Mal contrato o mala comercializacion

Los males del contrato de gas con Argelia vienen de anta?o. El acuerdo fue firmado en 1975 por el entonces presidente de Enagas, Luis Valero Bermejo. Desde aquella fecha, los expertos no han conseguido ponerse de acuerdo sobre si el contrato naci¨® malo o si, por el contrario, el error es imputable a un defecto posterior en la pol¨ªtica de inversiones y comercializaci¨®n.Es muy posible que todos tengan raz¨®n. El contrato era malo porque se firm¨® con unas cantidades de suministro desproporcionadas para el previsible consumo interior y cuando la primera crisis energ¨¦tica estaba en marcha. Se sab¨ªa, o se deb¨ªa saber, que la experiencia del embargo ¨¢rabe de 1973 convert¨ªa en muy peligroso dejar en manos de pr¨¢cticamente un solo suministrador todo el abastecimiento de una fuente energ¨¦tica.

En el terreno comercial, la inc¨®gnita es doble. El ambicioso gasoducto espa?ol, pensado en la ¨¦poca del desarrollismo, qued¨® reducido a una parodia, y con los actuales planes para reactivarlo tampoco se llegar¨¢ a consumos del orden de los 4.000 metros c¨²bicos. Adem¨¢s el gas natural ha tenido siempre muchos detractores en un pa¨ªs en el que hay exceso de capacidad transformadora de energ¨ªas directamente competitivas. ?ltimamente ha surgido otro problema: la incipiente producci¨®n nacional de -este hidrocarburo amenaza con reducir a la mitad las necesidades externas.