Relaciones URSS-Espa?a, p¨¢ginas que dejan huella
La Uni¨®n Sovi¨¦tica y Espa?a establecieron relaciones diplom¨¢ticas el 9 de febrero de 1977. No hace, pues, mucho tiempo si se tiene en cuenta el largo interregno de interrupci¨®n que existi¨® en las relaciones normales entre los dos pa¨ªses. Sin embargo, siempre ha fluido una corriente de simpat¨ªa entre nuestros dos pueblos, incluso en ese lapso de tiempo y pese a la incomunicaci¨®n y malas interpretaciones que existieron.A veces no se ha destacado suficientemente el hecho de que el pueblo sovi¨¦tico tiene una percepci¨®n especial y entra?able de Espa?a. Este fen¨®meno es debido a varios factores hist¨®ricos y culturales. Por parte de los sovi¨¦ticos, tambi¨¦n sentimos -a veces llegamos casi a palpar- el vivo inter¨¦s y la simpat¨ªa de amplias y diversas capas sociales espa?olas hacia nuestro pa¨ªs.
Es evidente que durante la primera parte de la formaci¨®n de las relaciones sovi¨¦tico-espa?olas se dej¨® sentir cierta nube de desconocimiento mutuo, producto de ese lago de interrupci¨®n de casi 40 a?os, y la complejidad de la situaci¨®n internacional.
Es sabido que el car¨¢cter de las relaciones mutuas entre pa¨ªses est¨¢ condicionado por sus relaciones en el plano pol¨ªtico, por el nivel y contenido de sus contactos interestatales.
Con este baremo se pueden analizar la continuidad y af¨¢n de mejora que han ido teniendo las relaciones mutuas de la URSS y Espa?a desde 1977, cuyo punto culminante, por su importancia, fue la visita oficial a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, en mayo de 1984, del jefe del Estado espa?ol, su majestad el rey don Juan Carlos I. En el transcurso de esa visita se celebr¨® un encuentro de K. Chernenko, secretario general del CC del PCUS y presidente del Soviet Supremo de la URSS, con el Rey de Espa?a.
Esta visita fue la primera que un jefe de Estado espa?ol hac¨ªa a nuestro pa¨ªs, incluso si nos remitimos al pasado de las relaciones entre Rusia y Espa?a. Durante aquella visita se pusieron de manifiesto la grandeza de los cordiales sentimientos que albergan entre s¨ª los pueblos de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Espa?a, su respeto y simpat¨ªa mutuos.
Algunos de los par¨¢metros en los que la URSS se basa para enfocar sus relaciones con Espa?a quedaron plasmados en aquella ocasi¨®n. As¨ª, K. Chernenko enmarc¨® en su ¨¢mbito m¨¢s profundo el sentir de esas relaciones: "...en la historia de las relaciones entre nuestros pa¨ªses hubo tiempos dif¨ªciles y complejos. Pero tambi¨¦n existieron p¨¢ginas hermosas y brillantes. Afortunadamente, ¨¦stas son las que van dejando huellas m¨¢s profundas en la memoria de los pueblos".
A¨²n se concret¨® m¨¢s la valoraci¨®n positiva que hace la URSS del aporte que Espa?a realiz¨® a la culminaci¨®n con ¨¦xito del encuentro de Madrid de los representantes de los 35 Estados participantes en la Conferencia Europea, as¨ª como a su expresa intenci¨®n de jugar un papel constructivo en la arena internacional, ayudando a la eliminaci¨®n de focos de tensi¨®n en diversas regiones del mundo. K. Chernenko manifest¨® que la Uni¨®n -Sovi¨¦tica est¨¢ dispuesta "tanto a proseguir desarrollando las buenas relaciones y de provecho mutuo en diversos campos en Espa?a como a colaborar con ella en la arena internacional en aras de la paz y de la seguridad de los pueblos".
El fundamento de las relaciones entre la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Espa?a es el del inter¨¦s mutuo por la coexistencia pac¨ªfica y el de su desarrollo en bien de ambos pa¨ªses y en pro de la paz.
Muestra de fluidez
La actual visita del ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Andrei Gromiko, a Espa?a es una muestra m¨¢s de la fluidez que existe en los contactos a alto nivel entre ambos pa¨ªses. Este ser¨¢ el und¨¦cimo encuentro que se llevar¨¢ a cabo entre jefes de la diplomacia de la URS S y de Espa?a desde que se establecieron las relaciones en 1977. En estos contactos y relaciones se han ido jalonando algunos hitos que han ido delimitando el contenido y perspectivas de esas relaciones:
- Ya el hecho mismo del establecimiento de relaciones diplom¨¢ticas en 1977 entre la URSS y Espa?a supuso un acontecimiento notable en la vida pol¨ªtica de Europa, un acontecimiento de normalizaci¨®n en el continente.
- Por entonces, en las relaciones internacionales a¨²n predominaba una tendencia a la distensi¨®n. La URSS, as¨ª. como los dem¨¢s Estados firmantes del Acta Final de Helsinki, apoy¨® la candidatura de Madrid como lugar de un nuevo encuentro de la Conferencia Europea, apoyo que fue reconocido en el primer congreso del partido que entonces estaba en Espa?a en el poder, Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (octubre, 1978), el cual tambi¨¦n se pronunci¨® a favor del desarrollo de las relaciones de Espa?a con la URSS y con otros Estados socialistas.
