Una l¨ªnea de coro que no da el golpe
La fama de A chorus line, de su idea argumental, es universal e indudablemente justificada. Se trata de un huevo de Col¨®n plantado a su justo tiempo sobre las tablas de Broadway. Ah¨ª es nada dar con la f¨®rmula del metamusical simplificando las necesidades esc¨¦nicas hasta su m¨ªnima expresi¨®n. De A chorus line han brotado mil y una imitaciones-sofisticaciones. Rizando el rizo hasta lo inveros¨ªmil, las historias personales de los aspirantes a un cuerpo de baile han generado el fen¨®meno Fama con s¨®lo trasladar el escenario a una escuela de arte neoyorquina.Pero el caso es que la mayor parte de los integrantes de la compa?¨ªa que se ha presentado en Barcelona no son nada especial bailando, que en lo de cantar dejan todos mucho que desear, y en lo que respecta al trabajo actoral lo tienen muy cuesta arriba, ya por el mero hecho de verse obligados a charlar de intimidades en una lengua que no puede decirse la propia de los actores sin faltar a la propiedad. El resultado final resulta discreto. M¨¢s que las realidades que ofrece sobre el escenario, lo que sostiene la l¨ªnea de coro es el esp¨ªritu del original. Vemos una buena pintura en una mala reproducci¨®n.
A chorus line
Direcci¨®n y coreograria de Roy Smith. M¨²sica: Marvin Hamlisch. Vestuario: Theoni V. Aldredge. Versi¨®n en castellano de Ignacio Artime y Jaime Azpilicueta.Teatro T¨ªvoli, d¨ªa 13 de diciembre de 1984
El presupuesto es de 60 millones, a pesar de la m¨²sica enlatada y la escenograf¨ªa esencialista. Quiz¨¢ los artistas tengan un cachet elevado al cobrar todos ellos en d¨®lares. Ya se sabe que ¨¦se es un problema que trae de cabeza a los empresarios cuando se deciden por un producto tra¨ªdo del exterior.
La compa?¨ªa que present¨® A chorus line en Barcelona no es de primera, no nos enga?emos. Mostrarse satisfecho sin reservas equivale a aceptar que como provincia muy alejada de Broadway lo m¨¢ximo que podemos aspirar a ver son compa?¨ªas de provincias en el sentido peyorativo de la expresi¨®n.
La adaptaci¨®n del libreto navega a menudo por las pantanosas aguas semicheli, eso cuando no nos sorprende con recuperaciones tan inefables como la del castizo domingas para aliviar la proliferaci¨®n del rotundo tetas. Pero el caso es que por culpa de otros medios extrateatrales pueden verse excelentes ejecuciones art¨ªsticas en el g¨¦nero que nos ocupa. Fama, un ejemplo al alcance de todo consumidor.
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