨²a pesando en la imagen de estas entidades, que tienen fama casi universal de prestar sus servicios con un alto coste monetario.
Usualmente se compara el coste de un cr¨¦dito bancario con el precio de una financiera. Y realmente el balance casi siempre se salda en favor del primero. Muchas veces sin embargo, ser¨ªa conveniente, o absolutamente necesario, acudir a los servicios de estas compa?¨ªas.
No es tan f¨¢cil, para muchas personas, acceder a un cr¨¦dito bancario. Las garant¨ªas que suelen pedir los bancos o cajas de ahorro pueden resultar una barrera infranqueable, especialmente en el caso de aquellos j¨®venes que no disponen a¨²n de un patrimonio o que no cuentan con a?os de permanencia en un mismo empleo.
Al mismo tiempo, la rapidez en la concesi¨®n de estos pr¨¦stamos puede ser un elemento esencial en un momento determinado. Los tr¨¢mites bancarios, en l¨ªneas generales, son relativamente lentos, aunque en estos ¨²ltimos tiempos la competencia est¨¢ obrando maravillas respecto a la brevedad en la concesi¨®n.
Finalmente, no hay que perder de vista que el cr¨¦dito bancario se efect¨²a contra una garant¨ªa -un piso, por ejemplo-, por lo que en caso de no recibir los pagos el prestamista puede solicitar incluso el embargo del bien en cuesti¨®n. Prueba de ello es que los bancos, a la hora de conceder un pr¨¦stamo personal, no est¨¢n interesados en conocer c¨®mo va a ser empleado el dinero.
Haber, hay virtudes
Las virtudes de las financieras se centran en ofrecer aquello que no dan los bancos. La concesi¨®n de sus servicios suele realizarse de un d¨ªa para otro y la ¨²nica garant¨ªa solicitada abarca al bien que se va a adquirir, por lo que en caso de impago de las letras o recibos mensuales, ser¨¢ ¨¦ste el que resulte embargado.
Las reglas de juego de las financieras, obviamente, encarecen el coste de sus servicios, ya que el nivel de riesgos aumenta. Adem¨¢s, ellas parten de un dinero ya caro, puesto que deben recurrir muchas veces a los bancos para desarrollar sus actividades, a trav¨¦s del descuento de letras. En la actualidad estas empresas recurren cada vez m¨¢s al mercado interbancario, a los pagar¨¦s y a otro tipo de activos financieros que les permiten abaratar su dinero y, en consecuencia, rebajar el coste de la financiaci¨®n que ofrecen a su vez.
Uno de los peligros que acechan el potencial usuario de las financieras en caer en manos de alguna entidad pirata, es decir, no registrada en la Direcci¨®n General de Pol¨ªtica Financiera, y que, por consiguiente, trabaja fuera de los l¨ªmites establecidos por la Administraci¨®n.
Y es que las actividades de las financieras est¨¢n bastante bien reglamentadas. Desde el capital necesario para su constituci¨®n (300 millones para las de ¨¢mbito nacional, 150 millones para las que act¨²an en Madrid y Barcelona y 50 millones para las provinciales) hasta la informaci¨®n sobre su balance, que deben entregar al Banco de Espa?a, o los desembolsos iniciales m¨ªnimos y los per¨ªodos m¨¢ximos de aplazamiento (v¨¦ase cuadro adjunto) de pago para los distintos art¨ªculos.
Actualmente existen 214 empresas, que se agrupan en la Asociaci¨®n Espa?ola de Entidades de Financiaci¨®n (Asnef), lo que viene a suponer un descenso del 13,7% respecto a aquellas que funcionaban un a?o atr¨¢s.
El descenso del n¨²mero de empresas define la crisis que atraviesa el sector, que soporta una competencia desleal por parte de compa?¨ªas sin registrar y que, por lo general, son aquellas que se aprovechan de la situaci¨®n para continuar con pr¨¢cticas abusivas.
Jarabe de palo
Los recursos de las entidades agrupadas en Asnef se sit¨²an en 36.200 millones de pesetas, lo que representa un incremento del 26,3%. respecto a 1983. Este hecho define una de las caracter¨ªsticas del sector: al mismo tiempo que disminuye el n¨²mero de entidades que operan en ¨¦l, aumenta la cifra de sus recursos.
Tambi¨¦n algunas de las financieras que se situan en la legalidad, sin embargo, han dado motivos para ser sancionadas por la Administraci¨®n, y ocho empresas han sido eliminadas del registro oficial, mientras que otras 120 han sido objeto de expedientes por no cumplir su deber de informaci¨®n con la correspondiente autoridad monetaria.
Otras financieras, especializadas en los bienes de equipo y que, seg¨²n la ley de Bases del Cr¨¦dito y la Banca, ten¨ªan derecho al redescuento autom¨¢tico en el Banco de Espa?a, primero, y a los coeficientes de inversi¨®n, despu¨¦s, pueden desaparecer si se lleva adelante la nueva legislaci¨®n que ha sido presentada al Parlamento.
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