Las 'improbables' causas de la cat¨¢strofe
Son m¨²ltiples las causas que pueden conducir a un accidente a¨¦reo. S¨®lo la interpretaci¨®n de los par¨¢metros contenidos en los registros de vuelo, rescatados aparentemente sin da?os, podr¨¢n arrojar luz sobre esta nueva cat¨¢strofe. Tratar de establecer conexiones con accidentes anteriores, buscar falsas similitudes o calcular cu¨¢ntos accidentes, se han producido en determinado per¨ªodo de tiempo es sencillamente temerario o malintencionado. Las leyes de las probabilidades son claras al respecto.
Un acontecimiento producido hoy no cambiar¨¢ en absoluto la posibilidad de que vuelva o no a ocurrir ma?ana, a menos que un elemento com¨²n los vincule, lo cual no es el caso. Entre las m¨²ltiples causas que pueden haber producido el siniestro del Boeing 727 en Bilbao analizaremos objetivamente las m¨¢s significativas. Poca influencia deber¨ªan tener en el suceso las instalaciones de ayuda a la navegaci¨®n y aproximaci¨®n del aeropuerto de Sondica, que cuenta con sistema de aproximaci¨®n por instrumentos ILS (Instrumental Landing System) y un equipo medidor de distancia (DME), que proporciona a la tripulaci¨®n con extremada exactitud informes sobre distancia, tiempo a la estaci¨®n y velocidad con respecto al suelo, as¨ª como dos radiofaros no direccionales y un radiofaro de alta frecuencia del tipo VOR que, por estar casi alineado con la pista principal (la 30), aumenta, por redundancia, la seguridad en los procedimientos de aproximaci¨®n.Se comenta, sin embargo, desde hace mucho tiempo en ambientes aeron¨¢uticos que el procedimiento de aproximaci¨®n por ILS a Bilbao est¨¢ excesivamente prolongado hacia el sureste y que su fase intermedia pasa muy cerca de los obst¨¢culos orogr¨¢ficos -muy pr¨®xima al suelo-, aunque cumpliendo con los m¨ªnimos reglamentarios.
Se especula sobre si la altura de la antena de televisi¨®n contra la cual choc¨® el aparato no estaba invadiendo el espacio de seguridad antes mencionado, aunque esto es puramiente acad¨¦mico. La falta de cobertura de radar en el ¨¢rea de aproximaci¨®n por instrumentos no es un factor decisivo tampoco. El avi¨®n no es guiado por radar, sino por las precisas indicaciones de los aparatos de tierra y de a bordo. La posibilidad de fallo de uno de los elementos integrantes del ILS es remota, ya que, en caso de producirse, la tripulaci¨®n es advertida instant¨¢neamente por alarmas autom¨¢ticas de a bordo, suspendi¨¦ndose la aproximaci¨®n en curso y opt¨¢ndose por procedimientos alternativos, o incluso dirigi¨¦ndose a otro aeropuerto si las condiciones meteorol¨®gicas lo requieren.
El avi¨®n cuenta con varios alt¨ªmetros, barom¨¦tricos y de radar. Mediante un alt¨ªmetro patr¨®n situado en la torre de control, el controlador proporciona a la tripulaci¨®n el ajuste que debe introducirse en los alt¨ªmetros barom¨¦tricos de a bordo para que se?alen con exactitud la altura de vuelo de acuerdo a la presi¨®n atmosf¨¦rica del lugar. Un error en la cifra mencionada de tal calibre que provoque una diferencia de 1.000 pies en la altitud (unos 300 metros) ser¨ªa descubierto inmediatamente por los pilotos, a los cuales llamar¨ªa de inmediato la atenci¨®n la magnitud desmesurada de la correcci¨®n introducida. En tal caso proceder¨ªa r¨¢pidamente a verificar la informaci¨®n.
Pilotos experimentados
Es improbable tambi¨¦n que experimentados pilotos conocedores de la especial topograf¨ªa de la regi¨®n abandonen su altitud reglamentaria en la fase intermedia de la aproximaci¨®n (donde ocurri¨® el accidente) y desciendan nada menos que 1.000 pies. Es en los aeropuertos con obst¨¢culos orogr¨¢ficos donde los pilotos ponen m¨¢s ¨¦nfasis en el cumplimiento de los procedimientos publicados. Y, naturalmente, es rid¨ªculo que una tripulaci¨®n que al efectuar el procedimiento completo de aproximaci¨®n sin abreviarlo demuestra un deseo de cumplir estrictamente con las normas s¨²bitamente decida descender y comience a esquivar nubes buscando una ruta visual al aeropuerto. Un error que aparte seriamente a la aeronave del per¨ªmetro correcto de aproximaci¨®n en lo lateral y 300 metros en lo vertical es, aunque no imposible, improbable. Ser¨ªa un doble error cometido simult¨¢neamente por dos pilotos altamente cualificados.
Se ha mencionado como otra posible causa las condiciones meteorol¨®gicas de baja visibilidad reinantes en el ¨¢rea donde se produjo el impacto. Pero ocurre que para un avi¨®n en aproximaci¨®n es absolutamente indiferente -excepto que se trate de una zona de violenta actividad tormentosa- la baja visibilidad que haya en zonas de aproximaci¨®n que no sean las del aer¨®dromo en s¨ª. En el caso de Bilbao, es suficiente que el techo de nubes est¨¦ situado a m¨¢s de 90 metros y la visibilidad sea superior a 800.
Las condiciones en el momento eran infinitamente mejores, la visibilidad era buena, los vientos eran suaves y no hab¨ªa actividad tormentosa. Pero no deber¨ªamos descartar la existencia del fen¨®meno denominado cizalladura de viento en la zona del accidente.
La posibilidad de una explosi¨®n a bordo producida por un artefacto de origen terrorista parece inaceptable. Ha habido en la historia de la aviaci¨®n poqu¨ªsimos acontecimientos de ese tipo, y ninguno de car¨¢cter terrorista. Ha ocurrido alguna vez que un avi¨®n se ha desintegrado en el aire por la explosi¨®n de una bomba colocada a los efectos de beneficiarse de un seguro. Un dispositivo autom¨¢tico de tipo barom¨¦trico ha producido la explosi¨®n al alcanzar el avi¨®n cierta altura. En este caso concreto, la deflagraci¨®n se producir¨ªa al subir, pero nunca en el descenso.
Aunque la perfecci¨®n de los aviones modernos tambi¨¦n hacen improbable un fallo catastr¨®fico, tampoco se puede descartar totalmente. Una grave aver¨ªa que afecte directamente a elementos o sistemas de vuelo a muy baja altura podr¨ªan producir una cat¨¢strofe sin tiempo para que la tripulaci¨®n tomase medidas correctivas o alertase por radio al controlador. Y luego lo absolutamente imprevisto, porque, como dijo V¨ªctor Hugo, "nada es m¨¢s inminente que lo imposible".
En todo caso, este accidente parece, por sus caracter¨ªsticas, uno de esos donde el an¨¢lisis de los registradores de voz y par¨¢metros t¨¦cnicos facilitan la clave final de lo acontecido.
Ra¨²l Tori es piloto de transporte de l¨ªneas a¨¦reas, miembro del Sindicato Espa?ol de Pilotos de L¨ªneas A¨¦reas (SEPLA).
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