La cultura espa?ola en el extranjero
Lo m¨¢s triste de estas l¨ªneas es que procedan de un extranjero. Una vez m¨¢s, en todas las cr¨®nicas de sus corresponsales (editorial del 10 de febrero incluido) ha predominado un tipo de autocr¨ªtica que mucho tiene que ver con la vanidad herida, llana y grandilocuente: la cultura espa?ola en el extranjero debe difundirse al nivel de otras, convertirse en foco de atracci¨®n e intercambio, modelo de vanguardias, etc¨¦tera. ?Pero estamos todos ciegos? Un ejemplo: merece la pena intentar tener acceso a una biblioteca, filmoteca, hemeroteca, videoteca, instituto de cultura o similares instituciones espa?olas en la RFA (siempre y cuando existan). ?Qu¨¦ pretende un pa¨ªs que no empieza por lo m¨¢s elemental, la conservaci¨®n y difusi¨®n de su cultura real y actual, atractiva por diversa, entre quienes menos contacto mantienen con ella, m¨¢s la necesitan y merecen? ?O acaso 150.000 espa?oles con acento alem¨¢n no son dignos de figurar entre los objetivos grandiosos del Eldorado intelectual? Otro ejemplo: las c¨¢tedras de espa?ol en las universidades alemanas; o se desesperan por la falta de inter¨¦s de las autoridades competentes, o recurren simplemente a folclorismos localistas seudorrevolucionarios latinoamericanos (v¨¦anselos programas de estudios... ni rastro de alg¨²n autor espa?ol contempor¨¢neo, como no sea para compararlo en su anquilosamiento ideol¨®gico con alg¨²n figur¨®n latinoamericano de moda. Los cl¨¢sicos duermen el sue?o de los justos, por su parte... mientras no sirvan para certificar masacres hist¨®ricas). Por ¨²ltimo, mi recomendaci¨®n a los responsables de los programas de TV y radio para espa?oles que las cadenas alemanas ponen a su disposici¨®n, p¨ªdanlos a emisoras espa?oles y p¨¢senlos sin verg¨¹enza; m¨¢s vale eso que mantener al ¨¢vido oyente en un islote con latas de conservas ideol¨®gicas y est¨¦ticas de hace 25 a?os, para disfrute de progresistas alemanes: ?estos chicos siguen igual! Las burocracias siempre se benefician de la complicidad, inocente a veces, hip¨®crita casi siempre: ?no hay medios, o no hay actitudes?Que nadie se extra?e luego de los t¨®picos de la Espa?a de pandereta, cuando son los turistas de la Costa del Sol quienes difunden la cultura espa?ola en el extranjero, amodorrados por el vino de garraf¨®n. Evidentemente, todo esto es cuesti¨®n de respeto o no hacia s¨ª mismo.- Nora K?nig Toledano.
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