El congreso se divierte
J. C., Tras la segunda jornada de sesiones, la vida dentro del Palacio de Congresos se torna dura y tediosa, y los altos directivos optan por la deserci¨®n y corren a sus hoteles a calzarse los esqu¨ªs.
A primera hora de la tarde, las improvisadas aulas del simposio arrastran una vida mortecina.Vistos desde el palacio, los ejecutivos son como hormigas que se deslizan en incansable vaiv¨¦n por la cumbre incre¨ªble de la monta?a m¨¢gica, all¨ª donde los pinos no pueden ya seguir reptando. A partir de las siete de la tarde, la vida social recobrar¨¢ todo su fulgor en cenas y c¨®cteles. Es la hora de los contactos a tope, que, luego, rendir¨¢n buenos dividendos.
El banquero liban¨¦s Bards Fahoum, consejero del ministro de Finanzas de Arabia Saud¨ª, le habla al o¨ªdo al multimillonario boliviano, residente en Suiza, Jaime Ortiz-Pati?o, de la Pati?o Investments, SA, en un discreto rinc¨®n del Post Hotel. Fahoum, sin un duro en Beirut y con muchos en Z¨²rich, se queja estos d¨ªas de la interminable guerra civil que sufre su pa¨ªs -"lo peor; ustedes ya lo sufrieron en Espa?a"-.
El domingo 3 de febrero, tres c¨®cteles ten¨ªan lugar a la vez en el hotel Belvedere. La Uni¨®n de Bancos Suizos oficiaba de anfitriona en uno de ellos a golpe de Moet Chandon. Con su copa en la mano, el indio Devendra Kumar Jain, presidente del grupo qu¨ªmico Siddhomal, confiesa haber cerrado ya algunos contratos, mientras se queja de la mala prensa que la India tiene en la Prensa europea, dedicada a "magnificar todas nuestras cat¨¢strofes".
El financiero Marc Rick, frustrado comprador del edificio de Rumasa en el paseo de Recoletos de Madrid, con problemas recientes con el fisco norteamericano, pasea su copa, bien acompa?ado, por el Belvedere. El nigeriano Shehu Malami, presidente de la compa?¨ªa constructora Costain Ltd., le gui?a un ojo desde lejos y se acerca con un vaso de agua en la mano. "Es lo ¨²nico que un nigeriano puede permitirse en estos tiempos". "Calla, calla, que eres un hombre muy rico", le interpela Marc. "Mucho m¨¢s rico gracias a ti", se aleja, riendo.
El paquistan¨ª Abbas K. Gokal, chairman de la Gulf International Group, con sede central en Suiza -un conglomerado de empresas que dice facturar m¨¢s de 1,25 billones de pesetas-, y que pasa por ser el tercer hombre m¨¢s rico del mundo, da su propio c¨®ctel en el Belvedere. Cuando la fiesta y el cambalache est¨¢n en su apogeo, Theodore Papalexopoulos, presidente de la CEOE griega y director ejecutivo de la Titan Cement Co., casi grita que est¨¢ dispuesto a cambiar con los ojos cerrados a Papandreu por Felipe Gonz¨¢lez. Davos era una fiesta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.