Jean Lue Goddard califica a Juan Pablo II de coguionista de su filme 'Je vous salue, Marie'
Con el paso del realizador Jean Luc Goddard por Cannes, el festival se ha animado. Hay ya algo m¨¢s que pel¨ªculas para comentar, ese algo que distingue un festival de una muestra. De entrada, Goddard ha aprovechado Cannes para promocionar simult¨¢neamente Detective y Je vous salue, Marie. De esta ¨²ltima ha dicho que buena parte del gui¨®n deber¨ªa firmarla Juan Pablo II, una boutade que recuerda la pretensi¨®n berlanguiana de hacer figurar a los censores como guionistas de Los jueves, milagro. De la primera ha sacado la difusi¨®n mundial de su rostro cubierto de nata.
Las razones del agresor -qui¨¦n sabe si incluido en los presupuestos publicitarios del productor- eran tan simples y contundentes como el asegurar que "he lanzado el pastel sobre la cara de Goddard porque ya estoy harto de tanta tonter¨ªa". La tonter¨ªa, claro est¨¢, es Detective. La presencia de Jhonny Hallyday y Nathalie Baye tambi¨¦n ha contribuido a aumentar la expectaci¨®n respecto a Detective, posteriormente defraudada por una pel¨ªcula que dirige una buena parte de sus dardos cr¨ªticos contra Francia -"un pa¨ªs que sue?a con la grandeur pero que trata a sus ciudadanos como figurantes"- y el cine franc¨¦s, especialmente Rohiner.Tambi¨¦n han aparecido, con notable retraso, los primeros comentarios sobre Padre nuestro. Lo cierto es que son m¨¢s tibios que la acogida por parte del p¨²blico, que ha llenado la sala y ha aplaudido los primeros treinta minutos, que recuerdan el mejor Bu?uel y retoman la tradici¨®n del humor anticlerical. Luego, "aunque los di¨¢logos son buenos, no faltan gags y la interpretaci¨®n es notable, se des cubre que Padre nuestro est¨¢ dirigida sin ning¨²n genio", afirma un cr¨ªtico. Los elogios incondicionales son para Victoria Abril, a la que se califica como "una verdadera estrella de m¨¢s all¨¢ de los Pirineos y una figura a¨²n demasiado ignorada en Francia". El comentario de Le Monde es circunspecto pero favorable, considerando que 11 un excelente actor, Fernando Rey, convierte en aceptable un tema delicado, llevado con equilibrio y equidistante del desgarro y el panfleto".
Redl Ezredes, coproducci¨®n h¨²ngaro-germana dirigida por Istvan Szabo, es un buen modelo de academicismo moderno. En los t¨ªtulos de cr¨¦dito, los autores hacen constar que su historia sobre el coronel Red1 es una aut¨¦ntica invenci¨®n, muy libremente inspirada en un obra de John Osborne. No es verdad. Redl Ezredes es la copia,
secuencia a secuencia, de Mephisto, del propio Szabo, que, despu¨¦s de ganar un oscar con ella y con el histri¨®nico Klaus Maria Brandauer ha decidido repetir la experiencia cambiando tan s¨®lo los decorados y algunos peque?os detalles, pero conservando estructura y est¨¦tica. Como en Mephisto, el protagonista es un arribista, un individuo que traiciona sus or¨ªgenes: en un caso las convicciones pol¨ªticas, en otro a su clase. El coronel Red1 es un campesino que, a base de negarse a s¨ª mismo, logra convertirse en el jefe del servicio de informaci¨®n del ej¨¦rcito del imperio austro-h¨²ngaro. En Mephisto el actor ocultaba sus amores con una mujer de color, aqu¨ª esconde sus deseos homosexuales. En ambas cintas se muestra el mismo proceso para alcanzar el poder y en ambas el escalador acaba siendo v¨ªctima, utilizado por otros.
Insignificance, de Nicolas Roeg, es una comedia imaginativa que sabe sacar un buen partido de su irreverente juego con los mitos. La acci¨®n transcurre en Nueva York, en 1953, y el azar va a reunir en la misma habitaci¨®n y convertir en c¨®mplices de vodevil a Marilyn Monroe, que llega cansada del rodaje de La tentaci¨®n vive arriba; a Albert Einstein, que ha venido para participar en una conferencia por la paz y contin¨²a su labor de investigador en la habitaci¨®n del hotel; a Joe Di Maggio, jugador de beisbol que vive los ¨²ltimos momentos de su matrimonio con la estrella; y al senador McCarthy, empe?ado en que el sabio se incorpore a su cruzada anticomunista.
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