El blanco es la OTAN
Dos meses de atentados y sabotajes en cadena contra objetivos vinculados a la Alianza Atl¨¢ntica
En pocos meses, tras casi una d¨¦cada de inmersi¨®n, ha habido un espectacular desperezamiento de grupos guerrilleros urbanos en Europa occidental. La campa?a terrorista en curso -que sacude fundamentalmente a la Rep¨²blica Federal de Alemania, Francia y B¨¦lgica- parece dirigida contra objetivos vinculados directa o indirectamente a la OTAN. El grueso de esta eclosi¨®n de atentados -al menos 30 desde mediados de diciembre hasta hoy- viene a coincidir con la decisi¨®n de Estados Unidos y la URSS de iniciar conversaciones sobre armas at¨®micas. La cuesti¨®n de, si el fen¨®meno del nuevo terrorismo es obra o no de una central pensante, y los medios para combatirlo, est¨¢ en el fondo del debate que en los ¨²ltimos d¨ªas est¨¢n manteniendo responsables de los Gobiernos afectados.
El grado de compromiso con la OTAN de los diferentes pa¨ªses que est¨¢n siendo escenario de la ¨²ltima oleada de sabotajes, asesinatos y atentados var¨ªa sustancialmente. Tiene poco que ver, por ejemplo, la implicaci¨®n militar y pol¨ªtica con la alianza de la Rep¨²blica Federal de Alemania, con la precaria que mantiene Grecia. Pero el denominador com¨²n del fen¨®meno parece la flexibilidad con que los diferentes grup¨²sculos terroristas nacionales operan en distintos territorios.En el caso de la RFA se trata de la primera l¨ªnea de la OTAN y constituir¨ªa el escenario de la "defensa avanzada", en la hisp¨®tesis de un enfrentamiento convencional con las fuerzas del Pacto de Varsovia. Alemania Occidental ser¨ªa, adem¨¢s, el blanco prioritario de un ataque nuclear, por la elevada cifra de misiles at¨®micos desplegados en todo su territorio, entre ellos los Pershing 2.
Estos motivos abonan el hecho de que la RFA -donde se produce la mayor concentraci¨®n de armas del planeta, escribe - se haya convertido en blanco predilecto de los ataques terroristas. La muerte a balazos la semana pasada de Ernst Zimmerman, un fabricante direct¨ªsimamente vinculado a la OTAN, es el momento m¨¢s alto de esta ofensiva.
En Francia, informa Soledad Gallego, el reciente asesinato del general Audran sorprendi¨® a la polic¨ªa y a los servicios de informaci¨®n, porque tem¨ªan un atentado contra instalaciones militares relacionadas con la Alianza Atl¨¢ntica, pero no contra un general dedicado a la venta de armas en todo el mundo.
Francia, explican fuentes oficiosas, no es miembro de la organizaci¨®n militar de la OTAN y sus ministros de Defensa no asisten a las reuniones de Bruselas, pero es, sin embargo, junto con la RFA, el principal pilar europeo de la Alianza. Par¨ªs participa con otros pa¨ªses aliados en maniobras conjuntas y en programas de fabricaci¨®n de armas. El Gobierno socialista, que mantiene la force de frappe (armas nucleares francesas), apoy¨® p¨²blicamente el despliegue de los euro misiles, aunque no tom¨® parte en la decisi¨®n de instalarlos; el Ej¨¦rcito franc¨¦s no figura integrado en los organigramas te¨®ricos de la Alianza, pero mantiene un contacto muy estrecho con los otros ej¨¦rcitos de la OTAN y con la propia estructura de mando de la organizaci¨®n militar.
B¨¦lgica y Holanda, por su parte, han sido los dos ¨²nicos pa¨ªses dubitativos a la hora de aplicar en su territorio la doble decisi¨®n de la OTAN de 1979, es decir, desplegar los 48 misiles de crucero que les corresponden en principio. El auge de los atentados terroristas ha sido condenado por los movimientos pacifistas, fuertes en ambos pa¨ªses, pero que parecen en recesi¨®n popular, informa desde Bruselas Andr¨¦s Ortega. Las dificultades frente a los euromisiles parecen ahora estar en los propios partidos y Gobiernos.
B¨¦lgica, punto neur¨¢lgico
B¨¦lgica est¨¢ plenamente integrada en el dispositivo militar del Atl¨¢ntico Norte. En B¨¦lgica est¨¢ no s¨®lo la sede de la Alianza, a las fueras de Bruselas sino que, adem¨¢s, en Casteau, a unos 60 kil¨®metros de la capital, est¨¢ el cuartel general del SHAPE, el mando supremo militar de la OTAN en Europa. B¨¦lgica es, adem¨¢s, un entro vital log¨ªstico para la alianza. Por ella pasa buena parte del oleoducto que une los puertos mar¨ªtimos con el frente central en Alemania.
