Cuatro funcionarios y un ordenador para controlar el tr¨¢fico del centro de Madrid
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El mobiliario b¨¢sico del Centro de Control de Tr¨¢fico -inaugurado hace una semana- lo componen 12 monitores, un v¨ªdeo reproductor, un teleimpresor y un panel cuadriculado, de 4,70 por 4,70 metros, en el que se refleja con luces rojas y verdes la situaci¨®n de tr¨¢fico de toda la zona centralizada: entre la plaza de Castilla por el norte; la plaza de Legazpi al sur; la encrucijada de Ventas por el este; y la plaza de Cristo Rey al oeste.Raquel Garc¨ªa, de 34 a?os, polic¨ªa municipal, se sienta, desde las siete de la ma?ana hasta las tres de la tarde, frente a los 12 monitores en los que se reflejan las im¨¢genes que captan 30 c¨¢maras de televisi¨®n en circuito cerrado colocadas sobre postes de 14 metros de altura en puntos estrat¨¦gicos para la observaci¨®n de tr¨¢fico. Raquel comunica a M-40 (central de la Polic¨ªa Municipal) las distintas incidencias que se reflejan en los monitores y las que le son transmitidas por las patrullas que se encuentran en la calle. Un funcionario, sentado a su lado, avisa a las empresas de conservaci¨®n para que arreglen las distintas aver¨ªas que se producen sobre la marcha, y supervisa la reparaci¨®n.
Frente a ellos, un operador verifica todos los datos que facilita el ordenador, mientras el jefe de la divisi¨®n de control, V¨ªctor D¨ªez, busca el equilibrio entre la oferta y la demanda, para definir todas las estrategias de tr¨¢fico. As¨ª, modifica y revisa los distintos programas, que una vez introducidos en el ordenador alterar¨¢n el tiempo de duraci¨®n de los sem¨¢foros para facilitar la circulaci¨®n.
En el monitor se refleja la imagen de cinco coches de la Polic¨ªa Nacional, que han llegado hasta la plaza de Cibeles, donde se observa a dos j¨®venes que decidieron empezar el carnaval por su cuenta, subidos a la estatua de la diosa. Los polic¨ªas municipales avisan a los bomberos para que los desalojen de all¨ª. En unos instantes el tr¨¢fico se hace m¨¢s espeso y la calle de Alcal¨¢ se bloquea en ambas direcciones, mientras tres municipales dirigen el tr¨¢fico manualmente.
A trav¨¦s del monitor se observa tambi¨¦n el movimiento de diversos operarios municipales que colocan m¨¢stiles con la bandera italiana para recibir a Bettino Craxi. Desde el Centro de Control de Tr¨¢fico se pondr¨¢n autom¨¢ticamente en ¨¢mbar los sem¨¢foros de las calles por donde pase la comitiva oficial, sin que sea necesario, como suced¨ªa antes, que varios agentes motorizados regulen el tr¨¢fico manualmente.
Frecuencias
Estos funcionarios, que ya se han acostumbrado a recibir im¨¢genes de conductores que realizan maniobras prohibidas por las distintas se?ales, califican la plaza de Cibeles como un punto negro por el que pasan 200.000 veh¨ªculos diariamente. "Por las ma?anas, en hora punta, es bastante habitual el autom¨®vil que se mete en el estanque que rodea la estatua de la Cibeles, tras atravesar el paseo del Prado a toda velocidad y saltarse el sem¨¢foro en ¨¢mbar", afirman sin inmutarse.Sebasti¨¢n de la Rica, jefe de Circulaci¨®n del Ayuntamiento, afirma que el Centro de Control de Tr¨¢fico recoge de forma autom¨¢tica los datos que registran los 750 detectores instalados en distintas calles de Madrid, y los env¨ªa al ordenador central mediante l¨ªneas telef¨®nicas. El sistema reconoce esa situaci¨®n y facilita la aplicaci¨®n del programa m¨¢s adecuado, modificando la frecuencia de los sem¨¢foros.
"Con este sistema", afirma De la Rica, "no se consiguen resultados espectaculares". El Centro de Control, inaugurado hace s¨®lo una semana, no puede impedir que se produzcan atascos, porque en determinadas ocasiones la densidad de tr¨¢fico es tan enorme que falta calzada. La regulaci¨®n de la circulaci¨®n se adecua a la situaci¨®n de cada momento", afirma De la Rica.
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