El espa?ol
"Rebelde a la ley y a cualquier norma estatal, el espa?ol fue d¨®cil a la voz de la tradici¨®n y al imperativo de su persona absoluta. De no haber sido as¨ª, Espa?a se hubiera convertido en una prolongaci¨®n de ?frica o en una extensi¨®n de Francia o de Inglaterra. El espa?ol se aferr¨® a sus creencias legendarias, religiosas y art¨ªsticas como ning¨²n otro pueblo europeo; se encastill¨® en su propia persona y de ella sac¨® arrojo y fe para erigir un extra?o e inmenso imperio colonial. Conserv¨® sin mutaciones esenciales su lengua del siglo XIII y con ella forj¨® creaciones de arte dotadas de validez universal. No se dej¨® unificar mediante razones, conocimientos y leyes, sino a trav¨¦s de mitos y de creencias...""En realidad el espa?ol nunca convivi¨® con sus semejantes, sino que coincidi¨® con ellos bajo una misma creencia. No un hacer o pensar com¨²n, sino un creer en com¨²n. La persona as¨ª desligada del trato directo con las cosas se replegaba en s¨ª misma y tensaba su alma en proporci¨®n directa del vac¨ªo sentido en torno. De ah¨ª esas personalidades gigantescas, h¨¦roes del esfuerzo (Hern¨¢n Cort¨¦s), h¨¦roes de la expresi¨®n (Cervantes, Velazquez), o h¨¦roes de la santidad (san Ignacio, santa Teresa); y el h¨¦roe an¨®nimo... Espa?a no fue nunca barbarie, sino una manera especial de existir, a destono con la Europa racional y t¨¦cnica...
"Frente a la absoluta y fr¨ªa comunicaci¨®n del pensamiento, el espa?ol prefiere la c¨¢lida expresi¨®n de su alma individual; por eso gusta del gesto y la met¨¢fora, sensiblemente conexos con lo expresado. Si el gesto y la actitud poseen valor especial para el hombre hispano ello se debe a que su vida consisti¨® en acercarse m¨¢s al alma, que encerrarse en el esp¨ªritu. Para aquel pueblo casi nada fue problema racional ni aun siquiera la existencia de Dios. Lo fue en cambio, y muy grande, todo lo referente a como se expresa y representa la persona..."
"A pesar del esplendor de la cultura filos¨®fica entre musulmanes y jud¨ªos espa?oles, no hubo entre ellos teor¨ªas o sistemas enteramente originales, y cosa parecida acontece en los paises hisp¨¢nicos, en donde se encuentran brillantes derivaciones del pensamiento de otros paises, cuyo aspecto m¨¢s original est¨¢ relacionado con los problemas del vivir y de la conducta; y si alguna gran filosof¨ªa ha de haber en el mundo hisp¨¢nico, ese ser¨¢ su curso, m¨¢s bien que el de la ciencia f¨ªsico matem¨¢tica".
"El hombre de Hispania ha tenido que ir adoptando, como un vestido exterior, ese tiempo objetivado, que al ingresar en su vida creaba situaciones extra?as e irregulares, pero nunca comparables con las de aquellos pueblos con escasa sustancia propia, que importan mec¨¢nicamente lo hecho por otros. El espa?ol ha vivido como un drama, como una elasticidad y una contracci¨®n hacia dentro de s¨ª mismo, ese su importar de moros, jud¨ªos, franceses o de quienquiera que haya sido. Los retornos de las grandes salidas al exterior han solido se?alarse por sangrientas cat¨¢strofes, en una alternacia de si y no que hemos de considerar como otra de las funciones esenciales del vivir hispano".
*P¨¢rrafos extra¨ªdos del libro Espa?a en su historia.
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