Los centros de planificaci¨®n familiar reciben constantes demandas de aborto
Los profesionales reunidos en el II Congreso de Planificaci¨®n Familiar, celebrado a finales del mes pasado y en el que participaron altos cargos de la Administraci¨®n, manifestaron su preocupaci¨®n por las condiciones tan limitadas de la ley del aborto, que estaba a¨²n pendiente de la resoluci¨®n del Tribunal Constitucional. Al tiempo, se invitaba a los centros de planificaci¨®n familiar para que comenzaran a realizar abortos s¨®lo con que la mujer lo demandase e hicieran p¨²blicas todas las actividades relacionadas con esta cuesti¨®n que hasta el momento ya han venido desarrollando.
?sta fue la ¨²nica resoluci¨®n de las distintas mesas redondas que la Gestora Nacional de Planificaci¨®n Familiar recog¨ªa en la propuesta realizada al finalizar el congreso, reconociendo con ello que el aborto hab¨ªa sido el tema de debate permanente y la l¨ªnea divisoria que define las posiciones de los profesionales del sector.La proyecci¨®n de los v¨ªdeos grabados por el grupo Acuario -en el que estaba integrado Pedro Enguix, procesado por aborto- con algunas de las ¨²ltimas intervenciones que hab¨ªan realizado clandestinamente por el m¨¦todo de aspiraci¨®n no fueron, en realidad, m¨¢s que la punta del iceberg de una situaci¨®n tensa que en cualquier momento pod¨ªa estallar: los profesionales se ven desbordados ante la demanda de las mujeres que de sean abortar. Muchos de ellos est¨¢n dispuestos a realizar estos abortos, pero temen que, si siguen el camino del grupo Acuario, su actividad profesional se limite pr¨¢cticamente, a realizar abortos. La situaci¨®n, ante el dictamen del Tribunal Constitucional, se ha puesto a¨²n m¨¢s tensa.
El ejemplo italiano
La invitaci¨®n a los centros de planificaci¨®n para que se realicen abortos y se autodenuncien tiene su antecedente m¨¢s conocido en la dura batalla sostenida por las feministas italianas para la legalizaci¨®n del aborto en Italia, a pesar de la f¨¦rrea oposici¨®n de la Iglesia.
Fueron tantos los grupos que se organizaron para realizar abortos y que se autodenunciaban llamando a la polic¨ªa -dici¨¦ndole d¨®nde se encontraban y a qu¨¦ hora iban a realizar la intervenci¨®n- que ¨¦sta tuvo que acabar por no acudir a las casas denunciadas ante el aluvi¨®n de direcciones que recib¨ªan.
Quiz¨¢ el miedo de los ginec¨®logos espa?oles a seguir este m¨¦todo radique en que en Espa?a no hay un movimiento feminista lo bastante fuerte para apoyarles. En el propio congreso se anunci¨® que se iban a realizar dos abortos, que ser¨ªan transmitidos por v¨ªdeo en una de las salas de reuniones al tiempo que se denunciaban p¨²blicamente. Este intento de situar a los organizadores del congreso y a la Administraci¨®n -las intervenciones se iban a realizar simult¨¢neamente a la comparecencia de Jos¨¦ Mar¨ªa Rivera, subdirector del Insalud, que representaba al ministro de Sanidad, y Carlota Bustelo, directora general del Instituto de la Mujer- contra las cuerdas fracas¨® al no prestarse ninguna de las tres mujeres que iban a abortar a que la operaci¨®n se grabase.
Las pocas feministas que apoyaron este intento tuvieron que contentarse con interrumpir varias veces la mesa redonda con los representantes de la Administraci¨®n, exigiendo que ¨¦stos se manifestasen claramente y sin ambig¨¹edades sobre el aborto libre y gratuito. En un ambiente cargado de tensi¨®n, Carlota Bustelo record¨® que hab¨ªa sido una de las primeras mujeres en reconocer que hab¨ªa abortado -100 mujeres conocidas de distintos sectores, actrices e intelectuales principalmente, se autoinculparon de abortar en solidaridad con las 11 mujeres procesadas en Bilbao en 1981-, pero que estas declaraciones ten¨ªan poco valor operativo, ya que el aborto no es, en definitiva, m¨¢s que el fracaso de la planificaci¨®n familiar y ¨¦sta no se halla resuelta en Espa?a. Jos¨¦ Mar¨ªa Rivera, que acudi¨® a La Coru?a consciente del malestar que los profesionales de la planificaci¨®n familiar sienten por su gesti¨®n al frente de la Subdirecci¨®n General de Medicina Primaria, no quiso decantarse claramente a favor del aborto y, simplemente, manifest¨® que compart¨ªa las declaraciones de Carlota Bustelo.
Pere Enguix
Durante los 15 meses que la ley del aborto ha estado pendiente del dictamen del Tribunal Constitucional todo lo relativo a este asunto, que afecta tan ¨ªntimamente a las mujeres, se presenta con los tonos del claroscuro. Una realidad pat¨¦tica y dram¨¢tica matizada por los tonos grises: en Espa?a a¨²n no se puede abortar, pero se organizan vuelos charter a Londres y Holanda. Un folleto con direcciones de cl¨ªnicas abortistas en este pa¨ªs se?ala que, para visitar Holanda, "no es necesario el pasaporte, el carn¨¦ de identidad es suficiente", insinuando que abortar en una cl¨ªnica con garant¨ªas sanitarias est¨¢ al alcance de cualquiera. Pero a¨²n hay muchas mujeres situadas en la zona negra, delimitada por la falta de recursos econ¨®micos para financiarse este viaje, que tienen que recurrir necesariamente a la clandestinidad.
Al otro extremo se halla el grupo Acuario, con su cl¨ªnica entre Valencia y Alicante, y el ¨²nico, de momento, que mantiene una actitud beligerante con respecto a la cuesti¨®n: a nadie le gusta abortar ni practicar abortos, pero las mujeres que toman esta decisi¨®n tienen derecho a ser atendidas "sin dramatizar" la situaci¨®n.
Los tres d¨ªas que dur¨® el congreso coru?¨¦s Pere Enguix -miembro del grupo Acuario y para el que el fiscal pide 15 a?os de c¨¢rcel por tres delitos de aborto- se los pas¨® contestando las preguntas de compa?eros de otros grupos sobre la t¨¦cnica del aborto por aspiraci¨®n y las posibilidades de enviarle pacientes que no tuvieran recursos econ¨®micos para salir al extranjero.
Quiz¨¢ por esta continua demanda de informaci¨®n, una de las resoluciones del congreso paralelo, celebrado espont¨¢neamente en los pasillos, fue convocar, en mayo, una reuni¨®n de profesionales que deseasen conocer y practicar esta t¨¦cnica abortista, una de las m¨¢s utilizadas actualmente.
Lo dif¨ªcil para Enguix, seg¨²n dijo, no es realizar una intervenci¨®n clandestina, "sino mantenerse insensible hacia la presi¨®n emocional de las mujeres que se encuentran en una situaci¨®n desesperada".
Hasta ahora el grupo Acuario es el ¨²nico que reconoce sus actividades abortistas -realizan tambi¨¦n un conjunto de actividades, como partos en el agua, encaminadas a un nacimiento no violento-, pero todos los centros de planificaci¨®n ofrecen informaci¨®n sobre las cl¨ªnicas que pueden visitarse en el extranjero.
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