Simone Signoret entusiasma en Francia con una novela "Ilena de vida y de pasi¨®n"

Simone Signoret public¨® su autobiograf¨ªa, La nostalgie n'est plus ce qu'eIle ¨¦tait, y algunos maliciosos dijeron que se hab¨ªa limitado a firmar bajo un texto escrito por otra persona. Signoret los demand¨® ante los tribunales y gan¨®, pero no se qued¨® satisfecha. La mejor prueba ser¨ªa escribir otro libro, esta vez una novela, en la que todo fuera ficci¨®n. Eso es precisamente lo que ha hecho. El libro, Adieu, Volodia, acaba de aparecer en Par¨ªs y ha causado furor: 120.000 ejemplares y unos cr¨ªticos un¨¢nimemente rendidos a sus pies.

Adieu, Volodia es una novela "formidable, popular, llena de vida y de pasi¨®n". "Qu¨¦ suerte tienen ustedes, los que todav¨ªa no lo han le¨ªdo", escribe Jerome Garzin en L?¨¦venement, "porque pueden a¨²n sentarse en un sill¨®n y abrir este libro maravilloso".Signoret est¨¢ un poco sorprendida, pero encantada. A sus 63 a?os, la protagonista de Casque d'or sigue siendo una mujer de fuerte car¨¢cter, capaz de envejecer sin complejos y de superar una etapa en la que el alcohol iba camino de destruirla. Quienes la ve¨ªan al lado de su marido, Yves Montand, a¨²n deportivo, pensaban que Signoret estaba acabada y que con su imagen de voluminosa ama de casa ser¨ªa incapaz de conservar su pareja o de recuperar un primer plano en el mundo del espect¨¢culo. Simone se ha encargado de desmentirles: "Una vez m¨¢s, despu¨¦s de 31 a?os de matrimonio, es ella quien ha dejado pasmado a Montand", escribe Fran?oise Giroud.

Adieu, Volodia tiene decenas de personajes, que entran y salen de escena con toda naturalidad, a lo largo de 566 p¨¢ginas. La acci¨®n se sit¨²a en un barrio popular de Par¨ªs, en el distrito XX, n¨²mero 58 de la calle De la Mare. En el mismo inmueble viven Elie y Sonia Guttmann, ex ucranianos, y Stepan y Olga Roginski, ex polacos, todos ellos jud¨ªos asimilados que se sienten m¨¢s franceses que la torre Eiffel. Es el a?o 25, y el atam¨¢n Petheura, responsable de la masacre de miles de ucranianos y polacos, acaba de ser asesinado en Par¨ªs por un compatriota.

A partir de ah¨ª, Simone Signoret, con humor y vitalidad, va escribiendo una historia que se prolongar¨¢, con los hijos de las dos parejas, hasta 1945. Todo cabe en la novela de Signoret: la ocupaci¨®n alemana, el amor, las traiciones, el comunismo, la iron¨ªa amarga, todo contado en un tono cotidiano y popular. Como no hay elementos autobiogr¨¢ficos, muchos cr¨ªticos se han preguntado de d¨®nde pod¨ªa haber sacado Signoret tantas an¨¦cdotas, tantos personajes y situaciones: "De la observaci¨®n de mis contempor¨¢neos y tal vez de la multitud de personajes que he interpretado yo misma en el cine o en el teatro", explica.

Simone se recluy¨® hace dos a?os en una casa de campo, frente a un muro blanco. Y comenz¨® a escribir. El primer borrador era bastante m¨¢s corto, pero su editor la anim¨® a continuar: "No te puedes parar ah¨ª, sigue cont¨¢ndome qu¨¦ pas¨®". El resultado fue Adieu, Volodia.

"Estoy un poco harta de que todos los periodistas me obliguen a psicoanalizarme continuamente", confes¨® Signoret en una reciente entrevista. "Da la impresi¨®n de que tengo que justificarme por haberme atrevido a escribir una novela".

Con el pelo gris bien corto, arrugas pronunciadas y una vista que comienza a fallar, Simone afirma encontrarse "bastante a gusto". "Es un poco como el que tiene una pierna de madera y dice: '?Qu¨¦ bonita es mi pierna!'.