- Las conversaciones que tuvieron lugar en 1979 en Mosc¨², con motivo de la primera visita oficial de un ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, por entonces Marcelino Oreja Aguirre, despertaron una resonancia positiva en la Prensa internacional. La URSS y Espa?a insistieron en aquella ocasi¨®n en la importancia del desarme, particularmente el nuclear, y del reforzamiento de las garant¨ªas de seguridad para los pa¨ªses no nuclearizados.
En oto?o de aquel mismo a?o, 1979, Andrei Grorniko efectu¨® una visita de reciprocidad a Madrid. Se expres¨® el deseo mutuo de los Gobiernos de ambos pa¨ªses por acelerar el desarrollo de las relaciones sovi¨¦tico-espa?olas y el que ¨¦stas pueden favorecer el fortalecimiento de los intereses comunes de todos los Estados europeos.
- En la fase actual, desde finales de 1982, la URSS y Espa?a, apoy¨¢ndose en la experiencia ya acumulada, han iniciado el camino de un mayor desarrollo de sus relaciones. Gran importancia tuvo la visita oficial a la URSS del actual ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Fernando Mor¨¢n, en la primavera de 1983.
En aquella ocasi¨®n, Andrei Gromiko se?al¨® que la URSS se pronuncia por mantener y ampliar sus relaciones con Espa?a en todos los terrenos y que "es de desear que Espa?a utilice su influencia, coloc¨¢ndola en el platillo de la paz de la balanza".
- En septiembre de 1983 se celebr¨® un nuevo encuentro entre los ministros de Asuntos Exteriores de ambos pa¨ªses con ocasi¨®n de la presencia de Andrei Gromiko en la clausura e la Conferencia de Madrid. Ambas partes se pronunciaron, en especial, por profundizar el di¨¢logo paneuropeo, en Estocolmo en particular.
- En 1984 se han ido desarrollando de forma activa los contactos sovi¨¦tico-espa?oles, con visitas, por primera vez, de delegaciones parlarnentarias, incluso la del Senado, encabezada por su presidente, Jos¨¦ Federico de Carvajal. Se efectuaron tambi¨¦n viajes a la URSS y a Espa?a de ministros de ambos pa¨ªses y se prosigui¨®, en varias ocasiones, en Estocolmo y en Nueva York, el di¨¢logo de los ministros de Asuntos Exteriores.
Un lugar destacado en las relaciones entre la URS S y Espa?a lo ocupa el intercambio en el campo econ¨®mico. Las relaciones comerciales, que ya se hab¨ªan restablecido antes que las diplom¨¢ticas, con la firma en 1972 de un tratado comercial, se han ido intensificando y se han triplicado desde 1977 hasta 1984, habiendo alcanzado el monto del giro comercial el pasado a?o, seg¨²n estimaciones preliminares a¨²n no oficiales, la cifra de 127.132 millones de pesetas, seg¨²n la cotizaci¨®n actual.
Las perspectivas en este terreno son halag¨¹e?as, enmarcadas corno est¨¢n en el acuerdo intergubernamental firmado in febrero de 1984 para el desarrollo de la cooperaci¨®n econ¨®mica e industrial para un plazo de 10 a?os.
Pese a las buenas perspectivas ya existentes, la parte sovi¨¦tica estima que, teniendo en cuenta el potencial econ¨®mico de ambos pa¨ªses, existen condiciones objetivas para conseguir, con un esfuerzo de ambas partes, un nivel M¨¢s alto de cooperaci¨®n econ¨®mica, imprimi¨¦ndole un car¨¢cter m¨¢s amplio y duradero. Adem¨¢s, corno ya se?al¨® la comisi¨®n mixta intergubernamental, se debe prestar atenci¨®n primordial a formas m¨¢s modernas de colaboraci¨®n, como el dise?o y construcci¨®n de nuevas empresas industrilales, compra-venta de licencias, patentes y dise?os, colaboraci¨®n en dise?os industriales para terceros pa¨ªses, etc¨¦tera.
Hay que destacar, por ¨²ltimo, que en el ¨¢mbito de las relaciones mutuas, aparte del aspecto cultural, cada vez m¨¢s rico y variado, estamos dando un mayor contenido a los intercambios cient¨ªficos que se desarrollan sobre la base de acuerdos intergubernamentales, as¨ª como entre diversas instituciones cient¨ªficas.
Hoy d¨ªa, teniendo en cuenta la existencia, aparte de los contactos y relaciones intergubernamentales, de una serie de entramados comerciales, empresariales, sociedades culturales, contactos de ayuntamientos, instituciones cient¨ªficas, etc¨¦tera, entre ambos pa¨ªses, todo ello ofrece una base cada vez m¨¢s amplia para destacar que, mientras menos se vean afectadas las relaciones sovi¨¦ltico-espa?olas por los altibajos de la situaci¨®n internacional, m¨¢s amplios y mejores ser¨¢n los beneficios mutuos para ambos pa¨ªses, y mayor ser¨¢ su efecto favorable para el fortalecimiento de la seguridad y la paz en Europa y en todo el mundo.
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