Los cambios en el Gobierno chileno marcan el fracaso del t¨ªmido intento de apertura

El general Augusto Pinochet, al anunciar el pasado martes, vestido con uniforme blanco y tostado por el sol del verano, su nuevo equipo de Gobierno, puso fin a una etapa de apertura pol¨ªtica fracasada e inici¨® otra, de m¨¢s largo aliento, que puede permitirle llegar sin mayores sobresaltos hasta 1989, fecha l¨ªmite de su mandato como presidente de Chile. El principal cambio dentro del Gabinete fue la sustituci¨®n del ministro del Interior, Sergio Onofre Jarpa, por Ricardo Garc¨ªa Rodr¨ªguez, un desconocido abogado de 54 a?os sin experiencia pol¨ªtica previa y sin militancia pol¨ªtica conocida.

El otro cambio fue casi obligado. El ministro de Hacienda, Luis Escobar Cerda, un hombre que proven¨ªa de las filas de Jarpa y cuya suerte pol¨ªtica estaba ligada a ¨¦l, fue sustituido por el joven tecn¨®crata Hern¨¢n Buchi, de 35 a?os, que ya hab¨ªa desempe?ado varios cargos en Gobiernos militarestares.Fiel a su teor¨ªa de que los ministros son como los fusibles, que cuando se queman deben ser reemplazados, Pinochet sac¨® a Jarpa cuando ya no le prestaba ning¨²n servicio y hab¨ªa cumplido ya su misi¨®n de mantener la estabilidad del r¨¦gimen durante el dif¨ªcil per¨ªodo de las protestas masivas organizadas por la oposici¨®n.

El nuevo ministro est¨¢ llamado a cumplir un plan pol¨ªtico elaborado por el Estado Mayor presidencial, un cuerpo de generales que asesora directamente al general Pinochet, y perfeccionado por el ministro secretario general de Gobierno, Francisco Javier Cuadra, un abogado de 34 a?os que comienza a revelarse como el nuevo hombre fuerte del r¨¦gimen.

El propio Cuadra anunci¨® ayer, tras el acto de juramento de los nuevos ministros., que "este Gabinete representa el fin de una etapa y la apertura de un nuevo per¨ªodo". Cuadra explic¨® que en los pr¨®ximos d¨ªas se dar¨¢n a conocer en detalle los planes de reactivaci¨®n pol¨ªtica que ha elaborado el Gobierno y que deber¨¢ poner en pr¨¢ctica el nuevo ministro del Interior.

Fuentes pol¨ªticas cercanas al palacio del Gobierno han adelantado que el plan consiste en una apertura pol¨ªtica restringida, sin la presencia del Partido Comunista, y obligando al resto de la oposici¨®n a aceptar la permanencia del r¨¦gimen militar hasta 1989, fecha en que deber¨¢ convocarse un refer¨¦ndum para designar al sucesor de Pinochet.

No se descarta que el Gobierno pueda ofrecer a la oposici¨®n, a cambio del reconocimiento del r¨¦gimen, algunas garant¨ªas, como la legalizaci¨®n de los partidos pol¨ªticos, el levantamiento del estado de sitio y un eventual plebiscito para adelantar las elecciones legislativas.

El general Pinochet dijo en su discurso de ayer que "estamos en condiciones de acometer las etapas decisivas del proceso pol¨ªtico", aunque. no aclar¨® los detalles de este nuevo plan. El nuevo Gabinete tiene la importante tarea de afianzar definitivamente la institucionalidad contenida en nuestra Constituci¨®n", dijo el presidente chileno.

La oposici¨®n, en cambio, critic¨® fuertemente el inesperado cambio ministerial. "El nuevo ministro del Interior no tiene ning¨²n antecedente que permita suponer que no continuar¨¢ con la escalada represiva de los ¨²ltimos rneses", afirmaba una declaraci¨®n de la opositora Alianza Democr¨¢tica.

La Alianza, liderada por el Partido Dem¨®crata Cristiano, critic¨® tanto a Jarpa como a Garc¨ªa, el nuevo ministro, por representar a un r¨¦gimen que "ha dado muestras de no tener ninguna intenci¨®n de avanzar hacia la democracia".