Washington inicia la caza del '¨¢ngel de la muerte'
El espionaje norteamericano pudo haber liberado a Josef Mengele, exterminador de Auschwitz, despu¨¦s de detenerlo en 1947
La caza de uno de los ¨²ltimos criminales de guerra nazis que a¨²n pueden encontrarse vivos ha sido abierta por Estados Unidos cuando va a cumplirse el 402 aniversario del final de la II Guerra Mundial. El Gobierno norteamericano anunci¨® esta semana la apertura de una investigaci¨®n oficial sobre el paradero del doctor Josef Mengele, notorio criminal de guerra conocido como el ¨¢ngel de la muerte, responsable del campo de exterminio de Auschwitz, quien seg¨²n documentos hechos p¨²blicos en Estados Unidos pudo haber sido detenido y luego puesto en libertad por miembros del espionaje norteamericano en Viena en 1947.La investigaci¨®n ser¨¢ r¨¢pida y se llevar¨¢ hasta el final, aunque se descubra que Mengele cont¨® con la cobertura de los servicios de inteligencia de Estados Unidos para huir de la justicia, seg¨²n han prometido las autoridades norteamericanas. Se piensa incluso que Mengele, que alcanz¨® una macabra notoriedad por sus experimentos seudocient¨ªficos con jud¨ªos a los que utilizaba como conejillos de indias en Auschwitz, pudo haber pasado por Estados Unidos. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Pent¨¢gono colaborar¨¢n con la investigaci¨®n.
Si Mengele, como algunos piensan, est¨¢ a¨²n vivo, tendr¨ªa 73 a?os. En los a?os setenta fue visto por ¨²ltima vez en Paraguay, donde el dictador Alfredo Stroessner facilit¨® refugio a criminales de guerra nazis tras el hundimiento del III Reich. El congresista dem¨®crata norteamericano Robert Torricelli, reci¨¦n llegado de Paraguay, asegura que fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores de aquel pa¨ªs le aseguraron que Mengele, ya muy enfermo, vive a¨²n en las colonias alemanas en las monta?as, cerca de la frontera paraguaya con Argentina y Brasil.
Seg¨²n estas informaciones, el doctor Mengele practic¨® la medicina con su propio nombre hasta hace seis a?os en un lugar pr¨®ximo a Asunci¨®n. "No creo que sea dif¨ªcil encontrar a Mengele si de verdad se quiere hacerlo", dijo Torricelli. El cazador franc¨¦s de nazis Serge Klarsfeld, que encontr¨® en Bolivia a Klaus Barbie, el carnicero de Lyon, cree, por su parte, que Mengele contin¨²a en Paraguay.
Pero lo que de verdad ha provocado la apertura de la investigaci¨®n ha sido la aparici¨®n de documentos oficiales, reci¨¦n desclasificados, que sugieren que Mengele pudo contar con ayuda norteamericana para escapar de Europa. Los documentos fueron conseguidos por el centro Simon Wieshental de Los ?ngeles, un instituto dedicado a documentar las atrocidades cometidas por los nazis y que utiliz¨® para lograrlos la ley de Libertad de Informaci¨®n. Los documentos se manten¨ªan en secreto porque "podr¨ªan poner en peligro la seguridad nacional".
Carta sin respuesta
Los documentos incluyen una carta, fechada el 26 de abril de 1947, dirigida por J. M. Gorby, un agente del contraespionaje norteamericano en Alemania, al jefe militar de su unidad en Viena. Gorby comunicaba que ten¨ªa informaci¨®n de que "Mengele hab¨ªa sido detenido en Viena", en la zona norteamericana. Gorby dec¨ªa que si la informaci¨®n era cierta, Mengele deb¨ªa ser interrogado acerca de la evacuaci¨®n de 20 ni?os jud¨ªos que ¨¦l hab¨ªa realizado desde Auschwitz en noviembre de 1944. No se ha hallado en los citados documentos ninguna respuesta a la carta de Gorby, y todos los intentos para localizarlo a trav¨¦s del Ej¨¦rcito no han dado resultados.Otro de los documentos es una carta del comandante Bufford Mccharen, tambi¨¦n del contraespionaje norteamericano en Alemania Occidental, en respuesta a una petici¨®n realizada por un funcionario del Consulado canadiense en Colonia. Este solicitaba informaci¨®n sobre un tal Joseph Menke, que hab¨ªa solicitado un visado canadiense en Buenos Aires. Mccharen adjuntaba en la carta, fechada el 26 de junio de 1962, un informe del espionaje militar norteamericano que aseguraba que Joseph Menke era Josef Mengele.
Otras informaciones desclasificadas indican que el Departamento de Justicia de EE UU fue alertado en 1979 de la presencia de Mengele en un vuelo de Miami a Paraguay, pero funcionarios federales no pudieron comprobarlo.
Investigaci¨®n
El rabino Marvin Hier, director del centro Wieshental, ha declarado que estos documentos "crean dudas razonables sobre la posible participaci¨®n de EE UU en el caso de Josef Mengele, y que la verdad s¨®lo saldr¨¢ a la luz mediante una investigaci¨®n oficial de los Gobiernos canadiense y norteamericano". El primer ministro canadiense, Brian Mulroney, ha solicitado la apertura de una investigaci¨®n urgente y afirm¨® en el Parlamento de Ottawa que la posibilidad de que Mengele hubiera encontrado refugio en alg¨²n momento en Canad¨¢ "era algo repugnante para nuestra naci¨®n".La Rep¨²blica Federal de Alemania dict¨® en 1959 una orden de detenci¨®n contra Mengele por asesinato. Las autoridades de la RFA acusan a Mengele, entre otras cosas, de este repertorio de horrores: designar personalmente a los prisioneros que deb¨ªan ir a las c¨¢maras de gas nada m¨¢s llegar al campo de concentraci¨®n; arrojar ni?os al fuego; inyectar alcanfor y otras sustancias qu¨ªmicas en la m¨¦dula espinal, los ojos y el cerebro de prisioneros vivos, especialmente gemelos; e inocular fiebre amarilla y otros virus en cuerpos sanos.
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