Haing S. Ngor
Actor en una pel¨ªcula sobre la guerra de Camboya, vivi¨® en carne propia una experiencia m¨¢s dura que la del personaje que interpreta
El ginec¨®logo camboyano Haing S. Ngor, de 42 a?os, uno de los protagonistas de la pel¨ªcula brit¨¢nica Los gritos del silencio (The killing fields), estrenada ayer en Madrid, no entr¨® en el mundo del cine con premeditaci¨®n. Distaba de considerarse el Robert Redford de Camboya, cosa que a ¨¦l le parec¨ªa esencial para protagonizar una producci¨®n cinematogr¨¢fica. Cuando le convencieron para actuar en la pel¨ªcula, y lleg¨® a Tailandia para el rodaje, no hab¨ªa le¨ªdo el gui¨®n ni le hab¨ªan comunicado que ser¨ªa el principal actor de esta cinta.
"Quisiera expresar con esta pel¨ªcula mi m¨¢s ferviente esperanza de que la gente no olvide lo que ha sufrido y sigue sufriendo la gente en mi pa¨ªs tras quince a?os de guerra", dice enf¨¢ticarnente Haing S. Ngor pronunciando el ingl¨¦s con un fuerte acento. El gui¨®n de Los gritos del silencio est¨¢ basado en un art¨ªculo del corresponsal del diario estadounidense New York Times Sidney Schanberg titulado La muerte y la vida de Dith Pran, ganador de un Premio Pulitzer en 1980. En ¨¦l se relata la estrecha relaci¨®n entre el corresponsal y su ayudante, el camboyano Dith Pran, quien salv¨® su, vida y la de otros periodistas, y al final tuvo que quedarse en Phnom Penh, perdi¨¦ndose su rastro durante a?os."En mi pa¨ªs es muy importante el jefe. Para un camboyano, el jefe es un padre, un dios. El que da alimento y protecci¨®n a toda tu familia", explica Ngor al referirse a la relaci¨®n del periodista y su ayudante, un poco caricaturesca por momentos. En la pel¨ªcula Pran se hace pasar por taxista para enga?ar a los jemeres rojos.
"Ser taxista es uno de los trabajos m¨¢s pac¨ªficos de mi pa¨ªs", explica Ngor. "No est¨¢s con el partido del Gobierno ni con los partidos homicidas. Es un trabajo que los jemeres rojos conocen bien y por eso no los asesinaban inmediatamente".
El doctor Ngor tuvo que hacer lo mismo que Dith Pran, el protagonista de la pel¨ªcula, y ocultar su nivel cultural a los que lo capturaron.
En Los gritos del silencio, Dith Pran sufre torturas, pero no confiesa saber ingl¨¦s y franc¨¦s. Haing S. Ngor fue atrapado tres veces por comunistas camboyanos, que en una de esas oportunidades lo crucificaron y encendieron una hoguera a sus pies, dej¨¢ndolo en esa posici¨®n varios d¨ªas.
"La pel¨ªcula muestra la verdad sobre lo que ha sucedido en mi pa¨ªs y la forma como los jemeres rojos actuaron respecto a cualquiera que mostrara poseer algo de cultura. Sin embargo, lo que sucedi¨® all¨ª fue mucho peor, m¨¢s cruel y sanguinario. Los productores de la pel¨ªcula me dijeron que si se hiciera la pel¨ªcula mostrando toda la verdad no habr¨ªa un espectador que lo soporte", declar¨®. Ngor perdi¨® a su familia en la guerra y su novia muri¨® de hambre en sus brazos. ?l logr¨® escapar con su sobrina a Estados Unidos, donde es actualmente presidente de la secci¨®n occidental de la Asociaci¨®n Camboyana de Estados Unidos. En este pa¨ªs no se le ha permitido ejercer como m¨¦dico debido a que su t¨ªtulo franc¨¦s no ha sido reconocido Por las universidades norteamericanas.
"?Por qu¨¦ acept¨¦ revivir esta dolorosa experiencia? Porque no quiero que se olvide el sufrimiento de la gente de Camboya y la traged¨ªa que han vivido entre 1975 y 19,79, con la intervenci¨®n de las grandes potencias, Estados Un?dos y China comunista. La historia se repite en todos los peque?os pa¨ªses donde las superpotencias intervienen sin dejar a los pueblos determinar libremente su propio futuro, y espero que esta historia contribuya a denunciar el verdadero sufrimiento de las v¨ªctimas".
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