La escucha de la 'caja negra' denota que el vuelo a Bilbao fue normal hasta el choque con la antena de TV
Personas que han escuchado la caja negra o voice recorder del avi¨®n que se estrell¨® en Vizcaya el pasado martes han dicho que "todo fue normal hasta que se produjo el accidente, por lo que la cinta no aporta datos nuevos a la investigaci¨®n de? caso". Sin ning¨²n comentario previo de irregularidades, "se escucha perfectamente un golpe brusqu¨ªsimo, se supone que el choque con la antena de televisi¨®n y, a continuaci¨®n, durante unos breves segundos, gritos y voces de angustia como 'Dios m¨ªo' y otros parecidos, hasta que se interrumpen los gritos en el momento en que se produce el choque del avi¨®n contra el suelo.
"No hay nada significativo hasta el momento del golpe", han dicho quienes han escuchado la cinta, quienes, no obstante, ponen de relieve que la cinta ser¨¢ escuchada en numerosas ocasiones por diferentes expertos, por si en una nueva escucha se descubran detalles significativos.De los gritos y voces, en su mayor¨ªa entremezclados, que se escuchan en la grabaci¨®n del Alhambra de Granada, se deduce, seg¨²n las fuentes informantes, que los tripulantes del aparato se percibieron de que, tras chocar con la antena el accidente era inevitable. De hecho, el avi¨®n, tras chocar con la punta del ala izquierda en la torre a una velocidad de unos 200 nudos (360 kil¨®metros por hora), gir¨® sobre s¨ª mismo, capot¨® y cay¨® sobre su techo.
Adem¨¢s del Voice Recorder, lo investigadores tambi¨¦n analizar¨¢n a lo largo de los pr¨®ximos meses la segunda caja negra o Flight Data Recorder (registrador del compor tamiento de los sistemas de vuelo) con el objeto de comprobar la trayectoria exacta del avi¨®n, el manejo de los sistemas y el funciona miento de ¨¦stos.
Expertos en investigaci¨®n de accidentes a¨¦reos que ya han realiza do an¨¢lisis sobre el registrado el pasado martes estiman que la audici¨®n de la cinta confirma, provisionalmente, una hip¨®tesis inicial seg¨²n la cual la tripulaci¨®n del Boieing crey¨® en todo momento que volaba correctamente a la altitud m¨ªnima de seguridad exigida, a pesar de que, por motivos desconocidos, el avi¨®n se desplazaba en el momento del accidente a 300 metros por debajo de esa altitud m¨ªnima.
El alt¨ªmetro, la clave
Por este motivo, algunas persona directamente relacionadas con la investigaci¨®n han insistido en que deben comprobarse minuciosamente todos los sistemas que in fluyen en el comportamiento del alt¨ªmetro, pieza clave para vigilar la altitud de vuelo.En el caso de que el avi¨®n hubie ra seguido estrictamente las indicaciones de la carta de aproximaci¨®n a Sondica, el monte Oiz, contra el que choc¨®, hubiera quedado a la izquierda del aparato. No obstante, si el piloto decidi¨® iniciar 30 segundos antes el giro de 180? necesario para enfocar la pista -cosa que hacen muchos pilotos, seg¨²n reconocen algunos de ellos-, el avi¨®n, aun estando dentro del ¨¢rea de maniobra, se encamin¨® directamente hacia el monte, que lo hubiera sobrevolado a unos 300 metros de altura, como se hace en muchas ocasiones, si el aparato hubiera mantenido los 4.354 pies (1.319 metros).
Dado que los datos de la presi¨®n bar¨®metrica y de la altitud m¨ªnima fueron bien introducidos en los sistemas del avi¨®n (ver EL PA?S de ayer), y a la vista del contenido de la caja negra, algunos investigadores mantienen provisionalmente que la tripulaci¨®n crey¨® que el avi¨®n volaba correctamente, cuando en realidad los datos que se reflejaban en el aparato no eran los correctos por una confluencia de casualidades.
El monte Oiz tiene 3.886 pies (1.026 metros), y la altitud m¨ªnima a la que deb¨ªa haber sobrevolado ese obst¨¢culo el Boeing es de 4.354 pies (1.319 metros). Deb¨ªa haber sobrevolado el Oiz, por tanto, atelevisi¨®n ten¨ªa 54 metros, luego el margen queda reducido a 239 metros. La variaci¨®n de temperatura en el momento del accidente entre Sondica, 7?, y la cumbre del Oiz, 3? bajo cero, pudo originar una diferencia negativa en el alt¨ªmetro del avi¨®n estimada en unos 40 metros. El margen se reduce, por tanto, a 209 metros.
Los alt¨ªmetros tienen un error de c¨¢lculo estimado en 75 pies (23 metros) por arriba o por abajo de la cifra se?alada que, en caso de haber influido negativamente en este caso, hubiera reducido el margen a 186 metros. Si, adem¨¢s, el alt¨ªmetro o el computador que le surninistra los datos no funcionaban con absoluta correcci¨®n, el margen pudo reducirse a¨²n m¨¢s.
No obstante, y pese a estas circunstancias coincidentes, el avi¨®n descendi¨® m¨¢s del l¨ªmite establecido para sobrevolar el ¨¢rea y, en este sentido, han sido varios los pilotos que, en privado, han reconocido que en muchas ocasiones violan los l¨ªmites m¨ªnimos de seguridad para, por ejemplo, evitar la navegaci¨®n entre nubes. El d¨ªa del accidente hab¨ªa nubes en las proximidades del monte Oiz.
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