Higienizar los cascos antiguos

Dami¨¢n Quero, ponente general del V Encuentro de Ciudades Hist¨®ricas, se convirti¨® en el personaje pol¨¦mico del mismo al defender la necesidad, rechazada en la resoluci¨®n final, de adaptar los cascos hist¨®ricos a los usos contempor¨¢neos. Dami¨¢n Quero, un catal¨¢n adscrito a la Gerenc¨ªa de Urbanismo de Sevilla, defiende la conveniencia de efectuar intervenciones higienizantes en los cascos antiguos, con tal de hacerlos m¨¢s transitables y ¨²tiles a las necesidades modernas, y rechaza el conservacionismo riguroso: "Hacer intocable un casco hist¨®rico es condenarlo".Los dos p¨¢rrafos que Dami¨¢n Quero quiso introducir en la resoluci¨®n final fueron rechazados, pese al general apoyo por parte espa?ola. El primero valoraba la necesidad de adaptar los cascos antiguos a las necesidades modernas: "M¨¢s de 10 a?os de intensa experiencia en la rehabilitaci¨®n del patrimonio urbano europeo muestran que el valor fundamental de nuestros centros hist¨®ricos y aquello que los ha mantenido vivos hasta el presente es su capacidad de adaptaci¨®n sucesiva a los cambios y al devenir de la ciudad en su conjunto. Por tanto, en las acciones de rehabilitaci¨®n de las ciudades hist¨®ricas habr¨¢ que atender tanto a la conservaci¨®n de los elementos esenciales de cada pieza urbana como a su adaptaci¨®n a las cambiantes necesidades urbanas". El segundo valoraba las ventajas de incorporar a los cascos antiguos los hallazgos urban¨ªsticos m¨¢s recientes: "En la reconstrucci¨®n de las ciudades ha aparecido una nueva exigencia: extender la necesidad de revitalizaci¨®n a todo el patrimonio urbano. Centro y periferia han de ser entendidos en sus relaciones y semejanzas, y no en su antagon¨ªsmo, a fin de vincular en la pr¨¢ctica urban¨ªstica la resoluci¨®n de los conflictos: llevando a la periferia los modelos residenciales y los bellos elementos urbanos que la historia de las c¨ªudades nos ha suministrado, y al centro, las conquistas de la modernidad urbana".

El arquitecto catal¨¢n, que ya en la lectura de su ponencia general hab¨ªa valorado la aportaci¨®n de Espa?a en lo que se refiere a la capacidad para conectar los cascos hist¨®ricos con la periferia, insisti¨®, en conversaci¨®n con EL PA?S, en su cr¨ªtica al conservacionismo riguroso, "una consecuencia l¨®gica de la necesidad de frenar la especulaci¨®n dura y desaprensiva, que destru¨ªa edificios a cambio de nada. Pero eso no debe hacer olvidar que el casco es parte de la ciudad, que debe estar integrado en el tejido de la misma, e incorporarse y participar de todas las funciones de la ciudad. Hacer del casco una cosa aparte, cerrada, como un museo, es imposible. Es matarlo".