El Gobierno belga, tras largas dudas, ha decidido ya que -salvo acuerdo en las negociaciones entre las superpotencias- a finales de 1987, como est¨¢ previsto en los planes, los 48 misiles de crucero estar¨¢n desplegados. No ha decidido a¨²n la fecha en que comenzar¨¢ la instalaci¨®n.
En Holanda, aunque plenamente integrada en la OTAN, el tambi¨¦n Gobierno de coalici¨®n democristiano-liberal ha pospuesto hasta noviembre de 1985 toda decisi¨®n sobre el despliegue, lig¨¢ndola al aumento de cabezas nucleares en los misiles sovi¨¦ticos SS-20.
Por otra parte, los pacifistas belgas se han quejado de supuestas infiltraciones norteamericanas en sus filas. ?ste ha sido el caso del canadiense John Gardiner, acusado de haber robado 193 proyectiles de avi¨®n en la citada base de Florennes en marzo pasado. Luego, bajo juramento ante las autoridades judiciales de Holanda -adonde hab¨ªa sido extraditado-, asegur¨® que hab¨ªa sido reclutado por los servicios estadounidenses para ponerse a disposici¨®n de los holandeses e infiltrarse, en el movimiento pacifista.
Italia, que no se ha visto afectada por la reciente oleda de atentados, sigue con preocupaci¨®n este recrudecimiento terrorista por dos motivos: primero, porque ostenta ahora la presidencia de la Comunidad Econ¨®mica Europea, y esto pone al Gobierno de Roma en una situaci¨®n de responsabilidad particular; segundo, porque precisamente Italia estaba saliendo, de alguna manera, de la pesadilla del terrorismo, sobre todo de marca izquierdista. La importancia estrat¨¦gica de Italia en la Alianza Atl¨¢ntica es clara:una cremallera entre Oriente y Occidente, siempre muy apetecida por fuerzas e intereses opuestos.
Roma, escribe Juan Arias, ha evolucionado de una pol¨ªtica de alianzas casi servil a Estados Unidos -con una aceptaci¨®n sin debate de las bases nucleares de Comiso, en Sicilia- hasta una posici¨®n de autonom¨ªa y respeto por la propia identidad, sin cuestionarse por ello la fidelidad a la OTAN, posici¨®n ¨¦sta que defiende el mismo Partido Comunista.
Probablemente Portugal se haya convertido en el escenario sorpresa de los ataques contra objetivos atiantistas, toda vez que las FP-25 de abril no hab¨ªan actuado antes contra blancos directamente vinculados a la Alianza. Portugal es miembro de la OTAN desde su fundaci¨®n y est¨¢ integrado plenamente en sus estructuras militares. El Mando Ibero Atl¨¢ntico (Iberlant), actualmente dirigido por un almirante portugues, tiene su cuartel general en Oeiras, a 16 kil¨®metros de Lisboa.
Portugal y Grecia
La mayor preocupaci¨®n de las autoridades portuguesas y atl¨¢nticas en caso de profundizaci¨®n de la ofensiva terrorista en curso, es precisamente la extrema vulnerabilidad de algunas de las infraestructuras log¨ªsticas de la Alianza en Portugal, escribe Nicole Guardiola. El caso m¨¢s flagrante es el de los enormes dep¨®sitos de carburantes instalados al sur del estuario del Tajo, junto a la playa, y con zonas densamente pobladas.
Grecia, donde un explosivo colocado en un bar de una localidad cercana a Atenas hiri¨® hace una semana a 70 soldados norteamericanos, es el pa¨ªs europeo que de peor gana est¨¢ en la OTAN y que m¨¢s conflictos tiene con Estados Unidos. Andreas Papandreu, su jefe de Gobierno socialista, quiere una zona desnuclearizada en los Balcanes, una pen¨ªnsula habitada por dos pa¨ªses de la OTAN (Grecia y Turqu¨ªa), dos del Pacto de Varsovia (Ruman¨ªa y Bulgaria) y dos independientes (Yugoslavia y Albania).
La reciente decisi¨®n de Papandreu -informa Juan F. Elorriaga- de retirar fuerzas militares de la frontera greco-b¨²lgara para reforzar los l¨ªmites con Turqu¨ªa ha provocado nuevo malestar entre los aliados occidentales.
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