Nora Astorga
La guerrillera nicarag¨¹ense que tendi¨® una trampa mortal a un agente de la CIA se pasea por Europa con un collar de perlas
Tiene 33 a?os, cerca de 1,80 de estatura y unos enormes ojos negros. Nora Astorga, viceministra de Asuntos Exteriores de Nicaragua, es un caso claro de una preciosa piel de cordero que esconde un joven y feroz lobo revolucionario. Ayer estuvo sentada en el despacho del n¨²mero de 10 de Downing Street frente a la mujer que representa los valores conservadores por excelencia, la primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher.
Nora Astorga, a la que resulta muy f¨¢cil imaginar en su vertiente fr¨ªa y calculadora, no ten¨ªa ning¨²n miedo a esa entrevista. "Una se educa para toda clase de situaciones pol¨ªticas y ya no siento, sino que pienso. No es la primera vez que estoy con personas de ideas pol¨ªticas distintas y creo que el di¨¢logo es el ¨²nico m¨¦todo para buscar un punto de coincidencia. La se?ora Jeane Kirkpatrick (embajadora de EE UU en la ONU), por ejemplo, es una mujer conservadora, y aunque yo no s¨®lo estoy en desacuerdo con la pol¨ªtica que representa, sino que incluso estoy en contra de ella, reconozco que es una mujer inteligente, capaz, porque se pueden apreciar cualidades en una persona sin que existan similitudes pol¨ªticas".Su fama de Mata Hari roja la consigui¨® en su acci¨®n revolucionaria m¨¢s audaz, cuando en los ¨²ltimos d¨ªas de la dictadura en su pa¨ªs atrajo hasta su cama a uno de los m¨¢s peligrosos generales somocistas, Reynaldo Vega, conocido como El Perro, que despu¨¦s muri¨® entre las s¨¢banas de Nora a manos de un comando sandinista escondido en el ba?o de la casa. Por ello Washingtola rechaz¨® su candidatura a embajadora en Estados Unidos.
Nora Astorga encuentra una explicaci¨®n cient¨ªfica y pol¨ªtica a todo. Incluso al sorprendente atuendo de traje de chaqueta azul marino, blusa de seda violeta y collar de perlas con, que se present¨® para su gira europea. "Ya no estoy en el Ej¨¦rcito, y por eso no voy de verde olivo. Creo que: cada uno tiene que vestirse de acuerdo al trabajo que vaya a hacer, y no puedo ponerme este traje en Nicaragua porque me aso de calor". Con todo, el aspecto de la dirigente revolucionaria denota algo de precipitaci¨®n en adecuarse: exceso de joyas y falta de dominio de los zapatos de tac¨®n.
Sigue con los ojos cada movimiento de su interlocutor como si no se fiara de nadie. Mir¨¢ndola se la puede uno imaginar en los primeros d¨ªas de la victoria sandinista, ejerciendo su t¨ªtulo de abogada, sentada en el banquillo del fiscal del Estado en los juicios contra los antiguos jefes somocistas.
Ha estado casada en dos ocasiones -ambas con altos funcionarios de la revoluci¨®n- y es madre de cinco hijos -tres ni?os y dos ni?as- Ahora no tiene proyectos de nuevo matrimonio. Ni quiere tampoco novios, porque "no es buena cosa tener novio si una no tiene planes de casarse".
No parece que su condici¨®n de mujer le haya perjudicado especialmente en la vida. "Yo tengo caracter¨ªsticas propias como mujer, pero en el trabajo pol¨ªtico yo no pienso en eso. Nunca he hecho feminismo en la forma como se conoce en los pa¨ªses industrializados. Para nosotros, la lucha ten¨ªa otras caracter¨ªsticas. Era el ser humano el que estaba explotado, oprimido, y nosotros ten¨ªamos que liberar primero a la sociedad para liberar a la mujer. As¨ª es que nunca he pertenecido a ning¨²n movimiento feminista". Admite, sin embargo, que "el machismo, como fen¨®meno, no ha sido eliminado en Nicaragua",.
No le hace gracia la insinuaci¨®n de que los cinco a?os en el poder le hayan podido obligar a cambiar algo m¨¢s que el traje. "Han sido cinco a?os de aprendizaje. Una se vuelve m¨¢s consciente, m¨¢s politizada, m¨¢s preocupada, m¨¢s integrada, porque el hecho de estar construyendo una sociedad nueva trae consigo una serie de cambios personales, pero no creo haber cambiado en mis caracter¨ªsticas b¨¢sicas. Yo a veces me siento muy privilegiada por haber nacido en Nicaragua, en este tiempo, por haber participado activamente en el derrocamiento de la dictadura y disponer todav¨ªa de la oportunidad de participar en la reconstrucci¨®n del pa¨ªs".
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