Llega con retraso el tranv¨ªa para ir al barrio de la alegr¨ªa
Los pron¨®sticos, aunque indeseables, se van cumpliento lenta e inseguramente, y ahora los analistas no saben muy bien a qu¨¦ carta quedarse, a pesar de que ¨¦l sentimiento general de apat¨ªa se ha extendido en la bolsa y es dif¨ªcil de superar.Los expertos, a la hora de buscar elementos que permitan romper esta calma chicha, recuerdan la proximidad de la publicaci¨®n del ¨ªndice de precios al consumo para el mes de febrero -que las lenguas no tan viperinas colocan con un aumento puramente testimonial, entre el 0,2% y 0,4%- o alguna noticia de matiz claramente positivo. ?sa ser¨ªa la se?al del despertar burs¨¢til.
Otros analistas, m¨¢s esc¨¦pticos, consideran que ese tipo de novedades puede influir en el mercado durante un par de jornadas, pero su beneficio no llegar¨ªa a mayores profundidades. Para estos ¨²ltimos, lo que la bolsa est¨¢ necesitando es que las compa?¨ªas el¨¦ctricas clarifiquen cu¨¢l va a ser su pol¨ªtica de dividendos. Si este sector -razonan- ha sido el motor del mercado en 1984 y en estos momentos supone el 60% de la contrataci¨®n, mientras que ¨¦l no se mueva, la bolsa permanecer¨¢ estancada.
A este panorama se unen los altos precios a que se han comprado muchos de los t¨ªtulos de estas sociedades, lo que est¨¢ evitando actualmente una afluencia de papel a los corros. Parece que los inversores esperan restablecer los cambios anteriores, momento en el que s¨ª podr¨ªa tener lugar un aflujo de ¨®rdenes de venta. Por el momento, la contrataci¨®n diaria se mantiene en niveles menos que discretos, con 1.725,8 millones de pesetas efectivas el pasado martes -las compras a cr¨¦dito se situaron en 68,6 millones-, lo que evidencia una falta de inter¨¦s por vender comparable al desinter¨¦s por comprar.
Esta situaci¨®n, en definitiva, no es mala desde el punto de vista del medio plazo, porque demuestra la confianza de los operadores en que la bolsa todav¨ªa tiene bastante que decir antes del verano. La situaci¨®n de m¨¢xima liquidez que mantienen los inversores en este momento s¨®lo responde a la incertidumbre del corto plazo y no va m¨¢s all¨¢.
Tambi¨¦n, como en d¨ªas anteriores, los bancos se ven imposibilitados para asumir cualquier tipo de relevo. Aparte de su falta de atractivo de cara a los inversores, contin¨²an sucedi¨¦ndose los desfases producidos por el nuevo sistema de contrataci¨®n. Los cuidadores bancarios vienen utilizando una especie de cobertura -meten dinero a tal precio y papel a tal otro- para evitar unas oscilaciones muy fuertes, pero se quejan de que, en ocasiones, una inesperada entrada de papel o dinero de muy escasa cantidad obliga a estas entidades a subir o bajar varios enteros. Estos movimientos bruscos, por otra parte, perjudican a unos valores que, por sus caracter¨ªsticas propias, necesitan cierto reposo e imagen tranquila.
Finalmente, como otra muestra de la actual debilidad del mercado, Telef¨®nica nuevamente vio descender sus posiciones, tanto de la acci¨®n como del cup¨®n, lo que demuestra las dificultades que atraviesa para mantener estos niveles, como ya se ha dicho en otras ocasiones, contra viento y marea.
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