Demasiado viejo

Empieza a estar lejana la ¨¦poca en que el cine de humor no se bastaba con unos cuantos chistes dispersos. La comedia, el vodevil, la astracanada o cualquier otro g¨¦nero que se base en la caricatura exig¨ªa una intenci¨®n m¨¢s densa para tener inter¨¦s, una inspiraci¨®n que diera alg¨²n paso adelante respecto a la verborrea de cualquier amigo borracho y gracioso que nos da la noche. Pero La Biblia en pasta ni siquiera tiene la chispa del alcohol. Es un mamotreto uniforme en el que cabe todo gratuitamente, sin intenci¨®n: el chiste banal por el chiste.Parec¨ªa l¨®gico que: el proyec- to de Summers al emular a Mel Brooks o a los Monty Phyton fuera el de superarlos. Si ellos hab¨ªan ca¨ªdo en la tentaci¨®n de aceptar cualquier ide¨ªlla, de dar por v¨¢lido cuanto aisladamente encerraba alguna sorpresa, Summers no ha ampliado tal comicidad, y ha realizado, en consecuencia, una pel¨ªcula deshilvanada y sin sentido. Que No¨¦ sea un viejo vestido de marinerito, que Abel sea afeminado y Ca¨ªn un delincuente com¨²n, que la torre de Babel se venda por pisos o que sirva de punto de reuni¨®n a pol¨ªticos que el p¨²blico reconoce con facilidad, que la paloma del arca sea el elefante Dumbo, que Ad¨¢n sea un cheroque que no sabe hablar, que los hijos de No¨¦ sean tan tontos como para querer conservar los animales de goma y que el propio Summers se r¨ªa de sus actores desvelando ante el p¨²blico su torpeza (afici¨®n heredada de la serie To er mundo..., en la que cualquier ciudadano sorprendido pod¨ªa alimentar lo grotesco de esos pretendidos filmes) no es algo capaz de contener suficiente capacidad para el regocijo, al menos en lo que a este cr¨ªt¨ªco respecta.

Manuel Summers comenz¨® su carrera con indudable impronta personal. Del rosa al amarillo, La ni?a de luto o Juguetes rotos fueron pel¨ªculas que marcaron cierta excepci¨®n en el panorama del cine espa?ol de los sesenta. Que no convocaran espectadores suficientes para transformarlos en ¨¦xitos debi¨® desanimar al joven autor. Pero el camino de lo f¨¢cil dif¨ªcilmente recuperar¨¢ para Summers cuanto de sutil e inteligente ofreci¨® en aquellas primeras pel¨ªculas, y aun en otras posteriores de menor repercusi¨®n en la cr¨ªtica pero de valores similares. El camino emprendido en To er mundo e g¨¹eno es la negaci¨®n de un autor valioso: s¨®lo el camino de lo trillado encuentra eco en los ingenuos.